Carlo
Ancelotti ha dado un giro radical a su discurso del pasado mes de agosto dónde
contaba toda la plantilla a poner un mismo once titular en todos los partidos
Antonio Blanca
De momento
la actuación del Real Madrid en lo que va de temporada 2014-15 es de notable
alto. Se aprecian un par de borrones importantes, ambos con el mismo
protagonista, el Atlético de Madrid, la caída en la Supercopa de España y la
eliminación en los octavos de final de la Copa del Rey. El resto llegando al
ecuador del curso llega para los blancos marcado por una magnífica primera vuelta en Liga, que
dejó un balance de quince triunfos, tres derrotas y un encuentro aplazado aún
por disputarse, y una brillante primera
fase de Champions League, en
la que cada partido se tradujo en victoria, y la conquista de la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes.
Buena está
siendo la labor por tanto de Carlo Ancelotti al frente el barco merengue. El
entrenador de Reggiolo ha hallado soluciones para prácticamente cada problema desde
que aterrizara en el Bernabéu. En la pasada campaña solventó el contratiempo
que supuso la lesión de Sami Khedira
reubicando en el once a Ángel Di María,
que pasó a ocupar regularmente la posición de interior izquierdo. En la
presente, su atrevimiento táctico le ha conducido a prescindir de la figura de
un especialista defensivo para el centro del campo con el objetivo de dar
cobijo en el once al mayor número de virtuosos del balón posible, evitando así,
por tanto, un resentimiento de la creación. Tuvo el valor de mantener dicha
estructura aun tras conocerse la baja de Luka Modric. La clave del éxito de tan arriesgada apuesta, obtener de auténticos cracks del deporte rey
el compromiso de involucrarse en tareas menos agradecidas. Todo un
logro. Tremendo mérito.
Sin embargo,
hay un apartado en el que Ancelotti ha demostrado no andar fino, el que
corresponde a la gestión de esfuerzos
a través del reparto de minutos entre los integrantes de su plantilla. Fallar
en este sentido implica, en primer lugar, que los titulares experimenten un cansancio extra y, en segundo, que los
suplentes se vean inmersos en una atmósfera
de desmotivación.
Sólo catorce
futbolistas del Real Madrid han superado el umbral de los 1.000 minutos de
juego transcurridos alrededor de cinco meses de competición. Escasas son las
rotaciones en la zona media y la delantera, algo más frecuentes en la zaga,
para la cual se dispone de dos hombres por puesto. Raphaël Varane no se encuentra muy lejos de Pepe en lo que a tiempo sobre el
césped se refiere (1.858'-1.474'), y Álvaro
Arbeloa se ha alternado con Dani
Carvajal en el lateral derecho, aunque con mayor protagonismo para el
primero.
Toni Kroos, uno de los
que mayor carga lleva, cuenta con la losa física de haber participado en el
Mundial de Brasil de principio a fin el pasado de verano, es el jugador de la
plantilla que más ha comparecido (2.555'), superando incluso a Cristiano Ronaldo, el segundo con más
carga (2.517'). El centrocampista alemán reconoció recientemente que estaba
cansado, y se le empieza a notar en las contiendas, en las que se muestra impreciso en acciones que antes resolvía con
facilidad.
Mientras
tanto, Asier Illarramendi no ha
resultado una alternativa para Ancelotti en los duelos de altura. El
medio vasco apenas ha disputado poco más de media hora en total ante los
oponentes más significativos a los que se ha enfrentado el Real Madrid hasta el
momento en los distintos torneos en el curso 2014-15: el Atlético de Madrid, el
Barcelona, el Villarreal, el Valencia, el Sevilla, el Liverpool y el San
Lorenzo de Almagro. Esto y que únicamente acumule 932 minutos de juego
constituyen hechos que ponen en relieve la escasa confianza del cuerpo técnico
en sus capacidades. En Bilbao le esperan con los brazos abiertos.
No se
antojaría como un ejercicio de inteligencia futbolística el poner en duda la
valía sobre un terreno de juego de “Chicharito” Hernández y Jesé
Rodríguez, especialmente en el caso del español. Sin embargo, en el caso
del mexicano poco menos que un milagro ha de suceder para que goce de alguna
oportunidad, a pesar de haber rendido cuando de sus servicios se ha requerido.
Por su parte, el canario tan sólo ha comparecido 20 minutos en Liga desde que
se recuperara de su grave lesión de rodilla. No parece la mejor manera de introducirle
en la dinámica del grupo.
Cristiano
Ronaldo, Gareth Bale y Karim Benzema no paran. La 'BBC' no
tiene un respiro. Si Carlo Ancelotti no varía su postura, ¿lo notarán sus
miembros cuando llegue la hora de la verdad? La sombra de Carlos Queiroz planea sobre el
Santiago Bernabéu.