jueves, 10 de marzo de 2016

EL NÚMERO DOCE

El canterano repescado esta temporada por el Real Madrid, Lucas Vázquez, fue de los mejores con Rafa Benítez y a base de trabajo está siendo una pieza clave para Zinedine Zidane

Antonio Blanca

Lucas Vázquez venía, con su juego, avisando de lo que era capaz. No ahora, en estas semanas donde ante las bajas arriba del Real Madrid Zidane ha tirado del canterano. No, Vázquez ya asomó maneras con el cuadro blanco en partidos como el de París de la Fase de Grupos de la Champions League. En ese duelo en Francia, el medio del cuadro blanco dejó claro que el traje del Madrid, pero del Madrid de las grandes citas, le venía de perlas.

En Levante, hace una semana, el gallego provocó el penalti del primer gol de Cristiano Ronaldo y abrió la jugada que cerró el marcador. Pase, desborde y la defensa rival de cabeza con el extremo. Ante la Roma, por las exigencias del guion, volvía Bale y Zidane no quiso sacrificar a James, de modo que Vázquez se sentó en el banquillo.

Cerca de la mitad de la segunda parte, con un Bale pagando físicamente la inactividad de los casi dos meses que ha estado fuera unida a los esfuerzos de un partido donde se movió mucho, fue sustituido por Vázquez. En el 64, con poquísimos minutos sobre el césped, Vázquez asistía a Ronaldo para abrir la lata, sentenciar la eliminatoria y echar fuera del Bernabéu  algún fantasma alemán que se había quedado desde la temporada pasada.

En el sesenta y ocho, Vázquez conducía la jugada para dejar la pelota a Cristiano, que asistía a James: 2-0, eliminatoria resuelta y Vázquez, desde el silencio, desde el trabajo diario, fundamental en unos octavos de final de la Champions League algo más complicados para el Real Madrid de lo que refleja el resultado global.