Jordi Grimau
Culés de toda edad y condición, de aquí y de allá, conocidos
y anónimos, todos quisieron rendir el último tributo a Cruyff, fallecido el
pasado jueves en Barcelona a causa de un cáncer pulmonar que acabó con su vida
a los 68 años.
Puntualmente abrió las puertas el Camp Nou a las diez de la
mañana y el goteo de asistentes fue continuo. En el vestíbulo de la tribuna
superior, una imagen de Cruyff con un balón de cuero antiguo y una eterna
sonrisa recibía a los seguidores.
Rosas granas; un escudo del club con un crespón negro y una
enorme inscripción:"Gràcies, Johan", presidiéndolo todo. Abrazos,
lágrimas y emocionadas despedidas individuales frente a la foto de Cruyff, el
personaje más influyente de la historia del barcelonismo.
Notables del mundo del deporte y de la sociedad civil
catalana, también de clubes de Primera como el Real Madrid, representado en la
figura de su presidente Florentino Pérez, el Espanyol, en la figura de su
técnico Constantin Galca, o el Valencia.
El presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, es quien
ha inaugurado el espacio de condolencias. Le habrá quedado al dirigente
azulgrana el sabor agridulce de no haber podido presentar en sociedad el
acuerdo alcanzado por la Fundación Johan Cruyff, la Obra Social La Caixa y la
Fundación del Club. Para entonces la salud del holandés ya era muy delicada.
Bartomeu ha dicho que es "imposible entender el
Barça" sin la figura de Cruyff. "Cruyffes el maestro, la persona que
nos ha dejado este legado en el Barça, un legado espectacular. Cuando llegó
como jugador fue un jugador moderno, inconformista, que revolucionó el mundo
del fútbol, revolucionó el mundo del Barça tal y como era él y se expresaba en
el campo, pero también como entrenador su legado es espectacular", ha
dicho Bartomeu.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha
destacado la apuesta de JohanCruyff por "el talento colectivo que se
esfuerza en crear belleza y generar felicidad en su entorno". Se ha
referido Puigdemont a elementos importantes en la filosofía de Cruyff como la
creación de la belleza o la generación de la felicidad que suponen "una
mirada hacia la vida de la que hay que aprender".
Una de las notas más emotivas la puso Joan Laporta, amigo
personal de Johan Cruyff y a quien tenía como consejero cuando fue presidente
del club entre 2003 y 2010. Laporta se fundió en un abrazo con Bartomeu, con
quien luchó en la última contienda electoral, y después definió a Cruyff como
"un hombre genial", alguien con "una personalidad excepcional,
un personaje que revolucionó el fútbol con su manera de entender este deporte y
la vida".
Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, ha considerado
que Cruyff es "de esas personas que perduran eternamente". El
dirigente llegó al Camp Nou acompañado por el director de relaciones institucionales
del Real Madrid, Emilio Butragueño, y de Amancio Amaro.
"Son días tristes porque hay personas como Cruyff que
no deberían irse nunca", ha asegurado el presidente del Real Madrid en una
declaración ante los medios.
Se despidieron de Cruyff, los componentes de la plantilla de
baloncesto, exjugadores entrenados por el holandés y excompañeros barcelonistas
de Cruyff.
Durante la tarde y mientras se sucedía el reguero de
asistentes, el hijo de Johan Cruyff, Jordi Cruyff, se reunió en las oficinas del
club con el vicepresidente social, Jordi Cardoner, para fijar una serie de
acciones entre ambas partes que se comunicarán próximamente.
Después del primer día de apertura del espacio de
condolencias, que se mantendrá operativo hasta el próximo martes, 15.158
aficionados habían acudido a despedirse del 'holandés volador'.