El talentoso futbolista malagueño del Real Madrid
tiene ante sí un importante reto en pos de lograr volver a ser pieza
fundamental en el Madrid de Zidane
Antonio Blanca
Si el permanentemente mutante mercado de fichajes no
dicta otra cosa a lo largo de las próximas semanas, Francisco Román Alarcón
Suárez “Isco” seguirá una temporada más vestido de blanco. “Isco es jugador del
Real Madrid y no se va a mover”, disparó Zidane en Italia hace varias semanas,
poco después de alzar la Undécima en
Milán. De esta manera quiso ahuyentar a los clubes interesados en reclutar al ‘22’
merengue. El protagonista sabe que cuenta con el respaldo deportivo del que
manda y ahora será su trabajo diario el que marque cuál es su estatus durante
el nuevo curso.
Con una BBC a la que por el momento nadie le puede
toser y mediocampistas como Modric que tienen un rol similar, tiene claro que
parte en desventaja, como también que ha llegado a la conclusión de que lo más
aconsejable es permanecer en el Real Madrid. No es el mejor escenario para un
futbolista de su categoría, sabedor de que vestido con otra camiseta tendría
otra consideración. Antes de que finalizara la pasada temporada, su destino
apuntaba a otra cosa; no se podía descartar su salida del club, sobre todo si
el ejercicio hubiera acabado con el casillero de títulos a cero, lo que hubiera
provocado con total seguridad una profunda revolución. Sucedió lo contrario y
las aguas se calmaron.
Cuando Zidane se hizo cargo de la plantilla
madridista, dos jugadores aparecieron es escena como elementos a reactivar con
urgencia y recuperar para la causa. Uno de ellos James Rodríguez, el otro era
Isco. Muy distanciados ambos de Rafa Benítez, el francés se propuso sacar a
flote tanto talento desaparecido. El centrocampista andaluz le acabó ganando la
partida al colombiano; escuchó algún que otro silbido por parte de la grada del
Santiago Bernabéu, pero acabó la campaña ofreciendo lo que le pedía el nuevo
estratega y volviendo a salir coreado del coliseo blanco. En esta nueva sabe
que deberá dar un plus para seguir siendo bien valorado por el entrenador.
El entrenador del Real Madrid siempre ha mostrado una
especial predilección por Isco, algo que valora el jugador. Entiende que le
tocará remar de inicio, que a priori alcanzar la titularidad es casi imposible.
Pero también que si responde a la confianza de Zidane, éste le dará su espacio
en forma de partidos y minutos de calidad. Lo sucedido en la final de la Champions League es un buen ejemplo,
cuando el genial futbolista ingresó en el terreno de juego de San Siro sustituyendo
a Kroos a falta de veinte minutos para el final, disputando el tramo definitivo
de un partido de primera categoría.
Con un perfil similar, Isco se impuso con claridad a
James Rodríguez en esa batalla por tener protagonismo. El colombiano,
enfrentado abiertamente a Rafa Benítez, no consiguió convencer a Zidane en
ningún momento. Su rendimiento cayó a los infiernos, mientras su compañero, sin
relucir en exceso, sí ofreció unas prestaciones muy superiores a ojos del
entrenador francés. Zizou quiere tener a su lado a Isco, aunque éste tenga
claro que parte desde la segunda línea y que alcanzar una posición de mayor
relevancia no será sencillo.
El que deberá remar, y bastante, es James Rodríguez.
Su pasado curso fue decepcionante de principio a fin. Si con Rafa Benítez no
brilló nunca, con Zidane no resurgió como se esperaba. El futbolista provocó un
profundo malestar en la zona ejecutiva del Santiago Bernabéu, desde donde en su
momento se ordenó a los asesores del sudamericano que comenzaran a mover a su
cliente en el mercado europeo. Ahora, por contra, toca esperar para tomar una
decisión definitiva.
Nada que ver Isco con Jesé Rodríguez. “Si fuese su
amigo le diría que buscase minutos”, dijo Zidane sobre el canario. A diferencia
de Isco, el atacante tiene claro desde hace tiempo que es hora de jugar en otra
parte. Ahora le toca decidir cuál es el mejor destino para impulsar su carrera
deportiva, que sufrió un brusco parón durante las dos últimas temporadas, en
parte por la grave lesión que padeció en una rodilla en marzo de 2014. Ahora le
toca al jugador meditar para elegir el mejor lugar en el que recuperar el
esplendor de antaño. Con unos cuantos clubes españoles a la espera, todo apunta
a que emigrará más allá de nuestras fronteras. El Borussia Dortmund está al
acecho, igual que algún club de la Premier League le ha echado el ojo.