jueves, 18 de octubre de 2018

SIGUE LA GRESCA DE MIAMI

En “El Larguero” de la Cadena SER se desveló una misiva del Real Madrid en la que se pone en liza el despropósito de la Liga de Fútbol Profesional para llevar el partido Gerona-Barcelona a Miami

Antonio Blanca

Continúa el lío por el partido que la Liga quiere que Gerona y Barcelona disputen en Estados Unidos el próximo 26 de enero de 2019. El organismo presidido por Javier Tebas sigue defendiendo la posibilidad de que el encuentro correspondiente a la jornada 21 del campeonato nacional no se juegue en Motilivi, como correspondería, y sí se haga en el Hard Rock Stadium de Miami, una situación ante la que el Real Madrid se ha quejado a través de una carta enviada a la RFEF.

El conjunto presidido por Florentino Pérez envío el pasado 5 de octubre una misiva dirigida a Andreu Camps, secretario general de la Federación Española, con la que quiso dar respuesta a la petición del propio organismo sobre la opinión del club blanco sobre la posibilidad de que el citado partido se dispute en EEUU. Ahora, el contenido íntegro de la carta ha sido dado a conocer por 'El Larguero', en un escrito en el que el Real Madrid critica los criterios de decisión de Tebas.

El club madridista se queja duramente no solo por no haber sido informado previamente a la toma de la decisión, sino por el hecho de que la competición se dervirtúe, pues en caso de que el partido se jugara en Miami, daría como resultado que el Barcelona jugaría un partido menos como visitante, haciéndolo en un territorio neutral que, a la postre, sería como hacerlo de local, pues el seguimiento en EEUU del conjunto culé es evidente muy superior al que tiene el Girona en el mismo territorio.

Además, considera más lesivo que quien se encarga de desvirtuar el campeonato sea LaLiga, quien debería "mantener una posición de exquisita imparcialidad y de defensa de la integridad e igualdad" del torneo, cuando en su propio reglamento se señala en el Capítulo Tercero que habrá "graves sanciones" si se altera "la integridad o igualdad en la competición". Especialmente por haber tomado esta decisión "sin obtener previamente la conformidad unánime de todos los clubes/SAD".

Pero no es la única crítica que el Real Madrid realiza a la Liga. Considera que jugar el Girona-Barça en EEUU podría tener consecuencias "de índole financiera", que podrían alterar la competición "desde la perspectiva del 'fair-play' financiero" y, además, entiende que no es la mejor manera de acercar el campeonato español a los aficionados extranjeros, pues desplazar un partido a otro país daría lugar a que el torneo dejara de tener una índole exclusivamente nacional.

En ese sentido, el club blanco entiende que hay una manera más sencilla de cuidar al espectador extranjero. En lugar de 'mover' un partido fuera de las fronteras nacionales, sería más sencillo potenciar las retransmisiones de sus partidos. El Real Madrid señala que se han comercializado los derechos de televisión "a BeIN Sports, que tiene un 'share' de 0.02% en EEEU (...), ocupando la posición 140, penúltima en el ranking" de canales con cobertura nacional en Estados Unidos.

Además de criticar la manera en la que LaLiga ha conseguido la firma de un documento de apoyo de varias peñas del Real Madrid en EEUU, el club blanco señala una serie de medidas para facilitar al aficionado -también al extranjero- la accesibilidad a los diferentes estadios de la Liga. Para finalizar la misiva, el organismo presidido por Florentino Pérez "manifiesta su oposición a la solicitud para autorizar" la disputa del Girona-Barcelona en Miami, un asunto que no parece tener fácil solución.

martes, 16 de octubre de 2018

SE PINCHA LA NUBE

Carlos de Blas

A España le bastaba con empatar ante Inglaterra para sellar su acceso a la fase final de la Liga de Naciones, que guarda un puesto para la Eurocopa de 2020. La victoria en Londres y la goleada ante Croacia diseñaron un colchón que bien podría tender a la especulación nacional. Pero Luis Enrique ordenó mantener la identidad atacante, más vertical que en la pasada década, para afrontar lo que se desnudaría como un severo examen a la precisión y el rigor táctico.

El asturiano reprodujo el 4-3-3 pero colocó a Nacho -central-, Jonny -por Carvajal- y Marcos Alonso -lateral zurdo- en la renovada zaga. Busquets se verían flanqueado por Saúl y Thiago, con Asensio e Iago Aspas en e rol de extremo y Rodrigo en punta. Prosiguió con las rotaciones el entrenador del conjunto local ante un bloque británico mejorado, que prescindió definitivamernte de los tres zagueros. Plagió el dibujo rival Gareth Southgate y suplió a Henderson y Stones -sancionados- con Dier y Gomez. Winks y Barkley batallarían para que el tridente -Kane, Sterling y Rashford- resolviera en vuelo. El duelo de estilos estaba servido.

Los favoritos saltaron al verde con la pretensión de herir a los visitantes y marcar el territorio. Al galope de una circulación rápida en los cinco minutos iniciales se encadenarían llegadas sobre el arco defendido por Pickford. Thiago abrió el fuego al rematar, lamiendo el poste, una jugada de estrategia fraguada entre Asensio e Iago Aspas. A continuación el meta del Everton salvaría a los suyos con una suertura parada a la volea de Marcos Alonso -en córner botado por el balear madridista-. Y una pérdida de Trippier, presa de la presión española, se tradujo e la conducción de Asensio. Un punterazo débil atrapado por el portero clausuraría el fogonazo.

También dio paso al equilibrio de fuerzas que reinaría desde entonces. Los británicos evidenciaron competitividad y personalidad y pasaron de replegar en cancha propia a alternar subidas de líneas que trompicarían la placidez en la asociación española. Sin juego entre líneas, Thiago, Saúl y Busquets naufragarían en la distribución, obligando a avanzar en horizontal y estático. Mas, la anhelada superioridad por banda se vería contrarrestada por las ayudas de Sterling y Rashford. Asensio y Aspas perdieron influencia y Jonny y Marcos Alonso no sumarían en ataque y flaquearían en el achique. Pasado el primer cuarto de hora el libreto de Southgate planteó un nudo que congeló a los locales.

España sufriría impotencia en los lances individuales -a los que quedó abocado ante la superioridad energética de la medular isleña- y, lo peor de todo, padecería una desequilibrio táctico que acabó por desnudar a 'Lucho' las carencias por las que la selección patria ha abandonado los grandes torneos precedentes antes de lo previsto. El creciente ardor inglés en fase defensiva contaminó de dudas a sus contrincantes, y la otrora concatenación segura y fluida de pases se tornó en una montonera de imprecisiones y fallos técnicos. Perdido el ecuador del campo, restaba aferrarse a la concentración en las coberturas. Pero ésta no despertaría.

Tras varios avisos de la amenaza latente que concernía perder el cuero y ofrecer a los visitantes un contraataque, Inglaterra sacudiría su frescura física con severidad. Sobre el característico fundamento de la velocidad de transición y la primacía de la potencia anatómica dañaron de forma sistemática a un equipo nacional partido. Saúl, Thiago y Busquets navegaron sin rumbo en la ocupación de espacios y Harry Kane resplandeció en la venenosa lectura de juego. El delantero del Tottenham, criticado por su mala racha anotadora, se erigió en el mejor creador de futbol. De sus botas nació y germinó la afrenta que devino en goleada antes del descanso.

Comenzó su estilosa maniobra de derribo, en el compás vertiginoso del contragolpe, penalizando la apatía de Busquets en la marca. Le llegó la redonda y puso en ignición a Rashfond. El jugador del United desbordó en banda y centró para que Sterling batiera a De Gea con un cañonazo cruzado -minuto 17-; localizaría una hectárea a su alrededor Kane en otro envío largo que captó con clase y trazó una serie de amagos que nubló a tres peones españoles. Todo ello para asistir al 0-2, autografiado por Rashford -minuto 30-; y en el 38 puso la guinda a su exhibición al alimentarse de los brazos bajados de la retaguardia local al recibir un pase aéreo de Barkley y regalar a Sterling el 0-3. Este último tanto retrataría la profunda desconexión a la que fue empujada una España abatida. Los fantasmas del envés del pasteoreo de la iniciativa habían regresado con un pelaje impío.

La peor cara colectiva rimaría con el desatino en el golpeo a portería de elementos que debían trascender. Asensio reaccionaría al tanto que mutó el envite en el correcalles deseado por los británicos con un derechazo desde el pico del área y a las nubes. Y Saúl probaría, sin éxito, a Pickford en un acción de pizarra, resultando el zurdazo al cielo de Marcos Alonso el colofón atacante de unos 45 minutos calamitosos. La asimetría en la actividad tras pérdida, en la atención a la cohesión esquemática, en el derroche y compromiso, y en la convicción en el plan repartió los puntos y puso a Luis Enrique en situación después de su dorado estreno en el banquillo nacional. La posesión había rozado el 70%, pero la actitud defensiva y los tiros a puerta se definieron como desfavorables (dos a tres).

La reanudación se desplegaría sin mayor interés que medir el orgullo de unos y las ganas de reivindicación de otros. Saúl y Asensio chutarían temprano -sin desafiar a Pickford- y los visitantes contemporizarían con y sin el cuero. Repitieron el abrazo engañoso del modelo de achique y contra, al tiempo que Jonny rozaba un penalti sobre Sterling, los creativos patrios seguían desacertados en su relación con la redonda y Ceballos y Alcácer sentaron a Saúl y Aspas -minuto 57-. Y el delantero levantino enviaría su primer conectado con esférico a la red: cabezazo angulado maravilloso al córner propuesto por Asensio -minuto 59-. La inyección pensada por 'Lucho' premiaba la mejor actitud puesta en escena en el segundo tiempo.

El quemar del minutaje susurró metamorfosis. Los ingleses cedieron metros y empezaron a sembrar pérdidas de tiempo. Un regate sobrado de confianza de Pickford a Rodrigo le salió mal al arquero, que salvó la papeleta agarrando al valencianista y despejando a córner. El ascenso español en la agresividad redirigió la dirección del peligro y el portero del Leicester se vio inquietado con continuidad. Ceballos tomó las riendas en la mediapunta y el movimiento trasnformador del escenario se completó. Morata fue incluido a falta de 20 minutos -se fue Rodrigo-, cuando Marcos Alonso mandó por encima del larguero una falta en la frontal.

Southgate recuperó la zaga de tres defensas -cinco en esta tesitura-, metiendo a Walker por Barkley, y confirmó el intento de poner el candado al triunfo desde el catenaccio. Por tanto, una España volcada se enfrentaba a una contrarreloj que pondría nota a su capacidad de inventiva ante un muro de diez obreros. Sin embargo, sólo un centro-chut de Alcácer se acercaría al objetivo -Pickford hubo de estirarse-. La presión a cancha completa funcionaría, atrincherando a los británicos, y Thiago, Asensio, Morata y Alcácer dispararían fuera de la diana. Marcos Alonso remataría al poste y Ramos hizo el 2-3 en el descuento. Pero el respingo en todos los parámetros de los jugadores nacionales no arribó a la orilla. La versión rocosa de los semifinalistas del Mundial 2018 les bastaría para celebrar un clinic inesperado. Luis Enrique tiene trabajo, si bien sigue siendo líder del grupo (por dos puntos).

lunes, 15 de octubre de 2018

A UN PASO DE LA FINAL FOUR

España recibe esta noche en el Benito Villamarín a la selección inglesa y una victoria le abriría el paso a la final a cuatro de la Liga de las Naciones

Antonio Blanca

España, intratable desde que Luis Enrique se hizo con su banquillo, quiere cerrar por la vía rápida el pase a la fase final de la Liga de las Naciones con un nuevo triunfo ante Inglaterra, rival frente al que se inició este nuevo ciclo. El preparador asturiano afrontará en el estadio bético su cuarto partido como seleccionador y en los tres anteriores levantó la moral de un equipo tocado tras la decepción del Mundial de Rusia.

El debut de Luis Enrique fue en este nuevo torneo con el reto de superar a una envalentonada Inglaterra tras su buen papel en el Mundial y además en el siempre complicado estadio londinense de Wembley. España ganó en esa primera jornada 1-2 y días después confirmó las buenas sensaciones en Elche al golear a Croacia (6-0), un adversario que llegaba como subcampeón del mundo y que fue zarandeado por la nueva selección nacional.

Ahora, en este nuevo período de partidos internacionales, España se probó el jueves pasado en un amistoso en Gales y, pese a que aprovechó la cita para efectuar muchas rotaciones, algunas obligadas por las lesiones, el combinado volvió a dar una grata impresión (1-4). En Sevilla, y tras el 0-0 con el que concluyó el viernes el otro partido del grupo, Croacia-Inglaterra, a España le vale el empate para estar virtualmente clasificada aunque todo sería matemático para ser primera con la victoria en el Villamarín.

Todo apunta a que Luis Enrique vuelve a efectuar muchos cambios y a que los más fijos retornen al 'once', casos del madridista Nacho Fernández, el jugador del Chelsea inglés Marcos Alonso o el barcelonista Sergio Busquets, quienes descansaron en Cardiff. Se plantean dudas sobre la posibilidad de que el delantero Paco Alcácer, en racha con el gol en la selección -doblete ante Gales- y en el Borussia Dortmund, siga como titular. Y también es posible que Luis Enrique le dé el gusto a Marc Bartra de jugar en su estadio ante la mayoritaria presencia de béticos, y más después de que aprovechara perfectamente la segunda parte que disputó ante Gales, con tanto incluido.

En cualquier caso, el Villamarín, que acoge su decimocuarto partido del combinado nacional y lo hace 23 años después de que se impusiera a Armenia (1-0) el 7 de junio de 1995, estará cercano al lleno en las cerca de sesenta mil localidades que tiene después de su última remodelación.

La selección inglesa, por su parte, jugará por segunda vez en Sevilla, tras el que tuvo lugar el 11 de febrero de 2009, con el italiano Fabio Capello como seleccionador y que perdiera 2-0 ante España en un amistoso disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán organizado por el cincuenta aniversario de la inauguración del estadio sevillista. Ahora, Gareth Southgate y los suyos llegan a Sevilla con muchas bajas, dudas y la necesidad de sumar para no descender a la Segunda División de la Liga de Naciones.

En un intento de revolucionar el equipo que llegó a semifinales del Mundial de Rusia y acabó firmando un notable cuarto puesto, el técnico inglés probó en el empate a cero contra Croacia un nuevo sistema de juego que rompe con el esquema de los tres centrales y los dos carrileros recurrente hasta ahora. En suelo croata, Southgate utilizó un 4-3-3 clásico, marcado por la plaga de bajas que afecta a Inglaterra y que se acrecentó tras el paso por el vacío estadio de Rijeka.

En la sequía goleadora ante Croacia, Jordan Henderson, centrocampista del Liverpoool, y John Stones, central del Manchester City, vieron su segunda amarilla de la competición y no podrán estar ante España. Estas dos ausencias obligan a Southgate a volver a romperse la cabeza para idear un once de garantías. Sin lateral izquierdo por las lesiones de Danny Rose y Luke Shaw, en Croacia dio la alternativa al joven del Leicester City Ben Chilwell, quien debutó con la camiseta inglesa y lo hizo con notable alto, por lo que el que repita titularidad en Sevilla parece fuera de toda duda.

Joe Gomez, del Liverpool, sería el acompañante de Harry Maguire en la pareja de centrales y sin Henderson en el centro del campo, Harry Winks, junto a Eric Dier y Ross Barkley, es la opción más clara ante un equipo que no cuenta en esta convocatoria con jugadores del nivel de Dele Alli, Fabian Delph y Jesse Lingard, todos fuera por problemas físicos.

Si Southgate mantiene la idea de jugar con tres arriba, Raheem Sterling y Marcus Rashford acompañarían en la punta de ataque a Harry Kane, quien ya acumula seis partidos con la selección sin ver puerta. La última vez que lo hizo fue en los octavos de final del Mundial contra Colombia al anotar desde el punto de penalti. Kane querrá marcar para acallar las críticas de este inicio de temporada en Inglaterra, donde le colocan un par de escalones por debajo del nivel del año pasado, y para reivindicar su figura de Bota de oro de la Copa del Mundo.

jueves, 11 de octubre de 2018

EL VALLADOLID DE RONALDO

Valladolid celebra la llegada de Ronaldo por el impacto económico, mientras que a nivel deportivo el equipo se sitúa séptimo tras las tres últimas victorias

Antonio Blanca

Hubo un tiempo en el que el Valladolid sufría a Ronaldo Nazario. Hasta seis tantos les marcó el brasileño en su etapa como jugador, dos con la camiseta del FC Barcelona y cuatro con la del Real Madrid. Los más importantes fueron los dos que hizo el 1 de febrero de 2004, en la última visita de Ronaldo como jugador, que valieron una remontada en el José Zorrilla cuando el Madrid perdía 2-0 en el descanso. Aquellos aficionados que le maldecían desde sus butacas celebran 14 años después su llegada, rodeando el palco y vitoreando las imágenes que aparecen en el marcador cuando le enfocan. El brasileño se convirtió en el máximo accionista del club el pasado 3 de septiembre y desde entonces todo son alegrías.

El equipo marcha en una cómoda séptima posición y con una solidez defensiva envidiable. Tan solo ha recibido 6 tantos, menos que Real Madrid, Barça o Sevilla. Y es que, pese a que se estrenó con derrota ante el Alavés, parece ser que la llegada de Ronaldo ha supuesto un aire de motivación en el área deportiva. Arriba el Valladolid no conseguía ver puerta y ahora ha cogido una racha demoledora. Como si el Fenómeno estuviera en el campo en vez de en el palco, en sus últimos cuatro partidos el equipo ha marcado siete goles que han valido 10 de sus 12 puntos, que les dejan a solo 4 del líder.

La buena relación que mantiene Ronaldo con Florentino, y con el madridismo entero, es un dato a tener en cuenta. En la parcela deportiva la llegada del astro brasileño podría abrir un abanico de posibilidades antes impensable. Ahora que se han estrechado lazos con el club blanco, sumados a la buena imagen deportiva que está mostrando el Valladolid, pueden resultar cesiones de mucha calidad. El nuevo propietario del club ya mostró a su llegada su predilección por Vinicius.

Ronaldo ha querido involucrarse profundamente con el proyecto. Desde su llegada lo dejó claro, “¿Pensáis que voy a comprar un club y al día siguiente me voy a ir de vacaciones?”. Es una persona cercana y ya lo ha demostrado. Antes de subir al palco, Ronaldo espera en la puerta de los vestuarios, junto al túnel que accede al campo, y da ánimos a los jugadores antes del encuentro. Como declaró en El Norte de Castilla: “Me quedo con la unidad del equipo, dentro y fuera del campo”. Ronaldo está orgulloso del papel que está realizando el equipo y muestra la buena armonía que se viven estos días en el equipo blanquivioleta.

Tenéis en mí a un enamorado de Valladolid y del Real Valladolid”. Esta relación no comienza ahora, viene de años atrás. Su punto de unión, fuera del terreno de juego, se formó concretamente en 2007, cuando adquirió acciones de Cepa 21, bodega de la Ribera del Duero bajo. Y ya hace mucho tiempo que el astro brasileño tenía en mente ser propietario de un equipo de fútbol. En 2014 adquirió el 25% del Fort Lauderdale Strikers de Florida, y a primeros de este año, se empezaron a escuchar los rumores sobre que el embajador del Real Madrid quería adquirir un equipo español. Diarios como O Globo se hicieron eco de la noticia, informando en mayo de la oferta por el equipo de Pucela, de 30 millones de euros.

La llegada del brasileño ha causado un impacto muy positivo para la ciudad castelloleonense y podría provocar llegada de nuevos patrocinadores a nivel nacional e internacional. María José Hernández, presidenta de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Valladolid, declaró a la Agencia EFE que la llegada de Ronaldo “no solo va a beneficiar al Real Valladolid como club, sino también al comercio, los transportes, las agencias de viaje o el turismo de la ciudad y la provincia”.

La llegada de Ronaldo supuso un aumento del interés del Real Valladolid de un 2 a un 32% en China, de un 3 a un 45% en la India o de un 2 al 32% en Estados Unidos. La repercusión del único deportista, junto a Michel Jordan, que tiene un contrato vitalicio con la marca Nike, no ha pasado desapercibida por nadie y el Ayuntamiento de Valladolid ha trazado un Plan Estratégico de Turismo basado en el deporte y la gastronomía. De momento, pasado un mes desde que se hiciera oficial su llegada, el Valladolid y la ciudad han recorrido una distancia solo posible con la zancada del Fenómeno, que sigue generando oportunidades allá por donde va.

lunes, 8 de octubre de 2018

¿QUIÉN QUIERE LA LIGA?

El Barcelona tampoco salió del atasco en Mestalla, donde enlazó su cuarto partido seguido de La Liga Santander sin ganar, y su empate ante el Valencia (1-1) concede el liderato al Sevilla

Julio Candela

El torneo español tuvo tres líderes este domingo. Comenzó el día en cabeza el Barcelona, igualado a puntos con el Real Madrid y su verdugo del sábado, el Alavés; luego ocupó la cima el Atlético de Madrid al vencer al Betis (1-0); y le relevó el Sevilla al derrotar al Celta (2-1) porque en el último encuentro de la octava jornada el conjunto de Ernesto Valverde firmó tablas (1-1).

La clasificación sigue comprimida como pocas veces, con el Sevilla en cabeza con 16 puntos, uno más que el Barcelona y el Atlético de Madrid, y con el Real Madrid, el Espanyol, vencedor del Villarreal por 3-1, y el Alavés a dos.

Mientras su gran rival, el Real Madrid, se hundía un poco más en Mendizorroza ante el Alavés (1-0) el sábado, el Barcelona no pudo tampoco emerger después de su importante triunfo en 'Champions' en Wembley ante el Tottenham.

El Barcelona, atascado
Se encontró con un Valencia rocoso, que había encontrado por fin el aire la pasada jornada con su victoria en Anoeta y que le impidió retener el mando en LaLiga.

Se adelantó muy pronto el bloque de Marcelino García Toral, que nunca ha conseguido ganar al Barcelona, con una diana del argentino Ezequiel Garay a la salida de un córner (m.2), pero apareció de nuevo Leo Messi para, tras una pared con el uruguayo Luis Suárez, igualar el partido.

El Valencia no pudo con el cuadro barcelonista, que mejoró y mandó más con el paso de los minutos, pero no le dio para llevarse la victoria y entregó el liderato al Sevilla, que enlazó su cuarta victoria liguera seguida al imponerse al Celta por 2-1 en un bonito encuentro.

El Sevilla, nuevo líder
Como tantas veces ocurre en el fútbol, se adelantó el equipo que peor estaba jugando, el de Pablo Machín, con un preciso remate de cabeza de Pablo Sarabia a centro de Jesús Navas (m.39).

La expulsión del mexicano Néstor Araujo (m.58), que vio dos amarillas seguidas, frustró la pretensión de remontada del equipo que dirige el argentino Antonio Mohamed. Casi de inmediato el franco-tunecino Wissam Ben Yedder, con el VAR como 'autorizador' de la jugada, firmó el 2-0.

No se rindió, no obstante, el Celta, que acortó distancias con un magnífico tanto del franco-marroquí Sofiane Boufal y que aún tuvo tiempo para soñar con el empate, pero el Sevilla supo mantener su mínima ventaja y se instaló en el liderato que a la postre se convirtió en la segunda plaza.

El Atlético mete presión
Otro argentino, Ángel Correa, fue el encargado de definir el triunfo del Atlético ante el Betis (1-0). Había saltado al campo en el minuto 57 y en el 74 enganchó un perfecto disparo desde el borde del área que entró junto a un poste para premiar el buen segundo periodo del cuadro de Diego Pablo Simeone.

El Betis, también inmerso en la lucha por la zona de privilegio, expuso en el Wanda Metropolitano de nuevo su fútbol de posesión, pero se mostró nulo ante la mejor defensa del campeonato. La ambición rojiblanca encontró el premio en la diana del 'ángel salvador' Correa.

El Espanyol hunde más al Villarreal
El Espanyol se instaló con letras mayúsculas entre los mejores a costa de un Villarreal (3-1) que no acaba de arrancar. El conjunto de Joan Francesc Ferrer 'Rubi' es el único que ha ganado todos sus partidos como local.

Lo logró gracias a dos dianas en el tramo final, obra de Sergi Darder (m.79) y del argentino Pablo Piatti (m.92), que desequilibraron el 1-1 con el que se llegó al descanso tras marcar el paraguayo Hernán Pérez (m.7) e igualar el camerunés Toko Ekambi (m.45).

Tres victorias seguidas del Valladolid
Otra de las grandes sorpresas de esta fase inicial de LaLiga es el Valladolid. En el encuentro matinal logró su tercer triunfo consecutivo al imponerse, en un duelo de recién ascendidos, al colista Huesca (1-0) con un tanto de Rubén Alcaraz.

domingo, 7 de octubre de 2018

EL MADRID MIRA AL ABISMO

Inoperante el equipo de Lopetegui, suma ya cuatro partidos sin ganar y sin anotar un solo gol

Antonio Blanca

El Real Madrid compareció en Mendizorroza con la firme intención de romper la racha de sequía goleadora (no se veía una circunstancia similar desde hace 12 años en el club capitalino) y, de paso, despistar a la crisis de resultados y presionar al Barcelona en la pugna por el liderato liguero. En la trinchera local se plantaría un Alavés que navegaba en la sexta plaza clasificatoria, lo que remarca el buen arranque de curso de los vitorianos. Por tanto, los vascos exigirían al coloso la concentración, precisión y compromiso colectivos que no mostraron en los tres duelos precedentes. Y seguir desapreciando puntos en el torneo de la regularidad no era del todo oportuno para el vigente campeón de Europa.

Julen Lopetegui, que ya ha empezado a saborear el aroma del cuestionamiento, apostaría por virar su esquema hacia el 4-4-2 más equilibrado, ese que le entregó el mando en el segundo acto del derbi colchonero. Sin sus laterales titulares -lesionados Marcelo y Carvajal-, Nacho y Odriozola entraron en un once que colocó a Ceballos al lado del trivote habitual, con Benzema y Bale de vuelta. También regresaba Sergio Ramos. Apagó el técnico vasco las rotaciones, dejando a Asensio y a Keylor Navas en la banca. Y Abelardo, por su parte, reprodujo el dibujo característico (4-4-2 en ataque y 4-5-1 en defensa), con una medular de perfil físico y flechas para buscar la contra.

Para romper con la dinámica previa, los visitantes salieron metidos en calor con rapidez. Monopolizaron el cuero, con circulaciones más rápidas y una verticalidad mayor, amortizando los desmarques de ruptura de Bale. Ceballos, Modric y Benzema habrían de mezclar entre líneas y lo harían con precocidad. Con el Alavés encerrado en campo propio y cediendo metros y la iniciativa, las ocasiones fluyeron.

En el quinto minuto Modric atisbó un movimiento al espacio de Bale que el galés usó para ceder a Benzema. El galo detectó la incorporación de Ceballos, que se perfiló y desde el pico del área lanzó a la cepa del poste. Pacheco se estiró para provocar un córner que desembocaría en la parábola del andaluz que peinó Nacho. La redonda lamió la madera. De inmediato, Odriozola culminó otra asociación coral (proporcionada por Kroos con un cambio de dirección) con un centro que Benzema remató para que Laguardia achicara bajo palos.

Pasada la media hora se sacudió el Madrid la argucia vitoriana con una mayor intensidad en fase defensiva y vehemencia en la gestión de la posesión. En consecuencia, y con la insistencia de Odriozola, se refrescaría el dominio del tempo y la creación de llegadas laterales de los visitantes, para inquietud de Pacheco y de su escuadrón, cada vez más retrasado. Un robo de Ceballos y lanzamiento aéreo de Kroos que no conectó Bale advirtió a la renovada especulación babazorra. Pina, Brasanac y Wakaso cerraban más los pasillos centrales, pero los carriles se constituyeron en autopistas, sobre todo para Odriozola. Aunque no localizaran remates.

Aún así, se decretaría el descanso con placidez de ambos combinados, cada cual asentado en sus presupuestos. La superpoblación local en la medular le valió aplacar el juego entre líneas contrincante y los de Concha Espina se granejearon un monólogo desprovisto de sustos a medida que perdían claridad en tres cuartos de cancha. La tarjeta al intermedio era familiar para Lopetegui: 74% de posesión y 1 a 6 en tiros. Sólo resultaba diverso, y positivo, el haber mantenido la portería a cero. No se vieron obligados a remontar, como en cada uno de sus enfrentamientos en calidad de visitante hasta esta fecha. Pero les urgía una aceleración en el toque y más desequilibrio individual, con el fin de derribar el muro vasco y a su propia barrera psicológica anotadora.

Partiría la reanudación con Mariano en pista (por un Benzema señalado). El preparador no arriesgó y modificó pieza por pieza -de perfiles distintos-, con lo que eligió contemporizar y no abrir el campo también por la ausente banda de Nacho. Ordenó Abelardo discutir el esférico, sacando a la defensa a 30 metros de su área. Así pues, parecería más optimista del gol el Alavés en el comienzo del segundo acto, y Kroos salvó a los suyos al conjugar un balón suelto en el punto de penalti. Casemiro respondería con un derechazo a las manos de Pacheco, tras otra interceptación alta. Renegó de forma definitiva el Madrid del juego creativo en la mediapunta para inyectar pólvora a su amontonamiento de centros laterales.

Una volea de larga distancia de Duarte desperezó a Courtois y el desborde y centro de Bale inminente y sin éxito se saltarían el centrocampismo e incertidumbre crecientes. Asimismo, Calleri y Wakaso lo probaron desde lejos y el candidato a todo efectuó su segundo cambio: Casemiro dejó su lugar a Asensio. A falta de 30 minutos se la jugaba Lopetegui. Vació de recuperadores a su ecuador de territorio y acumuló atacantes, justo en pleno crecimiento de la fe atacante local. Dibujó una suerte de todo o nada, aferrado a la calidad de su plantilla, y Sobrino recambiaría a Ibai, subrayando la voluntad ganadora vitoriana. Bien en asociación, bien en transición.

Un latigazo desorientado del delantero galés -bloqueado sin espacios- marcaría el inicio del compás postrero: guerreaban los merengues contra su horizontalidad y los alaveses aguardaban el contexto para propulsarse en vuelo. Tronaría en el palco madridista, Bale se lesionó de nuevo y Jony se escapó de todos, a pase de Calleri, para perdonar en un mano a mano con Courtois. La contrarreloj evidenció su vigencia como estado latente del gigante capitalino y con 0-0, y sin nada que llevarse a la boca, afrontaba los diez minutos finales.

El pretendido asalto madrileño ante un sistema vasco recluido estaba servido. Un centro cerrado de Vinicus, después de encarar a su par en la cal izquierda, inauguró el respingo. No concatenaba dos pases un Alavés que no estaba en condiciones de mandar pelotazos bien dirigidos hacia sus faros ofensivos, mas Jony reaccionó (gran rendimiento) con un cañonazo al cielo a cinco minutos del final. El pobre estado de forma de Modric y lo dubitativo de Ceballos y Asensio de cara a la suerte de la finalización arrinconarían a Kroos como el único elemento decisivo. Ante ese panorama, se congeló el ardor madridista y el reparto de puntos se sellaría sin aproximaciones peligrosas sobre Pacheco. Sí ante Courtois, que sacó una mano en el 94 que terminó con el cabezazo a la red de Manu García. Llegó a la orilla triunfal Abelardo (son terceros, empatados a puntos con su rival de este sábado) y Lopetegui sigue a la deriva con el volantazo hacia un estilo combinativo ortodoxo. Otro fallo en la marca sentenció el cuarto capítulo del derrumbe merengue en esta temporada.

jueves, 4 de octubre de 2018

PRIMERA CRISIS DE LOPETEGUI

Desde la segunda etapa de Fabio Capello el Madrid no concatenaba tres partidos sin ver puerta

Antonio Blanca

¿El Real Madrid ha planificado mal la temporada? Es la pregunta que colea en todos los corros deportivos. Florentino Pérez no quiso fichar a un sustituto de garantías para Cristiano Ronaldo (451 goles en 438 partidos), el mejor jugador de la historia merengue y el equipo lo está pagando, al menos en el primer tramo de la temporada. Mariano no cuenta de momento para Lopetegui y, con Bale lesionado, Benzema queda como única referencia. Lo curioso es que el francés nunca ha sido un rematador, y está pareciéndose al jugador inoperante de la pasada campaña salvo en momentos puntuales.

El equipo blanco ha pasado de jugar con Cristiano Ronaldo (referencia) y Benzema (no es una referencia) a hacerlo solo con el francés. Bale, cuando está bien, ayuda a marcar goles aunque juegue en banda, pero si el Real Madrid juega solo con el francés arriba tiene un problema de gol. El resultado es que el equipo lleva tres partidos sin hacer gol, algo que no pasaba desde la 06/07 con Capello como técnico.

Este Real Madrid está diseñado para tener una referencia arriba. En el choque ante el CSKA solo la tuvo cuando entró Mariano, que intentó todo tipo de remates dentro del área. En uno de ellos, el balón se estrelló en el palo. Benzema no pisó el área en casi todo el partido y eso dio muchas facilidades a los centrales, acostumbrados a marcar a un delantero como hacían con Cristiano Ronaldo.

Con Benzema solo arriba, Lopetegui metió ante el CSKA un centrocampista de banda más (Lucas Vázquez). Esto propició más control de balón, circulación y más juego, pero ante un equipo tan encerrado por el centro, las jugadas terminaban en centros desde las bandas que no encontraban rematador porque sencillamente no lo había.

El Madrid necesita gol y Mariano lo tiene. No es lo mismo que Cristiano, pero es más goleador que Benzema. Una de las señas de identidad de este Madrid son y han sido las bandas, y tanto Carvajal como Marcelo han sido los mayores asistentes del equipo.

Con todo esto, el Real Madrid ha marcado en La Liga un total de doce goles en siete partidos, una cifra que no llega ni a dos goles por encuentro. Muy lejos de los números a los que nos tiene acostumbrado este equipo. El Madrid, sin Cristiano, necesita a Bale más que nunca, pero más una referencia y la única que tiene es Mariano.

lunes, 1 de octubre de 2018

SIN MANDO

Después del arranque liguero y la disputa de varias jornadas, ninguno de los grandes equipos de la Liga Española se ha diferenciado respecto de sus rivales

Antonio Blanca

A pesar de todo, el Barcelona lidera la clasificación con 14 puntos, los mismos que el Real Madrid. El Sevilla está con 13, mientras que el Atlético cuenta con 12.

Dos puntos en tres jornadas es un balance inexplicable para un equipo que tiene a Messi. Y peor aún si se atiende a cuáles fueron los rivales: Girona, Leganés y Athletic. El juego mostrado por los azulgranas está siendo deficiente y su defensa, con Piqué a la cabeza, es un agujero. Si la pasada temporada los de Ernesto Valverde ofrecieron ante todo fiabilidad antes que juego, ahora tampoco llegan los resultados.

Valverde debe encontrar soluciones inmediatas porque ahora afronta un calendario de verdad exigente: Tottenham, Valencia, Sevilla, Inter y Real Madrid. Un mes de octubre tremendo en el que debe exponer si todo lo visto es coyuntural o si hay enfermo.

Completó una semana deficiente que comenzó con la derrota 3-0 ante el Sevilla y continuó el sábado con su empate en casa 0-0 ante el Atlético. El mal principal del equipo de Julen Lopetegui es obvio con una estadística inapelable: un gol en los últimos tres partidos. Y su mejor goleador, Gareth Bale, se lesionó en el clásico madrileño. También permanecen en la enfermería otros dos recursos ofensivos relevantes, como son Isco y Marcelo.

"No hemos marcado y así no podemos ganar", fue el diáfano análisis que hizo el entrenador blanco del derbi. Ante el equipo rojiblanco, el Real Madrid ofreció dos caras diferentes: sin soluciones en la primera parte y mucho más dinámico en la segunda, cuando Bale se marchó y entró un centrocampista como Dani Ceballos.

Lopetegui tiene ante sí dos retos: encontrar caminos para el gol y mejorar la competitividad y regularidad de un equipo que no supo ganar cada partido exigente que tuvo esta temporada, salvo el 3-0 ante la Roma. Cayó 4-2 ante el Atlético en la Supercopa de Europa, tampoco pudo con él en la Liga, sufrió una goleada en Sevilla y no pasó del empate 1-1 en su visita al Athletic.

El equipo colchonero llegó a estar a siete puntos de la cabeza de la Liga, pero ha ido de menos a más después de abrir la temporada con un calendario difícil. Sin embargo, la duda es permanente: ¿Es posible algo más de ambición?

Ante el Real Madrid, el técnico argentino Diego Simeone quitó a un delantero como Diego Costa para situar a un centrocampista defensivo como Thomas en la segunda parte. El Atlético renunció a la victoria después de ofrecer una buena primera parte y tener oportunidades.

Con su defensa cada vez más ajustada, el conjunto rojiblanco sigue esperando a Antoine Griezmann. Dos goles en ocho partidos es un pobre balance para un delantero que pretende comer en la misma mesa que Messi y Cristiano Ronaldo.