Final de la Copa del Rey con la ausencia de su Majestad que se llevó el Sevilla 0-2 ante el Atlético de Madrid
Antonio Blanca
Jugó el equipo de Antonio Álvarez (puede que el técnico de la casa se haya ganado permanecer un año en el banquillo de Nervión) su partido, matar a la contra, aplacar al rival desde atrás, y le salió bordado. Tres zarpazos, dos de ellos dentro, uno marrado por Negredo que queda ya en efímera anécdota. La cantera, esta vez la del Sevilla en un estadio que la está disfrutando también (la del Barça), tiró del equipo andaluz, Capel y Navas, gol del rubio a los cuatro minutos de partido. Gol del moreno a tres minutos del final. Dos golpes mortales del Sevilla al Atlético, dos latigazos que sacudieron a los de Quique Sánchez Flores que desplegaron mejor fútbol, tuvieron más ocasiones pero al abnegación de cara a puerta de sus atacantes y la gran noche de Palop impidieron un “doblete” merecido.
Con una noche primaveral saboreando aromas veraniegos en Barcelona. Un Camp Nou teñido de rojo y gualda (Laporta estaba en una pesadilla), el himno con la presencia de don Felipe de Borbón fue coreado en la versión corta del “loroloro” por ambas aficiones al unísono. Fue una fiesta del fútbol español. Las dos aficiones rindieron al máximo, Sabina le echó un pulso al Arrebato. Empate en las gradas, en el palco, un espantapájaros con aromas de gánster, traje a rayas incluido y un sombrero fetén, gracioso y hasta simpático si uno se salta el protocolo por donde le va en ganas. Propongo el año que viene a alguien que suba con guitarra y un gorro de Papa Nöel, sería una imagen aún más risible.
Pero dejando al margen la estampa del palco, insisto pobre Laporta ante tanta muestra de nacionalismo español en su propia casa, el partido siguió mejor el guión del Sevilla que del Atlético. El gol inicial de Capel mató al Atlético de Madrid que ya no tuvo tiempo de plasmar el inicial dibujo de Quique, sino que a base de empuje, arreones de Reyes, internadas de Ujfalusi y tiros de Forlán fue cerrando atrás al Sevilla, que supo defenderse como gato panza arriba. Así transcurrió la primera parte. En la segunda, tanto de los mismo, echó en falta el Atleti al “Kun”, no ha estado bien en la final copera el argentino, pero como escribió Billy Wilder “nadie es perfecto”. Los andaluces salían a la contra, los rojiblancos conforme pasaba el tiempo se volcaban todavía más sobre el área blanquirroja, pero la pelota no quería entrar. En estas que agonizando la final, Perea, el colombiano cometió un error de parvulario, y Navas (hoy será llamado por Del Bosque) marcó un golazo, mano a mano con De Gea, y la final rumbo al AVE, pero con destino Sevilla.
Tributo merecido a la memoria del malogrado Antonio Puerta, el Sevilla tenía la espina de rendirle un homenaje Copa en mano. Fue la del Rey, tres años después la que le dedicó. Palop la recogió de manos del Príncipe, los sevillistas vuelven a reverdecer noches de gloria, en agosto se medirán con el Barcelona, ahora les toca disfrutar en el final de la temporada. Enhorabuena al Sevilla. Los clubes cierran la puerta (el sábado la final de la Champions en el Bernabéu), turno para vestirnos de español, nos vamos a Sudáfrica, a intentar convertir los sueños en realidad.