Reunión entre Florentino Pérez, José Mourinho y Zinedine Zidane para definir el puesto del astro francés en el organigrama blanco tras la petición del míster portugués
Antonio Blanca
El día después de las cruces no puestas, a Benzema tal vez sí, si Zidane no lo remedia en su nueva faceta de asesor (mano derecha) de José Mourinho en el vestuario del Real Madrid. No se sentará el ‘5’ eterno del equipo merengue en el banquillo, no quiere ser presa del objetivo de las cámaras, se las deja inteligentemente a “Mou” y Ronaldo, él trabajará en la sombra codo con codo con “the special one”. Van a ser dos, muy diferentes, complementarios, dos genios, uno del banquillo, el otro de la pelota, que se unifican en pro de sacar adelante un ilusionante proyecto para el madridismo. Uno ha sido santo y seña, Zinedine Zidane, el otro se convertirá en uno de los entrenadores más recordados en la historia del conjunto blanco.
Tras la vuelta de Florentino Pérez a la presidencia del equipo de la capital de España, contó como asesor de presidencia con la figura de Zinedine Zidane, más testimonial que presencial. Con un despacho en el Santiago Bernabéu, el “marqués de la hierba” apareció muy poco, en algún viaje, con alguna declaración que otra en la web oficial del club y a algún medio de comunicación. Una representación indirecta, respuestas y consejos a consultas de Florentino. Pero ahora con Mourinho en el banquillo, el rol del francés va a cambiar.
José Mourinho sabe lo que ha sido Zidane en el fútbol y lo que simboliza para el Real Madrid y el madridismo. Le va a dar igual tenerlo en la grada, porque será dentro, en el vestuario y en Valdebebas donde “Yaz” realice su cometido. Si se le da la mitad de bien que como jugaba al fútbol (siempre he defendido la teoría que todos los futbolistas jugaban al fútbol, mas Zidane era el fútbol), habrá sido un acierto pleno. Zidane y Mourinho, una extraña pareja, pero de oro. ¿Qué opina Valdano (desaparecido del mapa) de todo esto?