El club de fútbol Liverpool ha incurrido en impago de más de 280 millones de libras que debe a Royal Bank of Scotland y Wells Fargo, lo que podría acabar con el club en protección por bancarrota, según publica Bloomberg citando a tres personas cercanas a la situación.
A pesar de que la prensa inglesa publicaba que la deuda vencía el 15 de octubre, el crédito ya está en "default". Los dueños del club, los americanos Tom Hicks y George Gillett, están tratando de bloquear el acuerdo de venta del club al que llegaron el resto de miembros dle consejo del Liverpool.
Aunque los bancos preferirían no poner el equipo bajo administración judicial, el club podría acabar así si la operación de venta se retrasa indefinidamente en los tribunales, según las fuentes de la agencia estadounidense.
De entrar en administración concursal, el Liverpool tendría una sanción de nueve puntos en la Premier League, lo que ahondaría sus problemas deportivos, ya que actualmente es antepenúltimo en la liga inglesa.
De momento, RBS explicó ayer que tuvo un requerimiento judicial el 8 de octubre para evitar que los dueños expulsaran del consejo a otros miembros como forma de evitar la venta del club.
Los dueños habrían roto el acuerdo de compraventa al que llegaron en su momento al intentar sustituir al presidente Martin Broughton y otros miembros independientes, y no tiene nada que ver con posibles pasos para buscar un administrador judicial, según RBS.
Hicks y Gillette podría perder alrededor de 140 millones de libras de consumarse el actual acuerdo con la empresa NESV.
