lunes, 27 de diciembre de 2010

¿QUIÉN MANEJA LOS HILOS?

Muchos pulsos en el ámbito interno del Real Madrid han hecho tambalear la posición de un alicaído y silencioso Florentino Pérez

Antonio Blanca

El Real Madrid disfruta de las navidades mirando a los despachos, los suyos más que nada. Movimientos eléctricos y convulsos. Hay que trabajar mucho y en silencio para comenzar a perfilar operaciones que marcarán la próxima temporada. Dos son las principales: fichar un nueve y renovar a Pepe. En las dos, un hombre toma fuerza. Jorge Mendes, el todopoderoso representante de Mourinho o Cristiano entre otros, hace crecer su sombra hasta atreverse con lanzar un pulso al mismísimo Florentino Pérez. Reto titánico. El futuro a corto plazo del Real Madrid está en juego. Su paz interna, también.

No suena exagerado. Es la realidad de un proyecto que está imbuido del estilo de este joven triunfador portugués, amante de su trabajo, tiburón en lo suyo.

¿Recuerdan el pulso "Mou"-Valdano tras el partido contra el Sevilla? Varios de los acicates por los que el entrenador portugués del Real Madrid se enfrentó a su director general y puso en un brete a Florentino Pérez llevan la firma Mendes.

Entre los asuntos que disgustan a 'The Special One' se encuentran precisamente los anteriormente reseñados, el fichaje de un nueve y la continuidad de Pepe. A lo segundo, la directiva merengue sí que se sentaría para realizar un esfuerzo, pero la cosa está más enquistada en la adquisición de un ariete.

Valdano (también Florentino Pérez) se niegan a que venga alguien en el mercado invernal. No es una opción cerrada. Depende de Higuaín. El delantero argentino del Real Madrid se prepara para conocer si pasará por quirófano. Sobre el 10 de enero se tomará la decisión definitiva.

Si hubiera que operar, habrá que mirar a un mercado invernal que no gusta ni al presidente, ni a su mano derecha. "Los buenos delanteros se fichan en verano", insiste Florentino quién también repite sin parar su fe hacia Benzema. De momento un fracaso estrepitoso si a su precio y el abolengo con el vino al Real Madrid nos referimos.

Opinión que choca directamente con los deseos de Mourinho. El portugués quiere fichar a un delantero y quiere, además, a Hugo Almeida. El también luso del Werder Bremen ha estado esperando hasta el último segundo para no firmar por el Besiktas. Quería irse a la capital de España. Valdano lo ha impedido. "Never, never, never", que diría Florentino.

Al final, Almeida ha terminado en Turquía para disgusto de 'The Special One' y de un tercer invitado a la fiesta. ¿Adivinan quién representa a Almeida? Acertaron: Jorge Mendes.

El Real Madrid planteó en su día a su entrenador distintas opciones para fichar, pero el técnico sólo insistió con vehemencia en aquella que también suponía beneficios para su representante. No es la primera vez y en los despachos de la Castellana, los directivos merengues se hartan.

Ya en el pasado ocurrió con David Luiz o Coentrao (Benfica) o Raul Meireles (Oporto). Todos aparecieron en la agenda blanca por insistencia de Mourinho. Otros sí que cayeron en las redes madridistas como Di María o Carvalho. Todos pertenecen a Mendes.

En los anteriores equipos en los trabajó el entrenador blanco conocen estas técnicas. Inter (Quaresma, Motta), Chelsea (Carvalho, Peter Cech, Paulo Ferreira, Deco), Manchester (Nani, Anderson, Cristiano Ronaldo) u Oporto (Maniche, Costinha, Deco), han probado la influencia del matrimonio Mendes-Mou. Si no se fichan los jugadores del primero, llega el enfado del segundo.

Pepe y su renovación es otro ejemplo evidente de que las preferencias del inquilino del banquillo blanco están claramente guiadas por Mendes. El central también pertenece a la nómina del dueño de Gestifuse, su empresa de representación.

El central quiere prolongar su contrato más allá de junio de 2012, pero para ello pide seis millones netos al año, o lo que es igual: dos millones más que Xabi Alonso o Messut Özil entre otros. La cifra es ofensiva para la directiva blanca. No piensan pagar ese sueldo y como mucho le ofrecen cuatro millones por temporada, lo que consideran más que suficiente para un defensa.

Pepe se enroca. "Yo sólo quiero quedarme en el Real Madrid", dijo este domingo en Marca TV, "pero la decisión no depende de mí", ratificó. Mensaje entre líneas: "Si el Real Madrid me paga lo que quiero, me quedo".

Como no podía ser de otra forma, este culebrón cuenta también con el apoyo del tándem Mourinho-Mendes. El entrenador defiende a muerte la renovación del central. Resulta curioso que en otro caso delicado, el de Sergio Ramos, no haya hecho tanto hincapié.

El defensa andaluz sí que se quedará en el equipo merengue hasta 2017 por un sueldo que llegará a los cinco millones limpios por temporada. El agravio ha enfadado mucho a Mourinho y también a su representante. Consideran que es una falta de respeto hacia su jugador. Nuevo pulso en el Bernabéu.

De cómo se resuelvan ambos conflictos puede depender la evolución de las próximas operaciones blancas y la estabilidad del proyecto de Mourinho en el Real Madrid. Por ahora las posiciones parecen claras. Nadie da su brazo a torcer. Es el pulso de Mendes al mejor club del siglo XXI. Malos tiempos para la lírica del fútbol a la vieja usanza. El fútbol lo controlan los representantes.