jueves, 14 de febrero de 2013

LO DEJÓ VIVO



Intenso y vibrante partido de ida de los octavos de final en el Santiago Bernabéu donde el Madrid pudo golear al United pero acabó con un resultado adverso

Antonio Blanca

El de anoche fue uno de esos partidos de auténtico sabor europeo. Dos grandes frente a frente y los dos queriendo ganar. Madrid y Manchester tributaron un choque eléctrico, en ocasiones frenético, sin tiempo para pestañear y perderse cualquier jugada. El equipo de “Mou” vivió en el área de los red devils, pero tuvo dos o tres fallos garrafales defensivos y lo acabó pagando, empate a uno y a jugarse la temporada el cinco de marzo en Old Trafford. Curiosamente el gol del Manchester se produjo de un córner que no fue y tras un despiste de marcaje de Ramos, que anoche no brilló como se podría esperar. Jugó bien el Madrid, todos notables, pero ninguno sobresaliente, ni siquiera Ronaldo que marcó un golazo de cabeza tras mantenerse en el aire un segundo esperando a que le llegara el cuero.

De Gea, el portero del United, muy cuestionado por la prensa inglesa ayer borró dudas sobre su capacidad y se dio su bautismo de oro, saliendo por la puerta grande el estadio Santiago Bernabéu. Hasta ocho paradones realizó el meta madrileño que salvó balones impensables y que evitó que el Madrid venciera y viajara a las islas con mejor resultado, puesto que ahora tiene la obligación de marcar al menos un gol. Imagino que en Manchester el partido también será abierto, con ocasiones y espacios, pero no solo para los merengues, también para los pupilos de Ferguson que tienen pólvora arriba y que pueden amargarle la noche a Diego López.

No está siendo la temporada de Benzema ni tampoco la de Higuaín. Los dos ‘9’ blancos tienen algo de sobrepeso y se les nota. También la voluntad del argentino, pero con ella no es suficiente, como las desconexiones mentales del francés en los partidos. Hay tres semanas por delante y creo que Mourinho debiera apostar por uno de los dos, darle autoconfianza, inyectarle moral a raudales y obligarle a hacer dieta para estar en óptimas condiciones para la primera semana de marzo, porque tanto ellos, como el portugués como la entidad como la afición se juegan el todo o nada. El Real Madrid puede estar el 5 de marzo con la temporada finiquitada, un varapalo que por ahora nadie quiere imaginar y desde luego es evitable.