Jordi Grimau
El FC Barcelona se ha proclamado nuevo campeón
de la Supercopa de España al empatar ante el Atlético de Madrid (0-0)
en el Camp Nou y gracias al valor doble de los goles fuera de casa (1-1,
en el Calderón) después de 90 minutos en que Valdés fue el héroe al
sacar dos grandes ocasiones que eran goles rojiblancos y poco más, en un
duelo aburrido y de perfil bajo pero que sirvió para proclamar
supercampeón al cuadro catalán.
No fue un partido de buena nota, pero el Barça supo controlarlo y
reaccionar cuando en la segunda parte el Atlético intentó buscar el gol,
aunque de cara a portería no inquietó a un Courtois a quien no le hizo
falta sacar a relucir su seguridad bajo palos, como sí tuvo que hacer su
colega Valdés, providencial para que el trofeo se quedara en casa y
dando más valor todavía al gol de Neymar en el Calderón, que puso el 1-1
definitivo de esta eliminatoria.
El Barça empezó controlando el partido, tónico que perpetuó
durante toda la primera parte, pero su intensidad fue disminuyendo a la
par que el Atlético se dedicaba a esperar atrás, bien encerrado para
salir a la contra, y los blaugranas no encontraban espacios. Pese a que
Messi y Neymar jugaron juntos por primera vez de inicio, y a su
movilidad junto a Alexis y Cesc, no consiguieron desestabilizar a la
zaga colchonera.
Con Cesc de 'falso 9' y Messi en la derecha por primera vez desde
hace mucho tiempo, como en sus inicios, Martino intentó sorprender pero
la verdad es que hubo pocas acciones de ataque y menos con claro peligro
para Courtois, que resolvió bien su trabajo. Eso sí, Filipe Luis
lanzándose al suelo evitó un uno contra uno clarísima entre el argentino
y el belga.
En el lado contrario, Valdés estuvo providencial para enviar a
córner a falta de cuatro minutos para el descanso un disparo con sabor a
0-1. A disparo durísimo de Arda Turan dentro del área tras una jugada
de combinación del Atleti propia del mejor Barça del 'tiki taka', al
primer toque, Valdés sacó una mano salvadora en una jugada que fue de
largo lo mejor de un primer tiempo aburrido y apático.
Pese a que no hubo cambios en ningún bando, el equipo de Diego
Simeone tomó las riendas en los primeros minutos de la reanudación.
Estiró líneas y buscó la asociación, y antes de que el Barça se diera
cuenta y pudiera corregirlo tuvieron la segunda ocasión clarísima para
adelantarse, pero se toparon de nuevo con Valdés. Esta vez, a disparo
roscado de Villa (pitado en su vuelta al Camp Nou) marca de la casa del 'Guaje', la 'pantera de
L'Hospitalet' puso la mano izquierda dura abajo para evitar el segundo
gol del asturiano en esta Supercopa.
Poco a poco los blaugranas recuperaron la iniciativa. Intentaron
ir arriba y recuperar el control que parecían haber perdido, y con mayor
presencia en área colchonera pero sin llegar a poner a prueba a
Courtois. Martino movió ficha desde el banquillo pero fueron cambios de
cromos, Pedro por un desaparecido Alexis e Iniesta por un Cesc perdido
entre tanto cambio posicional, aunque no hubo cambio táctico.
En el Atleti necesitaban el gol para ganar la Supercopa y se
esperaba que estiraran líneas pero el tiempo iba pasando sin llegar a
este punto. Valdés salvó dos goles pero poco más tuvo que hacer para
mantener su portería a cero, y en los últimos instantes el nivel de
dureza incrementó por parte 'colchonera' propiciando, en contra de sus
intereses, que se parara el juego y no pudieran centrarse en practicar
el buen juego del principio de segunda parte.
Además, en una acción un tanto 'infantil', Filipe Luis se enzarzó
con Dani Alves en una subida del blaugrana por su carril y fue expulsado
por derribar en dos ocasiones a su compatriota. Con uno menos, todavía
fue más difícil para los visitantes ponerse arriba, y eso que Leo Messi
falló un penalti cometido sobre Pedro al enviar el balón al larguero.
Era el minuto 88 y parecía que no habría tiempo para más, pero aún
así se vieron ocasiones para el Barça, nervios a flor de piel, una
expulsión a Arda Turan por protestar ya desde el banquillo e incluso a
un aficionado que saltó al terreno de juego, se abrazó a Piqué y obligó a
detener unos segundos el juego. Los cuatro de añadido dieron para mucho
pero no para cambiar el nombre del campeón de esta Supercopa, que
regresa a manos del FC Barcelona gracias al 1-1 de la ida y al empate
obra de Neymar en el Calderón.