El
Barcelona es el único de los veinte equipos de Primera que ha ganado en las dos
primeras jornadas y se sitúa como líder en solitario
Antonio Blanca
Sin
brillo, con falta de acople aún, y buscando un once titular tipo, el Barça de Luis
Enrique ha ganado sus dos partidos, suma seis puntos, cuatro goles a favor y
ninguno en contra y con solo dos jornadas disputadas de la BBVA ya es el líder
en solitario, situándose sus dos rivales más directos, Atleti y Real Madrid a
dos y tres puntos respectivamente. Ambos clubes con muchísimas dudas generadas
en su fútbol, con un estado físico que deja que desear y en el caso de los
blancos una actitud impropia de la camiseta que visten. El equipo de Ancelotti
sigue la línea de desidia con la que acabó jugando los cuatro últimos partidos
de la liga pasada. Con estas, el Barcelona sin ofrecer su mejor versión,
volviendo a sacar a jugadores de la Masía, y con algo de fortuna, ya manda no
con la autoridad deseada, pero ya está arriba. El año del “Tata” parece que se
marcha al ostracismo, y el físico de Luis Enrique empieza a mandar.
Aún
en el mes de agosto el Getafe con un gran Álvaro Vázquez se impuso al Almería
por 1-0 en el Coliseum para sumar los tres primeros puntos de la campaña
2014/2015. Fue un partido en el que el equipo andaluz tuvo sus ocasiones pero
no supo aprovecharlas para poner las tablas en el luminoso, quedándose la
victoria para los de Cosmin Contra, dosis de confianza para los azulones para
encarar un intenso mes de septiembre.
El
colegiado Estrada Fernández se cargó el partido del Valencia-Málaga con una
rigurosísima expulsión del jugador Darder. Desde ese instante el equipo de Nuno
empezó a sentirse muy cómodo y con Parejo y Alcácer tirando de los ches, los
goles fueron cayendo. 3-0 para los valencianos que se sitúan segundos y esperan
la llegada de Negredo para cerrar una plantilla competitiva que aspire a
regresar a la Copa de Europa.
El
sábado empataron a uno en el Arcángel el Córdoba y el Celta de Vigo. Cuarenta y
dos años sin catar en la ciudad califal fútbol de primera división. La primera
parte el Celta de Berizzo pudo dejar matado el partido, pero ni Orellana ni
Nolito estuvieron acertados cara a puerta. Al equipo de Ferrer le costó
quitarse los nervios del estreno ante su afición, y tuvo que empatar, (1-1
finalmente), con gol del argentino Cartabia el tanto anotado por Orellana.
Reparto de puntos que deja contento a los cordobesistas y con sabor un tanto
amargo a los vigueses que tuvieron en sus botas la victoria.
Tras
la fiesta de la Champions, el
Athletic de Bilbao prosiguió con la misma. 3-0 ganaron con suficiencia los de
Valverde al Levante. El equipo granota en estas dos jornadas echa mucho de
menos a Navas y a Caparrós y aún no le ha tomado el pulso a la competición. Los
“leones” siguen mostrándose fuertes y el partido próximo en el Camp Nou se
presume competidísimo.
A
balón parado pudo sacar el Atlético de Madrid los tres puntos ante un recién
ascendido como el Eibar. Plantó cara en el Calderón el equipo de Garitano, tanto
así que los del “Cholo” Simeone ganaron por la mínima, con muestras manifiestas
de cansancio y pidiendo la hora. Fue la noche en la que el Atleti recibió la
Liga 2014, para ofrecérsela a su afición, para hacer realidad ese sueño que se
vivió el 17 de mayo.
El
Sevilla se impuso en Cornellá-El Prat al Espanyol por 1-2. Con solvencia y sin
demasiadas alharacas sacó adelante el cuadro de Emery el partido. El Espanyol
mostró demasiadas carencias sobre todo en defensa y lo pagó caro. El Sevilla
con la victoria es de los que mira hacia arriba.
Domingo
final de agosto y diversión en el Madrigal. Partido abierto, ocasiones para
Villarreal y Barcelona, que estrellaron hasta cinco balones en la madera, tres
los de Marcelino, dos los de Luis Enrique. El gato al agua cayó del lado
blaugrana. Llegando el final del choque con las espadas en todo lo alto,
apareció Messi para aprovechar un fallo de concentración de la defensa
castellonense y servirle un pase de la muerte a Sandro que fue el único tanto a
la postre del choque. 0-1, victoria en un campo complicado, seis de seis, líder
arriba y solo, buen inicio de los de Luis Enrique, que para nada ha sido
brillante, pero teniendo en cuenta la comparación con Atlético de Madrid y Real
Madrid, luce más.
A
dos empataron Deportivo y Rayo Vallecano in
extremis. Ba cometió un error infantil en el descuento, penalti a favor del
equipo de Víctor Fernández, y Cuenca salvó un punto para los gallegos.
En
Anoeta el Real Madrid se las prometía muy felices y sin Cristiano Ronaldo. En once
minutos los de Ancelotti mandaban 0-2 ante una Real Sociedad muy timorata y
feble, a la que le pesaba la derrota de Liga Europa. La afición pitaba a los
suyos y el Madrid vivía media hora de ocasiones, desbaratadas por Zubikarai y
por el desacierto de los atacantes que ayer vestían de fucsia. Cuando todo
hacía presagiar una goleada de escándalo favorable al Real Madrid, la Real
Sociedad en seis minutos aprovechó la desconexión del equipo madrileño y se
puso 2-2. Nadie daba crédito a lo sucedido. La segunda parte fue una oda al
despropósito, la desgana y la desidia. Era el Madrid conformistas de brazos
bajados del pasado final de Liga, el Madrid que no dio la cara ante el Atlético
en Supercopa, que ha hecho una pretemporada nefasta, que contra el Córdoba no
puso pasión alguna, y que tiene una plantilla muy corta y poco equipo, que sí
buenos jugadores. Falta mucho, todo un mundo, pera las sensaciones a día de hoy
son muy negativas. En ataque, lo de “Chicharito” no hay quién lo entienda, en
el medio con las notables bajas de Di María y Alonso, y en defensa, donde Ramos
ataca mejor que defiende y Pepe que no sabe ni dónde ponerse. No es el mejor
momento de Casillas, y estoy convencido que Navas tendrá oportunidad, pero del
4-2 final de ayer, al capitán del Madrid no se le puede achacar nada. Ancelotti
debe cambiar la mentalidad de los suyos, y devolver ese hambre que parece
saciado desde la conquista de la Décima,
día en que el Madrid empezó a jugar sin motivación.
Empate
a uno en el partido final de la jornada entre el Elche y el Granada. El equipo
de Joaquín Caparrós lo tuvo en la mano hasta el minuto 91, cuando apareció
Lombán, puso tablas y se repartieron los puntos.