Por
los presupuestos de los clubes de Primera división, la Liga puede dividirse en
tres tramos donde los clubes pertenecientes pelean por distintos objetivos
Antonio Blanca
Hace
tres semanas que la en Liga BBVA comenzó a rodar la pelota. Tras dos jornadas
de desarrollo y diez días después del final del mercado de fichajes, se
advierte que los desequilibrios siguen vigentes. El reparto equitativo de los
derechos televisivos sigue sin llegar, y en el contexto de crisis las
diferencias se agudizan. Uno de los mejores indicativos es el del gasto este
verano.
Si
se tienen en cuenta las cantidades invertidas en el mercado de fichajes
recogidas por Transfermarkt, se puede observar una tendencia. No hablamos solo de dos grupos (Real Madrid y
Barcelona por un lado, los otros 18 clubes por el otro), sino de una nueva
división en tres clases de nuestra liga.
En
la parte de arriba, no cambia la jerarquía. Es el Barcelona el que lidera la
tabla del gasto, con 157 millones de euros. Le sigue el Real Madrid, con 122
millones. Aquí cambia algo el esquema, ya que este año el Atlético acorta la
distancia en gastos, tercero con 112 millones de euros, por mucho que Simeone
se ponga la careta y llore. Cada uno invierte su dinero como cree conveniente,
en dos, siete o veinte jugadores.
Nada
nuevo hasta el momento, salvo el mayor gasto rojiblanco propiciado en parte por
las ventas realizadas. Tras los tres primeros, un grupo de cuatro equipos:
Valencia (con 31 millones de euros gastados), Sevilla (con 21 millones) y Real
Sociedad y Villarreal, con 12 millones cada uno. Un segundo vagón con el resto
de escuadras que han podido permitirse superar los 10 millones de gasto.
Una
diferencia abismal con el resto de equipos que ha conllevado sacrificios: salvo
el Villarreal, se han visto obligados a vender. Así, jugadores como Mathieu,
Bernat, Rakitic, Alberto Moreno, Griezmann y Claudio Bravo se han marchado a
equipos más poderosos económicamente.
Por
último, el gran grueso de la competición liguera, formado por los equipos que
luchan por la permanencia y los que ocupan la zona media de la tabla. Trece
equipos que no llegan a los cinco millones de euros de gasto. El último vagón,
la tercera clase de la Liga BBVA. En este grupo, el club más comprador es el
Granada, con 4,82 millones de euros. Le siguen Celta de Vigo (2,5 millones de
euros), Espanyol (2,2 millones de euros) y Málaga (1,8 millones de euros).
A
partir de este punto, el gasto se desploma aún más. El Levante ha invertido
800.000 euros, el Elche 750.000, e Rayo Vallecano 500.000 y el Éibar 162.000. Terminan la lista Almería, Deportivo, Getafe
y Córdoba, que no se han gastado dinero en confeccionar su plantilla,
ayudándose de jugadores cedidos o sin contrato.
En
resumen, tres vagones que se asemejan mucho a la posición de los equipos en
liga y a sus aspiraciones deportivas, salvo en el caso del Athletic (un millón
de euros en fichajes), en cuyo escaso gasto tiene mucho que ver la política del
club. Tres niveles de gasto que hablan de una Liga BBVA todavía más
descompensada y de que, en la competición española, el poder de inversión tiene
mucho que ver con el resultado final.