José Antonio Moya
La selección española no pudo desquitarse del
mal sabor de boca del Mundial de Brasil y perdió ante Francia (1-0) en
un partido amistoso celebrado en Saint-Denis, que decidió un único tanto
del delantero del Chelsea, Loïc Rémy, con un disparo certero a diez
minutos para el final.
La nueva España no resurgió de sus cenizas en la Ciudad de la Luz,
pero sí ofreció un aire renovado con las presencias de Carvajal --el
mejor--, Koke, San José o De Gea, más allá de las ausencias de los pesos
pesados como Xavi, Villa o Alonso, que decidieron dejar 'la Roja' tras
el tropezón vivido en Brasil.
Saint-Denis, escenario de buenos recuerdos en el último lustro, no
dio redención a los campeones de Europa, cuya actuación fue templada.
Ni sí, ni no, ni frío ni calor. Así estuvo España, dominadora, pero
imprecisa en el último pase; talentosa, pero sin la chispa que tanto ha
definido su ciclo glorioso. Un quiero y no puedo condicionado por su
paladar futbolístico.
Los de Del Bosque disfrutaron de buenos momentos, sobre todo en la
recta final --con la dupla Isco-Silva--, que fue una absoluta delicia,
pero no sirvió para batir a Hugo Lloris. No llegó el gol, pero sí alguna
de las mejores ocasiones de la 'Roja', que volvió a perder en el Stade
de Francia ocho años después, una estadística que eleva a las alturas
todo lo conseguido por esta selección años atrás.
La versatilidad de Cesc le dio permiso a España para ganar terreno
en el centro del campo, tarea nada sencilla por la innegocibale
presencia de Pogba en la sala de máquinas francesa. Un despliegue físico
que secó la creatividad nacional, la cual echó de menos a un tal Andrés
Iniesta, que no pudo jugar por molestias musculares.
A Iniesta siempre se le echa de menos, aunque sea un partido
amistoso. El manchego no pudo construir en el mediocampo, espacio dónde
sí estuvo Koke, menos valioso en la idiosincracia de la 'Roja' que en el
Atleti del Cholo, pero vital en el futuro nacional. Ni tan siquiera el
debut de Raúl García --y el partido de su ex compañero Diego Costa-- le
dieron licencia para mejorar su versión.
Francia, a lo suyo, buscó las bandas para meter miedo a la última
campeona de Europa y --tras un gol anulado a Benzema-- logró marcar el
único tanto del encuentro. Remy fusiló a De Gea, que se hizo con el
puesto de Casillas, a 20 minutos del final. España lo intentó, pero no
cogió el camino correcto para generar peligro.
Del Bosque, que también dio minutos al debut de Paco Alcácer,
lamentó la falta de gol, seguramente el principal problema de la
selección española en los dos últimos años, pero aseguró que ante
Macedonia --el próximo lunes-- serán "mucho más ofensivos". Al final
España no pudo renacer, pero al menos no hizo sangrar más la herida.