jueves, 6 de noviembre de 2014

¿ES BALE UN PROBLEMA?


El jugador galés regresa tras su lesión y se encuentra con un panorama inesperado, el equipo se ha acoplado a la perfección al sistema 4-4-2 y suma doce victorias consecutivas

Antonio Blanca

Gareth Bale está de vuelta, ha superado sus problemas en el músculo piramidal de la pierna derecha y ya jugó el pasado martes contra el Liverpool. A pesar de contar sólo con 29 minutos sobre el terreno de juego, Bale mostró destellos de su calidad, como un tremendo remate contra el larguero de Mignolet o un gran lanzamiento de falta que salvó el meta belga. En plenitud de condiciones, Carlo Ancelotti ha dejado claro que va a jugar de inicio este sábado ante el Rayo. Pero, ¿ha notado el Real Madrid su ausencia?

La pasada temporada, el Real Madrid desembolsó 90 millones de euros para hacerse con el por entonces futbolista del Tottenham. Sin pretemporada y con la competición ya comenzada, Bale siguió un plan especial con el objetivo de alcanzar el mismo ritmo que sus compañeros, algo que fue consiguiendo a marchas forzadas, pues las lesiones fueron evitando que tuviera la continuidad necesaria para encajar un equipo novedoso para él. Pero en el tramo final de temporada, Bale justificó su fichaje con grandes exhibiciones, en especial con su gol en la final de Copa y en la final de la Champions.

Una temporada después, el galés se antojaba como una pieza básica del equipo. Con una buena pretemporada y conociendo a la perfección los mecanismos de sus compañeros, todo hacía indicar que Bale se iba a salir en este comienzo de curso, pero nada más lejos de la realidad. Con el paso de los partidos, fue perdiendo peso en el equipo, hasta llegar el momento de empezar a ser discutido por la afición. Pero, en ese punto, llegó una inesperada lesión que le dejó fuera del once durante cinco partidos, en los que ha coincidido que el Real Madrid ha firmado el mejor fútbol de la temporada.

Después de sus problemas físicos, este martes reapareció ante el Liverpool. "Bale ha estado bien. Ha jugado treinta minutos y se encontró bien. Pensé que era pronto para salir como titular. El sábado empezará el partido. Pero no jugarán doce", aseguró Ancelotti al final del partido. Así, el técnico italiano confirmaba que Bale será titular ante el Rayo Vallecano, lo que implica necesariamente que otro jugador tendrá que salir del equipo. Pero, curiosamente, los dos que más papeletas tienen para ir al banquillo son dos de los más brillantes en ausencia del gales: James Isco, precisamente su sustituto.

Pese a que los números confirman que el Madrid ha sido más solvente sin Bale, y en partidos importantes como ante el Barcelona o el Liverpool, lo cierto es que no tendría sentido discutir la calidad del galés. El '11' madridista es fundamental en el equipo de Ancelotti, y buena parte de los éxitos del club blanco de la pasada temporada no hubieran llegado sin su colaboración. Pero no es menos cierto que el Madrid está menos protegido en la medular con los tres hombres de ataque y, hasta la fecha, Bale es el que ha aportado menos al equipo. Ahora, es el galés el que debería volver a ganarse el puesto.

A día de hoy, el Madrid suma 12 victorias consecutivas, una racha que comenzó con Bale sobre el terreno de juego. Pero el principal problema que ha sufrido esta temporada el conjunto blanco con el galés sobre el terreno de juego radica en su poca implicación defensiva. Al no mirar hacia atrás, en defensa se quedan descolgados tres jugadores (Bale, Cristiano y Benzema), lo que hace al Madrid mucho vulnerable. Pero Isco y James han adoptado una actitud más defensiva, lo que provoca que sean los primeros en recuperar la posición y haciendo más sólido el eje de los blancos en la medular.

Así, los números demuestran que el equipo ha mejorado sin Bale. En los 12 partidos que ha jugado, el Madrid ha marcado 34 goles (una media de 2,8 por partido) y ha recibido 13 (1,08). En los 5 partidos que ha estado lesionado, los blancos han firmado 19 goles (3,8 de media) y han encajado 2 (0,4). Es decir, en ataque no sólo no se ha resentido, sino que ha mejorado, mientras que en defensa es más solvente. 

La aportación de James e Isco ha sido básica. El colombiano se ha aclimatado a las mil maravillas a su nueva posición: en el carril derecho, se ha acostumbrado a ser uno de los primeros jugadores en ocupar posiciones defensivas, sin olvidar su aportación de cara a la meta rival. Por su parte, el andaluz ha continuado con la línea que comenzara a demostrar la pasada temporada, y ha confirmado su cambio: implicación con el equipo, pelea, garra y desborde, unidos a su monumental clase para recibir más de una ovación por parte de la afición del Bernabéu.

Pero no se trata sólo de una cuestión de nombres y sí de sistema de juego. Con ambos sobre el césped, el Real Madrid ha demostrado tener mucho más equilibrio. Y no sólo por tratarse de dos jugadores mucho más comprometidos en defensa que Bale, sino también porque Ancelotti ha apostado por un claro 4-4-2 con ellos sobre el terreno de juego que ha permitido al equipo blanco ocupar mejor el espacio, especialmente en el plano defensivo: con este esquema, tanto Modric como Kroos no se encuentran tan desprotegidos. Ahora, Bale está de vuelta. ¿Será el Madrid tan solvente con el galés sobre el césped?