El
jugador galés regresa tras su lesión y se encuentra con un panorama inesperado,
el equipo se ha acoplado a la perfección al sistema 4-4-2 y suma doce victorias
consecutivas
Antonio Blanca
Gareth Bale está de vuelta, ha superado sus problemas en el músculo piramidal de la pierna derecha y ya jugó el pasado martes contra
el Liverpool. A pesar de contar
sólo con 29 minutos sobre el terreno de juego, Bale mostró destellos de su
calidad, como un tremendo remate contra
el larguero de Mignolet o
un gran lanzamiento de falta que salvó el meta belga. En plenitud de
condiciones, Carlo Ancelotti ha
dejado claro que va a jugar de inicio este sábado ante el Rayo. Pero, ¿ha notado el Real Madrid su ausencia?
La pasada temporada, el Real Madrid desembolsó 90
millones de euros para hacerse con el por entonces futbolista del Tottenham.
Sin pretemporada y con la competición ya comenzada, Bale siguió un plan especial con el objetivo de alcanzar el mismo
ritmo que sus compañeros, algo que fue consiguiendo a marchas forzadas, pues las lesiones fueron evitando que tuviera la
continuidad necesaria para encajar un equipo novedoso para él. Pero en
el tramo final de temporada, Bale
justificó su fichaje con grandes exhibiciones, en especial con su gol en
la final de Copa y en la final de la Champions.
Una temporada después, el galés se antojaba como una pieza básica del equipo.
Con una buena pretemporada y conociendo a la perfección los mecanismos de sus
compañeros, todo hacía indicar que Bale se iba a salir en este comienzo de
curso, pero nada más lejos de la realidad. Con el paso de los partidos, fue perdiendo peso en el equipo,
hasta llegar el momento de empezar a ser discutido por la afición. Pero, en ese
punto, llegó una inesperada lesión que le dejó fuera del once durante cinco
partidos, en los que ha coincidido que
el Real Madrid ha firmado el mejor fútbol de la temporada.
Después de sus problemas físicos, este martes
reapareció ante el Liverpool. "Bale ha estado bien. Ha jugado
treinta minutos y se encontró bien. Pensé que era pronto para salir como
titular. El sábado empezará el
partido. Pero no jugarán doce", aseguró Ancelotti al final del
partido. Así, el técnico italiano confirmaba que Bale será titular ante el
Rayo Vallecano, lo que implica necesariamente que otro jugador tendrá que salir del equipo. Pero,
curiosamente, los dos que más papeletas tienen para ir al banquillo son dos de
los más brillantes en ausencia del gales: James e Isco,
precisamente su sustituto.
Pese a que los números confirman que el Madrid ha sido más solvente sin Bale,
y en partidos importantes como ante el Barcelona o el Liverpool, lo cierto
es que no tendría sentido discutir la calidad del galés. El '11' madridista
es fundamental en el equipo de
Ancelotti, y buena parte de los éxitos del club blanco de la pasada
temporada no hubieran llegado sin su colaboración. Pero no es menos cierto
que el Madrid está menos protegido
en la medular con los tres hombres de ataque y, hasta la fecha,
Bale es el que ha aportado menos al equipo. Ahora, es el galés el que debería
volver a ganarse el puesto.
A día de hoy,
el Madrid suma 12 victorias consecutivas, una racha que comenzó con Bale
sobre el terreno de juego. Pero el principal problema que ha sufrido esta
temporada el conjunto blanco con el galés sobre el terreno de juego radica en su poca implicación defensiva. Al no
mirar hacia atrás, en defensa se quedan descolgados tres jugadores (Bale, Cristiano y Benzema),
lo que hace al Madrid mucho vulnerable. Pero Isco y James han adoptado una actitud más defensiva, lo que
provoca que sean los primeros en recuperar la posición y haciendo más sólido el
eje de los blancos en la medular.
Así, los números demuestran que el equipo ha mejorado sin Bale. En los 12 partidos que ha jugado,
el Madrid ha marcado 34 goles (una media de 2,8 por partido) y ha recibido 13 (1,08). En los 5 partidos que ha estado lesionado,
los blancos han firmado 19 goles (3,8
de media) y han encajado 2 (0,4).
Es decir, en ataque no sólo no se ha resentido, sino que ha mejorado, mientras
que en defensa es más solvente.
La aportación de James e Isco ha sido básica. El
colombiano se ha aclimatado a las mil
maravillas a su nueva posición: en el carril derecho, se ha acostumbrado
a ser uno de los primeros jugadores en ocupar posiciones defensivas, sin
olvidar su aportación de cara a la meta rival. Por su parte, el andaluz ha
continuado con la línea que comenzara a demostrar la pasada temporada, y ha
confirmado su cambio: implicación con
el equipo, pelea, garra y desborde, unidos a su monumental clase para
recibir más de una ovación por parte de la afición del Bernabéu.
Pero no se trata sólo de una cuestión de nombres y sí
de sistema de juego. Con ambos sobre el césped, el Real Madrid ha demostrado
tener mucho más equilibrio. Y no sólo por tratarse de dos jugadores mucho más
comprometidos en defensa que Bale, sino también porque Ancelotti ha apostado por un claro 4-4-2 con ellos sobre el
terreno de juego que ha permitido al equipo blanco ocupar mejor el espacio,
especialmente en el plano defensivo: con este esquema, tanto Modric como Kroos no se encuentran tan desprotegidos. Ahora, Bale está de
vuelta. ¿Será el Madrid tan solvente
con el galés sobre el césped?