Según
el Comité Ético de la FIFA no hay indicios de corrupción en el proceso de
elección de Rusia y Catar para los Mundiales de Fútbol de 2018 y 2022
respectivamente
Antonio Blanca
El
Comité Ético de la FIFA dictaminó el pasado jueves que no existen razones para
reabrir las procesos de elección de las Copas del Mundo de 2018 y 2022,
concedidas a Rusia y Catar respectivamente, dejando claro que Joseph Blatter no estuvo en ningún
caso implicado y criticando, en cambio, las actuaciones de las candidaturas de
Inglaterra y Australia.
En
su informe, el organismo indica que "los diversos incidentes que podrían
haber sucedido no están relacionados con el compromiso de integridad de los
procesos de candidatura de las Copas del Mundo de 2018/2022 en su
totalidad".
Las
candidaturas de Rusia y Catar estaban bajo sospecha por una posible corrupción
para conseguir los apoyos necesarios para salir elegidas por delante de sus
rivales, lo que motivó a la FIFA para abrir una investigación.
"Los
acontecimientos en cuestión fueron solamente de alcance muy limitado. En
particular, los efectos de estos acontecimientos en el proceso de candidatura
en su conjunto estuvieron lejos de alcanzar un umbral que requeriría volver al
proceso de adjudicación, por no hablar de la reapertura de ella, una decisión
que de todos modos no caería bajo la competencia del Comité de Ética de la
FIFA. La valoración de los procesos de los Mundiales de 2018-2022 está por lo
tanto cerrada por este comité", afirmó en su informe Michael García, encargado de la
investigación.
En
el caso particular de la candidatura catarí, el informe subraya que "hubo
ciertas indicaciones de potencial conducta problemática de individuos
específicos a la luz de las reglas éticas de FIFA", pero que estas no
comprometieron la elección. Además, la relación entre Mohamed Bin Hammam, ex presidente de la Confederación Asiática
(CAF) y sancionado de por vida por la FIFA, y la candidatura fue "distante
en relación a la de otros miembros del Comité Ejecutivo de países
candidatos".
El
informe puntualiza que podría no encontrarse ninguna prueba de mala conducta
conectada al proyecto de Rusia, aunque añade que no todas las grabaciones han
estado disponibles para la investigación, recalcando que hizo "únicamente
una cantidad limitada de documentos disponibles para su revisión, lo que fue
explicado por el hecho de que los ordenadores usados en el momento habían sido
alquilados y devueltos a su propietario" tras la elección. "El
propietario ha confirmado que los ordenadores fueron destruidos", añade.
Aunque
no se citan nombres, sí advierte que los miembros veteranos del Comité
Ejecutivo había resistido los esfuerzos "para mantener los mismos
esfuerzos para los equipos de candidatura" y que dos de los "más
veteranos miembros" de este comité "desafiaron la independencia y
autoridad de este Comité Ético.
"La
línea entre la conducta de un equipo de candidatura y una conducta impropia es
muy fina. Desde el punto de vista del lobby, lo que debe ser considerada
como impropia, por ejemplo, no está siempre claro. La percepción, por ejemplo,
según la cual un voto debe haber sido 'comprado' si la anfitriona elegida no es
la que generalmente ha sido considerada favorita (una posición bastante común
en los medios), es mera especulación y está lejos de que cualquier cuerpo
judicial como el Comité Ético esté permitido a aceptarlo como prueba",
remarca en sus conclusiones.
En
cambio, este comité advierte que "está bajo la obligación de recoger
hechos reales, las cuales tienen que ser evaluadas por ambas Cámaras del
Comité" y que estas pruebas deben ser "sustantivas" y apoyadas
por "documentos oficiales".
Igualmente,
el informe afirma que "debe
quedar claro" que el presidente Blatter "no violó" ninguna norma
ética. "La única alegación concreta contra el presidente,
relacionado con una cuenta supuestamente a su nombre en un banco de los
Estados Unidos, fue demostrablemente falsa", agrega.
"El
señor Blatter ha implementado un número de reformas claves, incluyendo aquellas
que han hecho posible esta investigación. El proceso de candidatura establecido
por la FIFA fue para la mayor parte justo y completo, aunque las obligaciones
del Comité Ejecutivo en ese proceso, incluyendo las de sus miembros para que
cumplan los mismos requisitos de información impuestos a las candidaturas,
deberían haber sido más explícitos", sentencia.
En
cambio, el comité del organismo sí critica que las candidaturas de Inglaterra y
Australia no obraron bien. Así, apunta que el proyecto inglés, rival ruso, tuvo
"peticiones inapropiadas" del ex presidente de la CONCACAF Jack Warner, lo que se puede
considerar "una aparente violación" del proceso, mientras que en el
oceánico, que pugnaba por 2022 como el caso de Catar, "hubo ciertas
indicaciones de potencial conducta problemática de individuos específicos a la
luz de las reglas éticas de FIFA".