A
pesar de las salidas de jugadores importantes, el Atlético de Madrid sigue
trayendo a otros para dotar a Simeone de un equipo fuerte
Antonio Blanca
El Atlético de Madrid continúa en la
línea establecida en el club desde la llegada de Diego Pablo Simeone al banquillo del Vicente Calderón en diciembre
de 2011: actuando con coherencia, haciendo las cosas bien sin por ello provocar
desequilibrio presupuestario alguno. En la entidad del Manzanares se han
producido ventas de futbolistas importantes en tiempos recientes, sí. Pero, de
igual manera, siempre se han cubierto acertadamente los huecos que han quedado
en la plantilla en consecuencia con la adquisición de otros jugadores también
de gran talento. Por supuesto, en el presente mercado de fichajes veraniego se
está siguiendo el mismo guión, e incluso con ciertas mejoras.
Tras la
confirmación de las contrataciones del argentino Luciano Vietto y el colombiano Jackson Martínez, ha tenido lugar la de Yannick Ferreira Carrasco. Futbolista no demasiado conocido
internacionalmente aún el belga, merece la pena contemplar cómo se desempeña
sobre un terreno de juego. Procedente de las categorías inferiores del Genk,
aterrizó en el Mónaco cerca de cumplir los 17 años, donde terminó de formarse
para, posteriormente, ir poco a poco ganando experiencia al máximo nivel
competitivo. La pasada temporada, disponiendo de más minutos, con una mejora
notable de sus números y dejando tremendos detalles de calidad sobre el césped,
terminó de confirmarse como un serio aspirante a figura. Y ahora, por tanto, se
dispone a dar el salto a un equipo que cuenta con suficiente potencial como
para luchar por cada título. Natural.
Se comenta a
menudo que en Ferreira Carrasco se apreció pronto el sustituto de James Rodríguez en el conjunto del
Principado. Sin embargo, se trata de un jugador de un perfil distinto al del
centrocampista ofensivo actualmente en filas del Real Madrid, para empezar, por
eso, porque no actúan en la misma posición. El belga ni se acerca en lo que a
creatividad respecta al nacido en la ciudad de San José de Cúcuta. Es un
extremo derecho que puede, además, desarrollar su actividad a pierna cambiada
sin problemas. El regate constituye, no
hay duda, su principal cualidad, tanto con menos espacios como con
metros por delante, explotando su velocidad. Su técnica para ejecutarlo, en
ambos sentidos, y repertorio de recursos llaman la atención.
Luciano
Vietto y Jackson Martínez son delanteros de cortes distintos pero
complementarios y llegan al Atlético de Madrid para sustituir a Mario Mandzukic, un ariete clásico.
Por su parte, Yannick Ferreira Carrasco, un extremo, lo hace para ocupar el
lugar que deja Arda Turan, un
mediocentro-interior creativo. O lo que es lo mismo, el belga, por sus
características como futbolista, no ofrece las mismas prestaciones que el
turco, sino otras. Sucede como con la comparativa de estilo anteriormente
mencionada del natural de Elsene con James Rodríguez, que no procede. Será Óliver Torres quien haga realmente las
veces del otomano al servicio de Diego Pablo Simeone a partir de ahora; a ello
llama la lógica.
Señalado
anteriormente, Yannick Ferreira Carrasco se presenta como un amante y virtuoso del regate. Domina
ampliamente este arte: recortes, fintas, cambios de ritmo. Aunque si hay un
movimiento que admira (y calca), ese es la roulette del mítico Zinedine Zidane. Incluso a realizar
una doble se atrevió en una ocasión, en un encuentro de la Ligue 1 francesa que
enfrentaba al Mónaco con el Lens. Y le salió. Lástima que la acción no
terminara en gol. Se recordaría, probablemente, como uno de los mejores de la
historia del deporte rey.
El “Cholo” Simeone gana con el fichaje
del belga una pieza de clase y de
encaje perfecto en su estructura ofensiva, diseñada para explotar al
máximo la modalidad del contraataque. El entrenador argentino mantiene su plan,
sabe lo que se hace.