Aránzazu Gálvez
"Había una discordia palpable entre el entrenador y los
jugadores, y sentimos que era momento de actuar". Estas palabras salieron
de la boca de Michael Emenalo, director deportivo del Chelsea, horas después de
que se oficializara la noticia del día, de la semana y puede que del año:
Mourinho había sido despedido del Chelsea.
Era un secreto a voces pero no por ello tuvo menos
repercusión. Uno de los mejores técnicos del mundo había sido cesado de un
equipo hecho para ganarlo todo que estaba a un punto del descenso. Pero la
situación deportiva no fue lo que hizo que el luso fuera despedido de
"mutuo acuerdo" por primera vez en su trayectoria deportiva.
¿El motivo? La mala relación con una plantilla que se
evidenció en las ruedas de prensa y con los comentarios y acciones de algunos
futbolistas con los que el técnico luso. Quizá las declaraciones del luso tras
perder ante el Leicester City el pasado lunes fueron el detonante definitivo
para que Roman Abramovich decidiera prescindir del técnico. "Siento que mi
trabajo ha sido traicionado. Encajamos dos goles que son inaceptables para mí.
He trabajado durante cuatro días para este partido. Preparé todo en relación
con el rival. Identifiqué cuatro movimientos con los que siempre conseguían
goles", dijo el entrenador portugués a la conclusión del choque.
No es casualidad. Después de conseguir la Premier League de
forma holgada y ganarse los elogios de medio mundo por el buen hacer del
Chelsea, el equipo londinense ha sucumbido en el tercer año del técnico
portugués. Porque la racha en Premier League ha sido insostenible. En las
primeras 16 jornadas del campeonato inglés ha sumado tan sólo 15 puntos en los
que sólo ha ganado cuatro partidos, ha empatado tres y ha perdido nueve. Todo
ello con sólo 18 goles a favor y 29 en contra.
Algo similar le sucedió en el Real Madrid. Tras devastar
todas las estadísticas en Liga BBVA en la temporada 2011-2012 donde consiguió
100 puntos con 121 goles a favor, lo que suponía un récord histórico para la
entidad, el equipo blanco se desmoronó en tan solo unos meses. Tras conquistar
la Liga BBVA en mayo, el conjunto blanco perdió la Supercopa de España en medio
del lío tras la agresión a Tito Vilanova, y tropezó en tres de los primeros
partidos de la competición doméstica (empate ante Valencia y derrotas ante
Getafe y Sevilla).
Ahí Mourinho apuntó a algunos jugadores y comenzó un lío que
desembocó en la salida del técnico en junio. Como ha hecho en el Chelsea
renunciando a la indemnización más grande de la historia (55 millones de
euros), el técnico luso también renunció a la misma en el Real Madrid porque es
fiel a una premisa: "cobrar lo que trabajo".
¿Podría volver Mourinho al Real Madrid? A día de hoy esto
parece una utopía pero Florentino Pérez siempre mostró su devoción por un técnico
que se marchó con el apoyo de gran parte de su afición. Rafa Benítez no está
obrando un buen año en la entidad y se antoja difícil su continuidad salvo que
gane la Liga BBVA o Champions League. Y ahí aparece la figura de Mourinho. Su
relación con Pepe, Sergio Ramos y acabó deteriorada tras sus tres años en Madrid
pero ahora son todo rumores.
"El futuro nadie lo prevé, pero ahora mismo tengo que
decir que no (a Mourinho). Tenemos a Benítez, un entrenador que meditamos muy
bien y que fue el elegido entre muchos. No contemplamos más que a Benítez,
tengo muy buen recuerdo de Mourinho, nos elevó el nivel competitivo
enormemente. Cuando vino llevábamos cinco temporadas eliminados en octavos de
la 'Champions', el 13º del ranking, y cuando se fue ocupábamos el primer puesto
y esos tres años llegamos a las semifinales, y no llegamos a la final por mala
suerte", dijo Florentino sobre el técnico en una entrevista concedida a
'El Larguero'.
El banquillo del Manchester United va a ser uno de los más
codiciados en la próxima temporada. Tras ser eliminado en Champions y su pobre
juego en Liga, la continuidad de Louis Van Gaal en el banquillo de Old Trafford
parece una utopía y la presencia de Mourinho en el mercado es demasiado
importante como para dejar pasar tal oportunidad.
Mourinho es un ídolo en una parte de Milán. En sus dos años
como entrenador del Inter, el luso ganó dos Ligas (08-09, 09-10), una Supercopa,
una Copa de Italia y su gran logro y uno de los que siempre permanecerán en los
libros de historia, la Champions League conquistada en el Bernabéu ante el
Bayern de Múnich que culminaba el triplete en un año histórico. El entrenador
conquistó la Copa de Europa para el conjunto italiano tras 45 años de sequía y
por ello es venerado. Mancini, actual técnico de Inter, está haciendo un buen
trabajo y el equipo es líder en la Serie A pero la presencia de Mourinho es una
amenaza.
El multimillonario PSG sigue intentando ganarse el respeto
en Europa y para ello contrató a un Laurent Blanc con un claro objetivo:
conquistar la Champions League. El año pasado pereció en cuartos de final ante
el Barcelona y este año ha sido segundo en el Grupo A donde ha empatado y
perdido en el Bernabéu contra el Real Madrid.
La poca identidad del conjunto parisino ante los equipos
grandes ha sido uno de sus debes desde que diera un golpe sobre la mesa a base
de petrodólares. Mourinho le podría dar el empaque y autoridad necesaria para
convertirlo en un grande de Europa.