jueves, 7 de enero de 2016

EL RETO DE ZIDANE

Por sorpresa y afrontando una situación difícil, el llamado a ser futuro entrenador el Real Madrid ha accedido al cargo antes de lo esperado

Antonio Blanca

“Lo importante es jugar al fútbol y mi trabajo se basará en intentar jugar desde atrás, llegar rápido al campo contrario y tener la posesión del balón”. En pocas palabras, Zinedine Zidane ya ha definido lo que quiere que sea su Real Madrid. Pelota en los pies de los jugadores, transiciones veloces y salida con el balón jugado. Todo con la idea de construir y no destruir.

Esa es la hoja de ruta que se ha marcado Zizou para el reto mayúsculo que se le viene, el de hacer un buen papel con un Real Madrid sumido en la esquizofrenia, que acaba de liquidar a otro entrenador precisamente porque su juego no transmitía, era ramplón, pobre en ocasiones, y tan ni siquiera práctico.

Zidane, que solo tuvo buenas palabras para su predecesor Rafa Benítez, intentó que su manera de ver el fútbol fuese materializada en el Castilla, el filial blanco donde ha estado un curso y medio, su única experiencia como primer entrenador. Y en el Castilla, en 2ª B, Zidane no ha terminado de convencer, al menos si nos ceñimos a los resultados, auténtica guillotina en la Concha Espina.

El otrora mariscal del césped, para los que han seguido al filial blanco, ha buscado su estilo, algo que desea implantar en el Real Madrid, marcando distancia con profesionales con los que trabajó como Mou o Ancelotti, pero el equipo ha pecado en ciertas ocasiones de irregular, algo que precisamente ha matado al ya extinto Madrid de Benítez, capaz de brillar unos minutos, y desconectarse otros y tirar todo el trabajo por la borda.

Con la tripleta Bale-Benzema-Ronaldo como elemento innegociable y el gusto por el balón, sin renunciar a los contragolpes ni al repliegue defensivo cuando el partido así lo exija, parece que puede ser el turno para jugones como Isco o James, piezas no del gusto de Benítez, como ha quedado evidente, pero que sí pueden encajar mejor con lo que quiere Zidane.

“El trato seguramente será diferente al de los jugadores del Castilla porque son jugadores experimentados y del Real Madrid. El mensaje para mis jugadores será el mismo y se basa en el trabajo y en la intensidad que vamos a meter en cada partido y en la ilusión meteremos en cada entrenamiento”. La comunicación será clave también en la relación Zidane-plantilla. Con Benítez falló. O nunca existió. Y esas fueron las primeras paladas de su fosa.