Con
el acuerdo Mediapro-Movistar vuelve a la palestra una guerra de precios y
paquetes de exclusivas que harán de la oferta al aficionado una batalla entre
las grandes plataformas de telecomunicaciones
Antonio Blanca
El
acuerdo alcanzado el pasado martes entre Telefónica y BeInSports (una filial de
Al Jazeera y Mediapro) por el que la primera adquirió los derechos del bloque
de 8 partidos por jornada de la Liga para las tres próximas temporadas (2016-17
a 2018-2019) y los de la Champions y Europa League para la actual y las dos
siguientes, tendrá importantes consecuencias en la configuración del sector de
telecomunicaciones.
Nueva
guerra del fútbol. Es previsible que las telecos se estén dirigiendo a una
nueva guerra. Telefónica reivindica que ha comprado a Mediapro el paquete de 8
partidos por jornada en exclusiva. Mediapro ha advertido públicamente que
Vodafone y Orange no dispondrán de él a no ser que negocien con Telefónica. Eso
colocaría a Movistar en una situación de ventaja competitiva sobre sus rivales,
al disponer de todo el contenido del fútbol premiun,
además del resto de los grandes deportes (Fórmula 1, Moto GP, tenis,
baloncesto, etc). Vodafone y Orange, por el contrario, señalan que Telefónica
estará obligada a compartir ese bloque de 8 partidos al igual que tendrá que
hacer con El Partidazo (el mejor partido de la jornada, preferentemente del
Real Madrid o el FCBarcelona). Si Telefónica decide no revender el bloque de 8
partidos, es casi seguro que sus rivales acudan primero a la CNMC, el regulador
de competencia, y que cualquiera que fuera su decisión acabe en los tribunales
de justicia.
Inflación
del coste del fútbol de pago. El precio a pagar por los derechos del fútbol
televisado para TV de pago para el mercado español ha experimentado una notable
inflación en los últimos años. De los alrededor de 800 millones que habrá
costado en la actual temporada -sumando Liga y Champions- pasará a costar
alrededor de una media de 1.050 millones en cada una de las tres siguientes, un
31% más, aunque en realidad el precio se irá incrementando a lo largo del
contrato -más bajo el primer año y más alto el último- en función del aumento
de clientes. Mientras, el duopolio de la TV comercial, Atresmedia y Mediaset, no
ha mostrado interés por el partido en abierto, ya que la adjudicación de su
bloque fue declarada desierta.
Subidas
de precio en los paquetes del fútbol. Como los recursos de las operadoras son
limitados, lo que se dedica a un capítulo supone que tiene que ser compensado
con ingresos adicionales, por lo que es seguro que el precio del fútbol subirá
a partir de la próxima temporada y que los 6 o 10 euros que muchos clientes han
pagado tendrán que subir a 25 o 30 euros al mes. Incluso en el caso de que Vodafone
y Orange accedan a ese bloque de 8 partidos -bien porque le obligue la CNMC
bien porque Telefónica prefiera compartir los costes- el reparto del nuevo
coste haría muy difícil que ambos grupos mantuviesen los muy agresivos precios
actuales.
Aumentos
de costes generales. Pero no sólo subirán los precios del fútbol para los
clientes, sino que previsiblemente, también subirán los precios de Telefónica
-e incluso de sus rivales- para poder hacer frente al aumento de costes. Con un
coste para Telefónica de más de mil millones anuales y una base de clientes de
fútbol que no llegan a los dos millones, debería cobrar 50 euros mensuales a
cada uno para rentabilizar la inversión. Como ese precio es imposible desde el
punto de vista comercial, previsiblemente subirá los precios de los servicios
generales de telecomunicaciones, como los paquetes convergentes, para que los
márgenes no sufran demasiado. Es decir, que los usuarios de telecomunicaciones,
en general, estarán subvencionando a los usuarios que contraten los paquetes
del fútbol.
Inversiones
en red. Y como los recursos son limitados, las inversiones en red dispondrán de
menos recursos. Unido a la nueva regulación de la CNMC, las inversiones en
fibra, especialmente en las poblaciones más pequeñas, lo tendrán más difícil
aún.