Julio Candela
El 2 de febrero a las 10 de la mañana. Ese es el día D y y
la hora H para Neymar, que declará como imputado en la Audiencia Nacional. Será
una cita que puede cambiar el futuro del brasileño en el Barcelona, que tendrá
que dar explicaciones ante el juez José de la Mata por dos presuntos delitos de
estafa y corrupción entre particulares en su fichaje por el club azulgrana.
Pero el brasileño no declarará solo. Neymar tendrá que hacer
el paseíllo de la Audiencia Nacional junto a su padre y su madre, también imputados
en la querella presentada en su día por la empresa DIS, propietaria de parte de
sus derechos cuando militaba en las filas del Santos.
Lo más curioso es que Neymar tendrá que declarar tres días
después del Barça-Atlético de Liga, que se disputará el 30 de enero, y al
brasileño podría coincidirle su comparecencia en la Audiencia Nacional con un
partido de las semifinales de Copa, previstos para los días 2 y 3 de febrero.
Un día antes, el 1 de febrero, serán el presidente del
Barcelona, Josep María Bartomeu, y el ex presidente dimitido por el caso
Neymar, Sandro Rosell, quienes declaren ante el juez De la Mata imputados por
los mismos delitos.
Para Rosell, imputado por delitos de apropiación indebida y
administración desleal por la presunta distracción de fondos del Barcelona y la
posible defraudación a la hacienda pública, la Fiscalía pide siete años y seis
meses de carcel y una multa de 25,1 millones de euros. La Abogacía del Estado,
en representación de Hacienda, solicita seis años y nueve meses de cárcel.
Para Bartomeu, las penas que pide la Fiscalía son algo
menores, porque en el momento del fichaje del brasileño era el vicepresidente
deportivo. Dos años y tres meses de cárcel y una multa de 3,8 millones de euros
es lo que piden para Bartomeu tanto la Fiscalía como la Abogacía del Estado.
Además, ambas instituciones demandan que el Barcelona pague a Hacienda 11,4
millones en concepto de indemnización y una multa de 22,2 millones.