Con
autoridad y solvencia el Barcelona, con polémica y épica el Sevilla, ambos
equipos hacen zozobrar el liderato de un Madrid plagado de dudas y que se fue
pitado por su público
Antonio Blanca
Desde
la época de Rafa Benítez, poco más de un año ha pasado, el Real Madrid no era
sojuzgado de modo tan severo por su afición. La comunión existente entre la
plantilla y quienes les animan era cuasi perfecta. El entrenador, Zinedine
Zidane, que con todo merecimiento es una de las figuras más queridas por el
madridismo había supuesto una balsa de aceite para que un Madrid patas arriba
volviera a la senda de la calma. La Undécima,
más dos títulos internacionales a colación de la misma, junto con una racha triunfal
de cuarenta partidos sin conocer la derrota hacían paradisíaca la situación del
Real Madrid. Pero la cuesta del mes de enero, tras la exhibición en la ida de
Copa del Rey contra el Sevilla, se está haciendo durísima para los blancos, un
empate in extremis en el Pizjuán, la
posterior derrota en el mismo feudo en Liga (la que supuso el final de la racha
de estar invicto), la no menos sorprendente derrota ante el Celta de Vigo en
los cuartos de final de Copa en casa y las dudas y mal juego ante el Málaga,
aún ganando y aupándose con el campeonato de invierno, han devuelto los
silbidos. Benzema el que más los sufrió, pero casi no se libró nadie. Zidane
pidió apoyo de la afición en rueda de prensa, la afición pide volver a las sensaciones positivas y buen juego,
porque la situación salvando paralelismos, recuerda muchísimo al año siguiente
de la Décima al Madrid de Carlo
Ancelotti. Por atrás vienen como fuertes Sevilla y Barcelona (que suma cuatro
victorias consecutivas). Al Madrid le queda un partido por disputar, pero no
deja de ser preocupante las muestras de agotamiento e incluso apatía del cuadro
merengue.
El
viernes arrancó la última jornada de la primera vuelta de la Liga Santander en
Las Palmas, en un duelo que parecía controlado para los de Setién contra el
Deportivo de la Coruña, pero en el que apareció Florin Andone para igualar el
choque. Un resultado, empate a uno que no deja contento a nadie.
Ya
el sábado, en el Cornellá-El Prat se enfrentaban el Espanyol y el Granada. Los
de Quique Sánchez Flores miran a Europa paso a paso sin alzar la voz, por su
parte el cuadro de Alcaraz pelea por seguir un año más entre los más grandes. Pues
bien, los locales barrieron 3-1 al conjunto andaluz que apenas si inquietó al
cuadro “perico”.
En
el Santiago Bernabéu, el Málaga estuvo cerca de dar la sorpresa de la jornada,
al quedarse a un sólo tanto de igualar el encuentro, después de que el Real
Madrid fuera ganando por 2-0, los dos de Ramos, al que junto con Modric fueron
los únicos jugadores a los que el coliseo merengue les rindió pleitesía. Música
de viento para los demás de un sector crítico del estadio que no pasa ni una.
Benzema fue el mayor objeto de las mismas. El partido fue una oda a la dejadez,
la mala colocación y la incertidumbre. Ganó el Madrid con gol en fuera de juego
de su capitán, ganó el Madrid sembrando dudas y asimilándose demasiado a ese
equipo de Ancelotti de la 2014/2015 que acabó la temporada en blanco y con el
despido del italiano. A ello se le une la plaga de lesiones que asola a los de
Zidane y la preocupación es plausible y lógica.
En
Mendizorroza se dio un empate a dos entre recién ascendidos. El Leganés
consiguió igualar dos veces el partido al Alavés, con una proverbial actuación
de Insúa.
La
jornada del sábado se cerraba con un derbi valenciano entre Villarreal y
Valencia. El Valencia con Voro al frente parece recuperar aire al conseguir una
gran victoria ante los amarillos, alejándose del fantasma del descenso.
La
jornada matinal de domingo comenzaba con goles, hasta siete en el choque entre
Osasuna y Sevilla. Los de Sampaoli por méritos propios son favoritos para
luchar por el título de Liga con el Madrid
y el Barça. Los sevillistas supieron remontar y cerrar la victoria por
3-4 ante un gran conjunto navarro, que con razón se quejó del arbitraje que le
perjudicó.
En
San Mamés se vivió un gran partido, en el que Athletic de Bilbao y Atlético de
Madrid se pudieron haber llevado los tres puntos, pero al final se cerró el
partido con un empate a dos que no satisface las aspiraciones de los de Valverde
ni de los de Simeone.
Dos
viejos conocidos se reencontraban en el Benito Villamarín, pero ni Betis ni
Sporting de Gijón estuvieron acertados de cara a puerta, lo que propició el
empate sin goles.
En
Anoeta duelo directo por Europa, entre Real Sociedad y Celta de Vigo, pero con
ambos equipos con la vista puesta en el partido de Copa de vuelta de esta
semana. Juanmi consiguió la victoria para los donostiarras en un duelo muy
igualado.
La
jornada se cerraba en Ipurúa, partido entre Éibar y Barcelona. Los de Luis
Enrique vencieron para sumar su cuarta victoria de modo consecutivo y además
sin encajar goles. El inicio de 2017 ha sentado de maravilla a los culés que
presentan firme candidatura de oposición al título de Liga. 0-4 de renta que
pudo ser mayor si el Barça hubiera estado más acertado de cara a gol.