Jordi Grimau
Los dos equipos con más Copas del Rey se enfrentaban en San
Mamés y eso es sinónimo de espectáculo. A un Athletic arrollador en la primera
mitad (2-0) respondió un Barça enrabietado en la segunda (2-1), y por el medio
un Fernández Borbalán que debió expulsar a Aduriz, que no señaló un penalti
sobre Neymar y envió a la caseta a Raúl García e Iturraspe. El partido de
vuelta promete.
En la noche de los Reyes Magos solo podía quedar en pie un
Rey de Copas. El Athletic, consciente de la importancia de sacar una buena
ventaja para poder pasar la eliminatoria en el Camp Nou, salió a por todas con
una presión a todo campo que, como es habitual, incomodó al Barça.
Tuvieron que pasar casi 10 minutos hasta que los azulgranas
trenzaron una jugada que terminó con un chut de Messi desviado desde la
frontal.
Los de Luis Enrique se fueron acomodando al partido
paulatinamente y dominaron la pelota, pero sin crear peligro.
Los 'leones', espoleados por su público, siguieron
ejerciendo esa presión espectacular y como buenos Reyes ofrecieron el primer
regalo a sus allegados rojiblancos.
Iniesta, por mucho que cueste creerlo, fue el culpable en la
facción azulgrana. Perdió un balón en su propio campo y el Athletic armó un
contragolpe mortal.
Aduriz condujo, abrió para Raúl García y este puso un centro
al segundo palo desde al línea de fondo. ¿Quién andaba por allí con la caña? El
propio Aduriz para cabecear a gol y llevar la locura a las gradas.
Era la primera piedra de lo que se presumía como un costoso
trabajo, pero cuando el roscón de los Reyes está de dulce, se puede esperar
mucho más.
Otro robo dio lugar a un pase hacia Aduriz. Esta vez el
delantero estaba escorado, pero soltó la espuela para asistir a un Williams que
con un zapatazo batió a Ter Stegen.
Golazo en el minuto 27, el mismo en el que la grada
homenajeó a Yeray que presenció en la grada el choque al estar recuperándose de
un cáncer testicular.
Todo estaba encarillado pero pudo irse al garete por Aduriz.
El ariete golpeó en el cuello a Umtiti en un córner. Fue una acción de roja que
Fernández Borbalán no vio.
El Barcelona volvió al terreno de juego dispuesto a revertir
la situación. El Athletic comenzó a sufrir el esfuerzo físico de la presión de
la primera mitad y los azulgranas crearon peligro sin cesar.
No sería en una acción combinativa sino en un libre directo
como el Barça recortaría distancias. Messi engañó a todos, incluido a Gorka
Iraizoz, con un chut muy lejano en una posición más propicia para el centro.
Gorka corrigió su posición pero no lo suficiente. Tocó la
pelota y su despejé se fue al larguero para botar dentro de la portería y
volver a salir. Tras unos segundos de incertidumbre, Fernández Borbalán dio el
gol. Esta vez sí acertó.
El camino se allanaba. El campo se inclinó completamente
hacia la portería de Iraizoz, que tuvo que despejar un disparo desde la frontal
de Neymar que tenía la escuadra en su punto de mira.
Valverde buscó la reacción en el banquillo. Muniain saltó al
campo con la ovación de sus fieles, aunque poco pudo hacer.
Raúl García, que ya tenía una amarilla, pecó de agresividad
sobre Neymar con una patada al talón que le costó la segunda y, por ello, la
expulsión. Al Athletic le quedaban 15 minutos de sufrimiento.
Messi gozó de una ocasión en el punto de penalti pero se
durmió justo antes de que el Athletic se quedase con nueve. Otra vez una falta
sobre Neymar costaba una expulsión. Iturraspe enfilaba el túnel de vestuarios
antes de tiempo.
Con dos filas de cuatro más Gorka Iraizoz, los jugadores del
Athletic defendieron como auténticos leones. La 'MSN' más Alcácer lo intentaron
de todas las maneras pero no fue posible.
El triunfo fue más agónico sabiendo que en el último minuto
el Barça estrelló un balón en el palo. Todo que abierto para la vuelta. Llegar a
cuartos de final estará caro.