A
falta del partido por disputar contra el Celta de Vigo el conjunto comandado
por Zidane dejó escapar la primera bala de la recámara y cayó en Valencia tras
ofrecer una paupérrima imagen defensiva
Antonio Blanca
Dos
despistes defensivos en menos de diez minutos condenaron al Real Madrid en
Mestalla. Ya lo había advertido Zidane en otros tramos de la temporada, que su
equipo necesita salir "más enchufado" a los partidos y lo reconoció
Marcelo al acabar: no salieron bien.
Y
con esa actitud, pese a que el Valencia le entregó la pelota y le dijo
"toda tuya", la zaga blanca pecó de excesiva confianza y permitió que
Zaza, primero, y Orellana, después, castigaron la displicencia del Real Madrid.
La
afición del Valencia tenía marcado en rojo este partido, en el primer lleno de
la temporada en Mestalla, las penas de hace poco se olvidan partido a partido
con Voro a los mandos. Además, los dos fichajes invernales, Zaza y Orellana,
cumplieron de sobra sobre el césped.
El
delantero italiano, a los cuatro minutos, firmó un tanto digno de enmarcar. En
un contraataque, recibió dentro del área y de espaldas, controló la pelota,
dejó que botara y a la media vuelta empalmó una volea que se marchó al interior
de la portería de Navas, que asistió como testigo de excepción a la obra de
arte del italiano.
Poco
después, una pérdida de Varane en campo rival propició una segunda contra
mortal del Valencia. En un tres para dos, Orellana acabó definiendo dentro del
área ante la carrera inútil de los centrales para poner el 2-0 en el marcador.
El
Real Madrid no se amilanó ante las dos bofetadas tempraneras recibidas en forma
de gol. Pero la red tejida por Voro en defensa seguía siendo impenetrable para
un conjunto blanco que apostaba de manera insistente en llegar por el centro
con la asociación de James -hoy titular en el puesto de Bale-, Kroos -más
activo que Modric en la creación este miércoles- y Benzema -como siempre en
labores de jugador de entrelíneas-. Sin embargo, las ocasiones no llegaban y
Alves no sentía peligro alguno.
Volvió
a avisar en una tercera contra el Valencia, pero no fue hasta ya el minuto 30
cuando Parejo permitió a Navas lucirse volando hacia la escuadra izquierda con
un lanzamiento de falta medido. Una falta cometida por Carvajal, que en se
sobrepasó en uno de sus múltiples batallas con Zaza y vio la amarilla, lo que
provoca que el lateral derecho blanco se pierda por acumulación de tarjetas el
próximo partido contra el Villarreal.
No
fue hasta el último tramo de la primera parte cuando el Madrid generó inquietud
en su rival. Sus llegadas empezaron a sobrepasar la línea de tres cuartos más a
menudo y las llegadas de Marcelo y Carvajal por banda permitían centros con
peligro.
En
uno de ellos, el lateral brasileño logró conectar con Cristiano Ronaldo, que
dentro del área se alzó por encima de sus pares para rematar de cabeza de
manera excelsa un balón que acabó transformásndose en la esperanza blanca.
Al
paso de vestuarios tanto Zidane como Voro siguieron apostando por los mismos
protagonistas, y con ello por el mismo desarrollo con el que se fue al
descanso. Balón y dominio para el Madrid, defensa y oportunidad de contraataque
para el Valencia.
La
falta de generación de peligro por parte del Madrid se acrecentó en cuanto Voro
decidió poblar aún más su medio campo con los cambios. Zidane, por su parte,
fue más ofensivo aún y metió a Bale y Lucas Vázquez en lugar de James y Modric,
respectivamente. Sin embargo, con su segundo cambio dejó señalado a uno de los
jugadores que no tuvo se mejor día: Varane se retiraba y dejaba su puesto a
Nacho. Además de su fallo en el segundo tanto, el central francés se mostró
imprecisio en el pase y errático en los controles.
El
clásico toque de corneta blanco para los minutos finales, ya con Sergio Ramos
en labores de delantero, se mostró como un esfuerzo fútil ante un Valencia muy
serio en defensa. Al final, el 2-1 quedó anotado en el marcador y deja ya al
Valencia a diez puntos del descenso y al Real Madrid con un punto -y un partido
menos- sobre el segundo clasificado, el FC Barcelona.