viernes, 31 de marzo de 2017

GRACIAS "MONCHI", CONTIGO EMPEZÓ TODO

José Antonio Moya

El Sevilla FC anunció este jueves que ha llegado a un acuerdo con el director deportivo de club, Ramón Rodríguez 'Monchi', para que éste deje el cargo.

"El Sevilla FC y Ramón Rodríguez Verdejo 'Monchi' han llegado a un acuerdo para la salida del director general deportivo de la Entidad, aprobado por el Consejo de Administración reunido en la tarde de este jueves", señala el comunicado del club hispalense.

Este viernes a las 12.30 horas el presidente del Sevilla, José Castro, y Monchi darán los detalles del acuerdo en una rueda de prensa en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán.

Aunque ni el Sevilla ni el propio Monchi han abundado en más aspectos de esta desvinculación, ya desde hace días medios de comunicación en Italia daban por hecho que el exportero sevillista ocuparía el cargo de director deportivo del Roma, con un contrato que le ligaría a ese club las próximas tres temporadas.

Monchi, nacido en San Fernando (Cádiz) hace 48 años, ya anunció a la conclusión de la pasada temporada que dejaría el cargo porque necesitaba descansar y tomarse un año sabático, aunque finalmente fue convencido por los dirigentes del Sevilla y continuó esta campaña.

El hasta ahora director deportivo sevillista estuvo este mismo jueves en la ciudad deportiva del club para presenciar el entrenamiento de la primera plantilla que dirige el argentino Jorge Sampaoli.

Posteriormente, se dirigió al estadio Ramón Sánchez Pizjuán, donde están las oficinas del club, y se marchó esta tarde al tiempo que se iniciaba una reunión del consejo de administración, que finalmente anunció el acuerdo entre las partes.

Monchi fichó como portero del Sevilla en la campaña 1990-91 y estuvo en la plantilla hasta la campaña 1999-00, en la que pasó a tener funciones de delegado de campo en un curso en el que el equipo descendió a Segunda División.

En la campaña siguiente, con Roberto Alés como presidente, fue nombrado entrenador Joaquín Caparrós y Monchi secretario técnico, en una temporada en la que se consiguió de manera solvente el retorno a la máxima categoría.

Desde entonces, Monchi, que ascendió al cargo de director deportivo y que incluso fue consejero con José María del Nido como presidente, ha estado al frente de la parcela deportiva del club con un notable éxito.

Considerado como uno de los directores deportivos mas valorados en Europa, ha tenido el mérito de fichar jugadores que posteriormente se han revalorizado en el Sevilla y han sido traspasados por cantidades millonarias.

En este siglo XXI, el Sevilla, bajo la dirección deportiva de Monchi, se ha ganado el respeto en el fútbol continental gracias, entre otros logros, a ser campeón en cinco ocasiones de la Liga Europa, las tres últimas ediciones de manera consecutiva.

Las dos últimas temporadas también disputó la Liga de Campeones, competición en la que este curso cayó en los octavos de final ante el Leicester inglés.


El Sevilla, ahora solo en competición en La Liga Santander, afronta los diez últimos partidos del torneo como tercer clasificado en la tabla y con el objetivo de volver a jugar el próximo ejercicio la Liga de Campeones de Europa.

jueves, 30 de marzo de 2017

MENTIRAS S.A.

Si de una sociedad de capital se tratara, el nombre le quedaría a la perfección al central de la selección española y del Barcelona

Antonio Blanca

Fue la noche del martes, tras el prestigioso triunfo de España en París el cual quedó eclipsado por una polémica inesperada, de esas relacionadas con los clubes que la Federación intentó evitar durante toda la concentración. Se insistía toda la semana en que las preguntas fueran sobre la selección española, pero Gerard Piqué se saltó el guión. Dos plantas más abajo de la sala donde Julen Lopetegui atendía a unos pocos periodistas españoles y muchos franceses, el central del Barça se detuvo vestido de calle en la zona mixta, unos metros antes que lo hiciera el pasado junio, hace nueve meses, cuando asumió la superioridad de Italia, cuestionó lo hecho hasta entonces y pidió reinventarse antes de decir que los nuevos no estaban al mismo nivel.

En los ocho días que ha durado la concentración, el central azulgrana no se había asomado a los medios y lo hizo en la zona de radios, primera parada en el recorrido de los protagonistas. Tras hablar del partido y bromear con que el sistema VAR había ayudado a España señalando que “se resume en jugar de blanco” (primera flecha al rival), le cuestionaron por las declaraciones de Raúl en las que no cerraba la puerta a trabajar algún día para el Barça y si aceptaría un hipotético rol similar en el Real Madrid.

Su primera respuesta, aparentemente sincera, fue una bomba. “Yo nunca trabajaría para el Real Madrid. Lo que no me gusta son sus valores. No me gusta ver en el palco del Bernabéu las personalidades que hay y cómo mueven los hilos en este país. La persona que imputó a Messi y Neymar se sienta al lado de Florentino en el palco (en referencia a la abogada del Estado Marta Silva, que formó parte de la directiva del club blanco con el actual presidente). No vamos a pasar una lista como Mourinho. No voy a decir más nombres, pero no descubro nada. Sabemos cómo funciona”, proclamó Piqué.

Prendida la mecha, empezó un jugoso interrogatorio-intercambio de pareceres con la prensa que se prolongó durante nueve minutos. “No me gusta lo que transmite el Madrid. Con los jugadores del Real Madrid me llevo fenomenal y juego a las cartas con ellos, pero me preguntas y yo contesto lo que siento”. Con cada frase que soltaba Piqué, que miraba a los ojos de los presentes con cara de saber que la había liado, mientras se acercaba otra cámara más de la zona de televisión hasta el punto de terminar rodeado por todos los allí presentes. “¿Habláis del 6-1 al PSG y no de cuando el Madrid ganó la Champions con un gol en fuera de juego? Si nos ponemos a tirar atrás...”, se defendió recordando que por sus críticas a los árbitros ya le han multado dos veces, aunque no le preocupa, imagino que debe estar habituado a multas por parte de la autoridad, no hay más que recordar su episodio con la Guardia Urbana de Barcelona, mostrando en él su educación, saber estar y respeto a las instituciones.

Sólo dije que el árbitro tiene que mejorar su trabajo. Estoy convencido de que el Madrid y el Barça son los más favorecidos. Yo comparo entre ambos, no con el Leganés, que seguro que el Barça es más favorecido. Es algo normal decir que los árbitros tiene que subir el nivel. Y hay muchísima gente de acuerdo, no hay nada malo en decirlo, hablo en general del estamento arbitral, y ya me han multado”, dijo antes de considerar una barbaridad la sanción a Messi por parte de la FIFA. “Os gusta mucho hablar del Madrid. ¿Quién me ha preguntado por Raúl y el Madrid? Habéis sido vosotros. Para mí, esto es un show, no me molesta nada de lo que digan y espero que no moleste lo que digo. Hay gente que se lo toma muy a pecho. Se trata de pasarlo bien”, respondió después de que algún periodista le dijese que su afirmación el palco del Bernabéu era muy grave, que lo es, pues escupió una sandez tan gigantesca como injuriosa, y si cree que un Abogado del Estado prevarica (Marta Silva no imputó a nadie, primero porque no es juez, segundo porque ella no trabajaba en tales casos de evasión y fraude fiscal, tercero Piqué, porque tu idea de leyes es muy similar a la que tienes sobre educación, y la figura del imputado ya no existe, si bien se te perdona, por ignorante) ya está tardando en acudir al juzgado de guardia, al igual que Godall como Vicepresidente del Barcelona, poner sobre la mesa del Fiscal un dossier con todas las ilegalidades y ejercer como buen ciudadano.

Pero ¿qué se puede esperar de un señor que en una fiesta de la selección española se dedicó a festejarla escupiendo por la espalda a un señor de más de sesenta años? En otro momento se le llamaría travesura, pero su nombre correcto es “gentuza”.

En esas que a su espalda circularon muchos otros futbolistas a los que nadie pidió parar, como los 'londinenses' que se fueron todos juntos en avión privado tras hacerse una foto con N'Golo, Kanté o los tres de Manchester. Solo Deulofeu, protagonista en el césped, hizo una única declaración colectiva alegando tener mucha prisa por el vuelo que debía coger a Barcelona con Piqué, que seguía de 'debate' con la prensa. Pasó junto al central azulgrana incluso el joven MBappe, al que muchos de los presentes esperaban por su irrupción meteórica y mediática, pero en ese momento nadie dudaba que lo de 'Geri', que estaba haciendo esperar al goleador del 0-2 y a sus compañeros del Barcelona para tomar su propio vuelo al aeropuerto del Prat, merecía más la pena. “Hemos hablado de abril, a los del Madrid les he deseado que marquen muchos goles y luego pierdan”, apuntó. Se fue Piqué sin rodear la zona de las teles recordando que tenía prisa tras reiterar que no se arrepiente de nada y que esperaba que “a nadie le moleste nada de lo que yo digo”.

Tras su marcha, Sergio Ramos capitán de la selección y del Real Madrid le respondió de la mejor manera, desacreditando sus palabras. Como dice el refrán siempre habla quién más debe callar. Es muy posible que a Piqué no le gusten los valores del Madrid y prefiera los del Barcelona, que está condenado por estafa y fraude como persona jurídica, que tiene a cinco de sus últimos seis presidentes investigados o condenador por malversación de caudales, estafa, fraude, que varios de sus jugadores han sido condenados a penas de prisión, sí de cárcel, como Mascherano o Messi  (a día de hoy condenado a dos años a expensas de lo que decida el Tribunal Supremo en el recurso de casación del 20 de abril). Ya lo ha declarado el Jefe de lo Penal de la Abogacía General del Estado, él, un socio del Atlético de Madrid fue quien dirigió la causa contra Messi y Neymar (investigado por corrupción entre particulares y fraude), no la señora Marta Silva, pero vamos, como si los colores de un profesional que ha superado una fase de oposición durísima para ejercer como Abogado del Estado fuera un impedimento y una suposición de mala praxis.

Una vez desnudas las vergüenzas, como dijo un verdadero genio como Groucho Marx, más vale callar y parecer tonto, que hablar y disipar todo tipo de dudas. 

miércoles, 29 de marzo de 2017

ESPAÑA SE VA AL 'VAR'

Carlos de Blas

Jacques Chirac y José María Aznar asistieron, como presidentes de Francia y España, al último partido amistoso de campanillas entre ambas selecciones. Aquel duelo, decidido por 1-0 por Zinedine Zidane, resultó el marco de gala para la inauguración del Stade de France que este martes acogía el enfrentamiento entre la mezcolanza de titulares y fondo de armario que dispusieron Didier Deschamps y Julen Lopetegui para competir por el orgullo vecinal. Una de las candidatas al título de Rusia 2018, el bloque local, y una de las aspirantes aventajadas, el bando visitante, reproducían la rivalidad de aquel partido de enero del 98. Aunque mucho han cambiado los vientos desde entonces: ninguno de los combinados había alzado un Mundial y ni el video-arbitraje ni la sombra terrorista ni se atisbaban, mientras que en este evento se han desplegado medidas preventivas quirúrgicas en los aledaños de Saint Denis, recinto de reciente recuerdo agridulce (allí perdió el cargo Vicente del Bosque en verano de 2016).

Sobre el verde salieron las estructuras arquetípicas de dos equipos que tienen su billete al próximo campeonato mundial encauzado, aunque las modificaciones resultaban explícitas. El once del Gallo se dejó a Giroud, Payet y Matuidi (Pogba padecía molestias) en la banca para proponer a Mbappé su presentación al mundo. Además, Tolisso y Rabiot abrigarían a Kante en la medular. España, por su parte, trató de prolongar su exquisita apariencia desplegada ante Israel con Morata y Pedro en punta (por Diego Costa y el cerebro básico Silva) e Isco y Koke como acompañantes de la red liderada por Iniesta (en sustitución de Vitolo y de el metrónomo Thiago). Es decir, se testaba la competitividad colectiva y se abrían ventanas para el brillo de las reivindicaciones particulares, con Griezmann dispuesto a hacer una escabechina que le afiance como líder de su corral (en detrimento del olvidado Benzema) y De Gea, Ramos y Piqué empeñados en evitarlo.

El cuero echó a rodar tras el minuto de aplausos en homenaje a Jean Berbeke (ex presidente de la Federación Francesa de Fútbol) y Raymond Kopa (ex jugador del Real Madrid y Balón de Oro). Lo hizo con los visitantes tratando de pautar un ritmo sosegado por medio de la posesión controladora, horizontal, y con los franceses agazapados, entre la cesión de metros y la explosión a la contra. En ese esquema sufrió el sistema español un aviso paradigmático: la intensidad ajena y su juego directo estaban desbordando a la línea de repliegue propia en cada imprecisión. No obstante, Mbappé, punta de lanza con Griezmann y Gameiro entre líneas, probó a De Gea -a centro de Kurzawa- con un remate astuto que el portero sacó con una reacción de reflejos sensacional -minuto 5-.

El centro del campo galo sufría para trazar asociaciones fluidas y, por eso, Lopetegui ordenó presiones elevadas tras pérdida. Pero la descoordinación en el movimiento adelantado de cierre entregaría metros para el disfrute del tridente local. Esa postura valiente y jerárquica española todavía le costaría en el prólogo, antes de asentarse, un cabezazo de Koscielny que Piqué sacó bajo palos -el remate se gestó tras una contra frenética en la que Mbappé forzó una falta lateral ante el central culé-. Iniesta asumiría el papel desequilibrante con el disparo inicial del once patrio. El manchego recibió en la frontal, con el control eliminó a su par y en una reducción de espacios absoluta alcanzó a girar, perfilar su cuerpo y engatillar una rosca que lamió el poste izquierdo de Lloris -minuto 13-. Necesitaba España transmitir amenaza a sus contrincantes para legitimar su puesta en escena y este sería el punto.

Sobre el estilista blaugrana y la fluctuación posicional de Koke y, sobre todo, de Isco, crecería el protagonismo del juego de toque nacional. Con Busquets como ancla y Carvajal y Alba uniformados como carrileros largos, el envite se desnudaba como una confrontación de estilos en la que el libreto del entrenador vasco imponía su estilo combinativo. La superioridad numérica en el ecuador de la cancha redundó en la jerarquía ante la que Deschamps recluyó a su dibujo, en un intento arrinconado de colapso de los pasillos centrales. Se trataba, por tanto, de exhibir tanta paciencia en fase ofensiva como concentración en la neutralización de las fulgurantes escapadas de les bleus. La mutua imprecisión en el último toque, tanto en las circulaciones españolas como en los relámpagos galos, pintó un paisaje en el que las porterías no entraban en la dinámica.

El soliloquio resplandeciente español, que localizaba rutas de avance con las incorporaciones de Carvajal y los centros laterales, confirmó el respeto de Deschamps, que descartó la ambición posicional sin pelota. No presionaba Francia y sí lo hacía España, que otra vez resaltaría a Iniesta como su punzón primordial. El albaceteño marró un mano a mano con Lloris, tras pase de Pedro, entrando a través de una pared y resolviendo con un lanzamiento cruzado con el exterior de su bota diestra -minuto 28-. El portero sacó el intento y dio paso a una transición que sirvió para dar desahogo a su vestuario. Antes de encaminarse al intermedio, Mbappé reclamó un pellizco de atención con una serie de fintas lucidas que no hacían más que subrayar la descontextualización de los delanteros locales. Habían sido condenados al rol de sujeto pasivo, inmersos en un equipo sin argumentos creativos para revertir la inercia.

La seriedad y el compromiso tácticos de cada pieza, en un esfuerzo coronado por Busquets -gobernador de la fase de repliegue-, salpicó de emboscadas exitosas el anhelo de contragolpe francés. Todo, menos la profundidad -con Morata como mártir-, funcionó en la ejecución de un primer tiempo dominante hasta relamerse. Sólo La Marsellesa y el fogonazo efervescente inaugural sacaron del silencio a la tribuna. Y un robo adelantado de Koke traducido en oportunidad por el disparo de Isco que atajó Lloris pondría el broche a un plácido y rutilante ejercicio nacional en París. La impotencia que afligía a los suyos obligaba a Deschamps a rebuscar anexos a su interpretación del duelo, porque el decantar de los minutos (67% de posesión y ocho a tres intervenciones del portero) se manifestaba desfavorable.

El que fuera mediocentro emblemático de la Juventus ganadora de la Champions y de la Francia campeona de todo insufló a sus pupilos nuevos bríos e introdujo a Bakayoko -por Rabiot- en una tratativa de enmendar lo visto con más físico y exigencia anatómica. El fruto se le aparecería con celeridad, por medio de un gol de Griezmann de cabeza tras un robo producto de la renacida presión local. Sin embargo, la certera salida en tromba fue anulada por fuera de juego (video-arbitraje mediante) y Lopetegui aplicó la criptonita técnica al intento de Deschamps por llevar el partido a la anarquía del toma y daca. Julen reaccionó, en el minuto 52, metiendo en escena a Silva y Thiago (por Iniesta e Isco). La lucha por la preeminencia posicional estaba ganando a la brega por la pelota, y España estaba cediendo. La salida del balón visitante sufría, por primera vez, y la convulsión de la trama estaba servida.

Tardaría diez minutos el otrora patrón en mostrar los colmillos. Una escapada de Pedro constató el estirón táctico nacional, que entretejía incipientes asociaciones en campo oponente, horizontales, controladoras, para apagar el incendio. Y Morata trazó su primer desmarque sintonizado con los lanzadores para descerrajar un derechazo desviado -minuto 58-. Por el camino, Silva, Thiago, Carvajal, Alba y Busquets fueron filtrando el cloroformo al tempo para amainar el empuje rival y restablecer la relación de fuerzas previa al respingo francés. En el nudo del segundo acto, cuando Mbappe dejó su lugar a Giroud (muy buen aspecto el del delantero de 18 años) y Deulofeu ocupó el escaño de Pedro (vaciado), la pelota volvía al redil español aunque la adelantada defensa gala se negaría a volver al encierro. Y el riesgo lo ajusticiaría el jugador del Milan.

Deulofeu, en su primera acción, amortizó los espacios para introducirse el área, en diagonal, y sentar a Koscielny. El central francés no tuvo más remedio que obstaculizar el avance afilado de la transición española y el penalti fue transformado en gol por Silva (minuto 68). Respondería con gallardía una Francia golpeada elevando sus vatios de derroche y asestando una ráfaga de córners que sería inocua. Pero la receta de la posesión y la urgencia orgullosa local confeccionarían un desenlace que marcaría la recogida de los merecimientos españoles. Con Ander Herrera ya en cancha (por un sobrio Koke), Deulofeu completó su robo de los flashes a Mbappe anotando el 0-2 en el minuto 78. El catalán batió a Lloris en la enésima acción visitante de mimo coral al esférico que condecoró un rendimiento sobresaliente. Menuda manera de estrenar su cuenta goleadora internacional. Ese clavo final al ataúd francés lo gestó una roulette sedosa de Busquets.


Los minutos de la basura, con todo decidido, hicieron participar a Lemar y Dembele (otros dos diamantes) en la fiesta nacional. Nacho e Iago Aspas también serían de la partida en un crepúsculo que no acogería más que la escenificación, despojada de tensión competitiva, de la claudicación de una vigente subcampeona de Europa que se resignó ante la fluidez en el toque del sistema de Lopetegui. "Fuimos maltratados en la primera parte", analizarìa Deschamps. Dicho planteamiento reluce, en estas semanas, sin parangón en la claridad y la concentración que controlan y ganan partidos dondequiera. La exuberancia física, que pintaba volcanes que abrasaban a sus rivales en la Euro'16, sólo fueron cenizas ante la calidad bien coordinada y supeditada al conjunto de una España que salió de este amistoso como una obra en rotunda evolución positiva e ilusionante.

lunes, 27 de marzo de 2017

TIEMPOS MALOS

El City de Pep Guardiola vive una situación delicada tras los problemas que arrastra en la Premier League y la eliminación de la Copa de Europa

Antonio Blanca

Marzo de 2017 no quedará inscrito entre los mejores meses en la historia del Manchester City, definitivamente. La entidad radicada en el Eithad Stadium no ha parado de concatenar reveses en las últimas semanas. Y es que los nubarrones no sólo se han constreñido al ámbito del dubitativo devenir del equipo en el verde, sino que el propio club, en su multiplicidad de esferas y estratos, se ha visto involucrado en incidentes extracurriculares que en nada han ayudado a revertir la marejada que aflige a los citizens en un tramo de curso en el que parece haberse esfumado cualquier tipo de esperanza por circundar la gloria en el primer año del proyecto Guardiola.

Si Pep ocupó buena parte de sus ruedas de prensa hasta enero de 2017 en evidenciar y verbalizar lo rudo y feo de la lógica del estilo futbolístico británico, y su incapacidad (o dificultad extrema, si se quiere) para adaptar su libreto al susodicho ("Yo no entreno cómo dar una patada o hacer entradas. Yo entreno para jugar al fútbol", llegó a decir en la cúspide de la discusión), el exitoso entrenador catalán ha ido dando su brazo a torcer en estos temas relativos a la adaptación a medida que su equipo ha ganado en consistencia, si bien el golpe monegasco ha terminado por mermar la energía del resignado preparador que hizo historia en Can Barça.

La improbable eliminación en octavos de final de Liga de Campeones, tras haber cosechado un 5-3 en la ida, uniformada como cataclismo en las islas -carnaza para la prensa amarilla y desasosiego para la nación citizen-, ha resultado la inauguración de unas decenas de días en las que el City se ha visto desprovisto de su fuelle en la Premier (producto de las lesiones de piezas nucleares como Gabriel Jesús y de la reiterada falta de puntería en ambas áreas), fuera de su mayor ambición y epígrafe subrayado en los objetivos que firmó el nuevo entrenador, y envuelto en dos acontecimientos que lindan con lo ilegal.

Al tiempo que la Premier nominaba como mejor técnico del mes a Craig Shakespeare (en un giro sublime de la fortuna que mantiene al Leicester como único representante inglés en la máxima competición continental a pesar del cuadro pintado en febrero), que ha ganado tres partidos ligueros y el que le enfrentó al Sevilla en un pleno inmaculado, y se dejaba fuera de la lista a Guardiola (al galardón optan Conte, Klopp, Pochettino, Howe, del Bournemouth, y Allardyce, del Crystal Palace), la UEFA multaba al City por los incidentes acaecidos el 21 de febrero en la ida ante el club del Principado. La Comisión de Control, Ética y Disciplina del organismo decidió sancionar con 18.000 euros al club por incumplir los artículos 11 (2) y 16 (2) de su Código Disciplinario, que hacen referencia al inicio retrasado de un partido y al lanzamiento de objetos al césped, así como de una invasión del campo por parte de aficionados.

Además, y de vuelta a las islas, la BBC publicaba este sábado que el equipo dirigido por el catalán ha sido multado por la FA (federación inglesa de fútbol) con motivo de sus reiteradas omisiones del cumplimiento de las normas de la lucha antidopaje que rigen en el balompié inglés. El monto de 35.000 libras, que escenifica de forma monetaria la gravedad de la falta, tiene por objeto sancionar tres infracciones cometidas en un periodo inferior a cinco meses.

La Asociación de Fútbol acusa y penaliza al Manchester City porque el 12 de julio no informó a la FA de una práctica no prevista, el 1 de septiembre se registró que un futbolista no completó el control antidopaje porque la información del hotel facilitada era errónea y porque el 7 de diciembre hasta seis jugadores no se sometieron los análisis sorpresa porque el club no había informado a la federación de que todos ellos estaban disfrutando de un día libre. El problema reside en que estos fallos programáticos (todos los profesionales que compiten en la Premier han de ofrecer de manera específica los horarios de cualquier actividad y el paradero de sus futbolistas) cubren de sospecha a un equipo que aumentó su rendimiento en febrero, cuando Guardiola fue designado el mejor preparador de la Liga.

jueves, 23 de marzo de 2017

XENOFOBIA ANTE LA VISITA DE ISRAEL

Diversas plataformas anti sionistas de calado eminentemente discriminatoria han organizado para mañana concentraciones contra la selección de Israel

Antonio Blanca

El encuentro que España disputará ante Israel en Gijón sigue adquiriendo tintes políticos con el paso de las horas. Así, la plataforma Tarjeta Roja a Israel, compuesta por quince entidades asturianas, se manifestará en la ciudad gijonesa mañana contra el "comportamiento del Estado de Israel" coincidiendo con el partido que ambas selecciones disputan clasificatorio para el Campeonato del Mundo de Rusia 2018.

La manifestación dará comienzo a las 19:00 en la plaza de Jovellanos para finalizar en el parque de Cocheras, el lugar más cercano al estadio de El Molinón al que les permiten acercarse. El portavoz de la plataforma, Ángel Alonso, aseguró ayer que la selección de Israel representa en el terreno deportivo "a un Estado que comete violaciones contra el derecho a jugar al fútbol de otros pueblos", pero reiteró el carácter "pacífico" de la convocatoria.

La marcha tiene como lema "Ayer Sudáfrica, hoy Palestina" y a su vez esta plataforma ha solicitado a la FIFA la expulsión de la selección de Israel mientras el país continúe con su actual forma de actuar. "La sociedad civil tiene que caracterizarse por la defensa de los derechos humanos y Gijón ha dado muchos ejemplos de ello y el viernes lo volverá a dar", añadió Alonso. Al margen de la manifestación la plataforma repartirá miles de cartulinas rojas para que el público que acuda al partido las muestren en los minutos 17 y 48 del encuentro, minutos elegidos en conmemoración de dos fechas, 1917 y 1948, en las que las potencias occidentales concedieron a Israel los terrenos palestinos. En relación con este asunto, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Gijón, gobernado por Foro, ha recordado que el pasado 9 de marzo el Pleno municipal aprobó una moción que revocaba la iniciativa aprobada previamente de apoyo a una campaña internacional de boicot, desinversiones y sanciones a Israel.

Mientras tanto, el combinado que entrena Julen Lopetegui siguió con la preparación del choque en un entrenamiento en el que Carvajal no pudo ejercitarse al sufrir un proceso gripal, mientras que Pepe Reina continuó al margen con molestias en un gemelo que siguen teniendo en el aire su continuidad. El sitio del portero del Nápoles lo ocupó de nuevo Kepa, que no viajó junto al resto de compañeros de la selección española sub 21 a Murcia, y está a la espera de la evolución del guardameta madrileño para saber si se queda en la absoluta como tercer portero.

El seleccionador español estará pendiente de la evolución de Carvajal para decidir el lateral derecho. El madridista iba a ser titular frente a Israel y en caso de que no esté recuperado su sitio lo ocuparía Azpilicueta.

lunes, 20 de marzo de 2017

SALVANDO LAS DIFICULTADES

Ni Real Madrid ni Barcelona fallaron en sus complicados compromisos de la jornada en la que el Atlético descabalgó al Sevilla de la carrera por el título definitivamente

Antonio Blanca

La última jornada antes del parón de selecciones nacionales ha deparado duelos trascendentales de cara al desenlace de La Liga, por prematuro que parezca. El caso es que este fin de semana afrontaba el Real Madrid la salida más complicada que le marca el calendario. Aterrizó en San Mamés, un estadio en el que sólo había perdido una vez el Athletic este curso (al inicio del ejercicio contra el Barça), y se remangó, ofreciendo una de sus versiones más trabajadoras (de todas sus piezas) para arrancar los tres puntos a los vizcaínos y solidificar su liderato, todavía con un partido menos con respecto a los perseguidores.

Apostó Zidane por un término medio: dio la titularidad a la BBC pero incluyó a Bale en la responsabilidad del extremo diestro del 4-4-2 que equilibró su dibujo hasta conducirlo hacia la victoria. Sin embargo, tardaría en empastar el equipo de Chamartín la intensidad vasca y la tormenta de centros laterales no tardó en arreciar sobre Navas. Con Raúl García como referente, el Madrid era encerrado en su área hasta que Benzema emergió para retener la pelota y amenazar al engrandecido rival. Terminó el galo por hacer el 0-1 en una contra al galope de Ronaldo. Con ese resultado y el crecimiento de sensaciones colectivas merengues se decretó el descanso y la reanudación.

El segundo acto comenzó como el inicio, con una divergencia de ritmo y energía entre los púgiles. Ese hecho y el cambio de Zidane (Lucas Vázquez por Modric, vaciando el centro del campo) entregaron la pelota y las ocasiones a un bloque de Valverde que haría caja con Williams como jefe y Aduriz como goleador. El empate hizo justicia antes de que el balón parado volviera a emerger para salvar al entrenador francés. Casemiro hizo el 1-2 final en un córner embarullado y Zizou desharía el desaguisado dando entrada a Isco para recobrar la consistencia. Navas y la comprometida (esta vez sí) red de ayudas cerraron el valioso resultado que refuerza la confianza de los capitalinos.

Todo lo contrario, con respecto a las sensaciones, que no a lo estadístico, ocurrió en el Camp Nou. Allí ganó el Barça, respondiendo a la presión del puntero (volvió a fijar la desventaja en dos puntos), pero lo hizo penando a nivel táctico y de compromiso ante un Valencia contragolpeador y que jugó con uno menos 45 minutos. Mangala, que anotó el gol inicial, fue expulsado tras cometer penalti. Messi transformaría el 2-1 (Suárez había empatado en una pillería culminada con categoría rematadora) en el descuento del primer acto. Pero, lo que parecía destaparse como un paseo (superioridad numérica y resultado favorable) se fracturó en la siguiente jugada. Un apagón de concentración soberano de los locales patrocinó el pase en profundidad que cazó Gayá para que Munir empatara, a placer, en la última acción de un primer tiempo volcánico. A partir de ese punto los pupilos de Luis Enrique aceleraron el asedio, con Neymar como protagonista resplandeciente, y el Valencia trató, y consiguió, de mantener el marcador ajustado, con Diego Alves como paraguas en plena ventisca.

No pudo el brasileño tapar el 3-2 anotado por Messi en otra perla individual salvadora -minuto 53- ni tampoco logró evitar a sentencia que la complacencia blaugrana postergó hasta el minuto 88, cuando Neymar exhibió potencia y calidad para regalar a Andre Gomes un 4-2 que certifica la reacción estadística a la resaca del PSG. Pero la imagen guadianesca dejada no puede tranquilizar a nadie en la Ciudad Condal, pues ese es el dibujo de rendimiento que ha establecido el coloso catalán antes y después de la apnea legendaria continental.

El partido grande de la jornada se vivió en el Calderón. Se medían Atlético y Sevilla en pos de la tercera plaza y sobrevino la versión jerárquica de los de Simeone. Los rojiblancos impusieron su soga táctica a Sampaoli y Griezmann decidiría en un examen mutuo de exigencia superlativa. El galo sacó la falta que cabeceó Godín en la inauguración del marcador y anotó el 2-0 con un lanzamiento de falta sublime. Con Carrasco como punzón en la mediapunta, los sevillanos se vieron despojados de su identidad colorida y ardiente. Cansados, todavía golpeados por la desilusión europea y liguera, todavía cederían un tanto, de Koke. El gol final de Correa autografió una lección futbolística que recalcó la superioridad del estatus colchonero sobre el andaluz.

Por detrás se abre una brecha ya considerable, pues Villarreal y Real Sociedad pincharon. Los primeros lo hicieron en el partido que abría la fecha (1-0 ante Las Palmas, obra de Boateng) y los donostiarras sucumbieron al embrujo de Mendizorroza (1-0, tanto de Deyverson). La pugna por las plazas europeas se completa con el empate del Eibar (que está a tres puntos de la séptima plaza, ocupada por los leones) en casa y ante el pegajoso Espantol (1-1, goles de Kike García y Jurado).

De la guerra por la permanencia salió reforzado esta ve el Sporting. Lo hizo por el cauce de lo inesperado, de la explosión anotadora. Se enfrentaba al Granada en un duelo directo de urgencias y hubo de remontar el gol inicial de Ingason. Se la jugó Rubi a un esquema ultraofensivo, dando entrada a Traore, y el africano le entregó la razón de inmediato, abriendo un lapso goleador de cinco minutos en el primer balón que tocó. Babin y Carmona clausuraron el envite con otros dos tantos que hunden a los nazaríes y entregan oxígeno a los gijoneses (suben al decimoctavo puesto, a cinco puntos de un Leganés que empató a nada con su pareja de baile, el Málaga). Osasuna, farolillo rojo incidió en tal consideración al caer, sin bagaje, ante un Betis en ascenso (2-0, goles de Navarro y Rubén Castro).

El derbi gallego cerró el interés con un duelo intenso, como es menester, en el que el Deportivo superó la salida primorosa del Celta para estrujar a unos vigueses cansados después de la batalla rusa del jueves. Sin embargo, Iago Aspas decidiría el choque (0-1) en el tramo final, rematando una jugada de desborde de Beauvue y anotando, por primera vez, en Riazor.

sábado, 18 de marzo de 2017

EL CALENDARIO DE LA BATALLA

Carlos de Blas

La Liga y la Champions entran en el tramo decisivo de la temporada y los tres equipos españoles que han accedido a los cuartos de final tendrán un calendario muy duro en el mes de abril. Serán un total de siete partidos para cada equipo en los que la exigencia será máxima.

El Real Madrid tendrá su primera prueba de fuego por La Liga en el Bernabéu ante el Atlético, que está muy lejos del título, pero que querrá amargarle el campeonato a su máximo rival. Será solo cuatro días antes del partido en Múnich, por lo que Zidane tendrá que pensar mucho si hacer rotaciones o no. Después de la vuelta en el Berbabéu, será el Barcelona el que visite Chamartín con el título de Liga en juego.

2 de abril: Real Madrid - Alavés
5 de baril: Leganés - Real Madrid
8 de abril: Real Madrid - Atlético
12 de abril: Bayern - Real Madrid
15 de abril: Sporting - Real Madrid
18 de abril: Real Madrid - Bayern
23 de abril: Real Madrid - Barcelona

"Abril va a ser tremendo para nosotros, pero tenemos un grupo y una plantilla para hacer las cosas bien. Ahora viene lo más bonito de la temporada. Los jugadores lo saben y estamos concentrados en nuestro objetivo", ha asegurado Zidane después de conocer el emparejamiento.

El equipo azulgrana vivirá en abril una persecución al Real Madrid en la lucha por LaLiga. El Barcelona no puede fallar en el Camp Nou ante un Sevilla que se jugará el tercer puesto antes de la eliminatoria contra la de cuartos de final de la Champions ante la Juventus. Casi todas sus aspiraciones ligueras, si no todas, están puestas en el clásico del Bernabéu.

2 de abril: Granada - Barça
5 de abril: Barcelona - Sevilla
8 de abril: Málaga - Barcelona
11 de abril: Juventus - Barcelona
15 de abril: Barcelona - Real Sociedad
19 de abril: Barcelona - Juventus
23 de abril: Real Madrid - Barcelona
Atlético: Real Sociedad, derbi y Leicester

El equipo rojiblanco se despidió hace semanas de la lucha por el título de Liga y su gran sueño es ganar la Champions. Pero Simeone no podrá despistarse en la competición doméstica, ya que no tiene garantizado el cuarto puesto y, además, ser tercero es muy importante. El partido en el Calderón contra la Real Sociedad será muy importante a cuatro días del derbi del Bernabéu y a una semana de la eliminatoria contra el Leicester en la Champions.

1 de abril: Málaga - Atlético
4 de abril: Atlético - Real Sociedad
8 de abril: Real Madrid - Atlético
12 de abril: Atlético - Leicester
15 de abril: Atlético - Osasuna
18 de abril: Leicester - Atlético

22/23 de abril: Espanyol - Atlético

EL RETORNO DE DOS CARAS BIEN CONOCIDAS

Aránzazu Gálvez

El Bayern de Múnich será el rival del Real Madrid en cuartos de final de la Champions. Era equipo a evitar para los españoles en el sorteo, pero le cayó a los blancos. Es el que, a priori, tiene más opciones de romper la hegemonía española que dura desde 2013, cuando el propio equipo bávaro ganó la final al Borussia Dortmund. En los octavos de final eliminó al Arsenal con un marcador global de 10-2, algo que habla a las claras de su enorme potencial.

La 'flor' de Ancelotti en la Champions es algo que juega a su favor, ya que el italiano la ha ganado cinco veces: dos como jugador y dos como entrenador (cuatro con el Milán y una con el Real Madrid). El italiano cuante con una once espectacular, con nombres como Lewandowski, Ribery, Robben, Thiago, Alonso, Neuer... Además, completan la plantilla Douglas Costa, Muller, Renato Sanches, Coman o Bernat.

El Bayern mantiene sus señas de identidad de los últimos años, las que lo alejaban de ser un equipo que apelaba a ser un rodillo físico y le han acercado a un fútbol más moderno, con una buena pléyade de futbolistas nacionales de calidad más amantes del fútbol de toque y de la posesión, mezclados con foráneos de mucho talento y nivel.

Dominador indiscutible de su campeonato, esta 'dictadura' le permite usar a Carlo Ancelotti, relevo de Pep Guardiola y 'presionado' por demostrar que mantiene un idilio especial con la 'Champions', su amplitud de plantilla para afrontar siempre lo más fresco posible a su once más ideal.

No tiene excesivas debilidades el equipo muniqués, aunque sí existen y residen más en la parte de atrás, que fueron las que le costaron sus últimas eliminatorias con conjuntos de LaLiga Santander. Manuel Neuer sigue siendo indiscutible y demostrando ser uno de los mejores del mundo, pese a que a veces peque de exceso de confianza, y ahora está mejor resguardado con el fichaje de un central contrastado con Mats Hummel, que ha elevado el nivel de una de las mejores defensas del continente.

A su lado Jerome Boateng, recién salido de una lesión y poderoso físicamente, con la alternativa de Javier Martínez, mejor en la salida del balón, mientras que el capitán Philip Lahm vuelve a ser lateral derecho tras la apuesta de Guardiola de hacerle jugar en el medio, y el austriaco David Alaba sigue siendo un 'puñal' por la izquierda.

A partir de ahí, el Bayern crece en su potencial. En la sala de máquinas del 4-3-3, Ancelotti tiene a otro exmadridista como Xabi Alonso, presente en aquella noche del 0-4 y 'cerebro' del equipo, y el talento de un Thiago Alcántara a un gran nivel, respaldados por la fuerza que les da el chileno Arturo Vidal, en ocasiones excesivamente impetuoso, pero que no deja de ser un jugador de alto nivel y 'todoterreno'.

Pero lo mejor está arriba. El polaco Lewandowski es uno de los mejores '9' del mundo y ya le hizo un auténtico destrozo al Real Madrid cuando jugaba en el Borussia Dortmund. Rápido en el área, impecable con las dos piernas y letal cabeceador, el delantero se aprovecha de contar con extremos de calidad como Douglas Costa, Arjen Robben o Franck Ribéry, lo que deja casi en la recámara a un reputado jugador como el alemán Thomas Mueller.


Y es que Ancelotti tiene también al polivalente y codiciado Joshua Kimmich, al joven Renato Sanches o al francés Kingsley Coman, muestra de una plantilla con la que aspira a todo y en busca del siempre prestigioso 'triplete'. Además, ahora el equipo está más asentado que en el primer tramo de temporada donde dejó algún resbalón como el que sufrió en Rostov (3-2) y que ayudó a que el Atlético de Madrid, que le derrotó en el Calderón (1-0), fuese primero de grupo. No le importó ser segundo, su cruce con el Arsenal inglés lo saldó con un 10-2 global, pero sabe que el Real Madrid es una amenaza mayor.

jueves, 16 de marzo de 2017

LA LIGA ESPAÑOLA DE CAMPEONES

Salvo el Sevilla que cayó derrotado contra pronóstico ante el vigente campeón de la Premier League, España es el país con más equipos entre los ocho mejores de la presente edición de la Copa de Europa

Antonio Blanca

Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid suman tres representantes españoles en un bombo en el que estarán acompañados por dos alemanes (Bayern y Borussia Dortmund), un inglés (Leicester), un italiano (Juventus) y un representante de la liga francesa (Mónaco). En un sorteo puro, cualquiera de estos equipos se podrá enfrentar entre sí, así que las cábalas ya juegan en las casas de apuestas.

La histórica remontada en todos los aspectos (deportivo y arbitral) del Barcelona al PSG marcó unos octavos de final donde Ramos volvió a ser decisivo en la vuelta frente al Nápoles y el Atlético logró por fin pasar la ronda sin prórroga de por medio ante el Bayer Leverkusen tras la exhibición de la ida. El Sevilla por su parte, al caer frente el resucitado campeón de la Premier, tendrá ante sí terminar su primera temporada sin ganar un título europeo desde 2013.

Además del 6-1 del Barcelona al PSG, otro de los momentos destacados de la competición fue protagonizado por Mónaco y Manchester City. Si en la ida el equipo de Guardiola se sobrepuso al frenesí de goles para remontar y quedar 5-3, a la vuelta fue el conjunto entrenado por Leonardo Jardim el que logró someter a los ingleses y dar una de las sorpresas de la temporada tras imponerse en otra locura ofensiva por 3-1, con el joven Mbappé luciendo trazos de estrella a su recién estrenada mayoría de edad. De esta manera, Guardiola queda apeado de un torneo en el que llevaba alcanzando, como mínimo, las semifinales desde 2009.

El honor inglés fue defendido por un Leicester que supo imponer su físico a un Sevilla venido a menos en este marzo. Los de Sampaoli se acordarán de los dos penaltis fallados (uno en la ida y otro en la vuelta), sin embargo poco margen de maniobra lucieron ante un conjunto que no perdió ni la fe ni el físico en los 180 minutos de eliminatoria.

La lujosa Premier volvió a poner de manifiesto que aún no está preparada para la alta competición europea. El Arsenal de Wenger fue vapuleado por el Bayer de Ancelotti con un 10-2 en el global tras sendos 5-1 recibidos tanto en Londres como en Múnich. El otro represente británico, el Tottenham, quedó apeado en la fase de grupos.

Un habitual a estas alturas de competición es el Borussia de Dortmund, que con Tuchel a los mandos sigue sobreviviendo a la venta de sus estrellas y, a base de talento joven, supo responder con la autoridad de un 4-0 la derrota por la mínima de la ida ante el Benfica.

El otro equipo portugués, el Oporto, poco pudo hacer ante el campeón de Italia. En ambos partidos contó con un jugador menos por expulsión para casi toda la segunda parte, dando alas a una Juventus que apenas sufrió para certificar la clasificación.

Con estos mimbres, mañana viernes a partir de las doce del mediodía se celebrará en Nyon el sorteo sin condiciones de los cuartos de final, lugar en el que los tres equipos españoles, junto al Bayern de Múnich, estarán presentes por cuarto año consecutivo.

lunes, 13 de marzo de 2017

FALLA EL BARÇA Y EL MADRID LO APROVECHA

Al equipo de Luis Enrique le pasa factura su celebración europea y cae en Riazor perdiendo el liderato en pos del Real Madrid que aún tiene un partido por jugar

Antonio Blanca

La Liga ya lleva disputadas 27 jornadas con un nuevo cambio de líder. El pinchazo del Barcelona en La Coruña fue aprovechado por el Real Madrid gracias a otro cabezazo histórico de Sergio Ramos. El de Camas se convierte con 69 goles en el defensa más goleador de la historia del Real Madrid. El Leganés protagonizó el detalle más bonito de la jornada con el hijo de Antonio Puerta. No te pierdas todas las curiosidades.

1. Espanyol 4-3 Las Palmas: Gerard Moreno, de celebrar los goles con Tamudo a ser el goleador
El equipo perico continúa en línea ascendente con Quique Sánchez Flores en el banquillo y el canterano Gerard Moreno tiene mucha culpa de ello. Tuvo que marcharse al Villarreal antes de triunfar en casa, pero va camino de hacer historia. Ante Las Palmas marcó un gol justo antes del descanso y completó otra gran actuación. Ya suma 11 goles en La Liga, el segundo máximo goleador español solo por detrás de Aspas (14). Está cumpliendo el sueño de cuando era un niño, cuando celebraba los goles de Tamudo como recogepelotas. Ahora él es el protagonista y sueña con superar los 19 goles de su ídolo en la 2003/04.

2. Valencia 1-1 Sporting: Rubi calca (y empeora) los números de Abelardo
Después de 27 jornadas de Liga, el Sporting de Gijón continúa en puestos de descenso y el cambio de entrenador no ha tenido el efecto esperado. El club destituyó a Abelardo después de sumar 12 puntos en 18 partidos y contrató a Rubi, que ha sumado 6 puntos en nueve partidos, es decir, justo la misma media de 1.5 puntos por partido. El equipo rojiblanco dejó escapar la victoria en Mestalla en los últimos minutos, algo que ya le pasó factura contra el Celta de Vigo y el Atlético en el Molinón o ante el Athletic en San Mamés. Sin embargo, el equipo tiene menos opciones de salvarse que con Abelardo, ya que de estar a 5 puntos de la salvación ha pasado a estar a 7 cuando quedan muchos menos en juego (33).

3. Sevilla 1-1 Leganés: bonito regalo para el hijo de Puerta
El equipo madrileño lucha por la salvación en La Liga, pero está en la 'Champions' en cuanto a cuidar los detalles. La presidenta Victoria Pavón tuvo un bonito gesto con Aitor, el hijo de Antonio Puerta, y le regaló una camiseta del Leganés con el nombre y el número 16 del exjugador fallecido. El presidente Pepe Castro se encargó de recoger el presente.

4. Málaga 1-2 Alavés: el mejor recién ascendido amarga el debut de Míchel
El equipo de Pellegrino está completando una temporada enorme y poco imaginable en verano cuando cambió más de la mitad de la plantilla del ascenso. Además de lograr meterse en la final de la Copa del Rey contra el Barcelona, está en la décima posición de La Liga con 37 puntos en 27 jornadas después de ganar en Málaga en la vuelta de Míchel a los banquillos del fútbol español. Suma más puntos que entre los otros dos recién ascendidos.

5. Granada 0-1 Atlético de Madrid: el 'tanque' Griezmann
Solo mide 176 centímetros, pero Griezmann es un verdadero peligro en el juego aéreo. El delantero del Atlético de Madrid le dio la victoria a su equipo en Granada con un tanto de cabeza aprovechando su capacidad de desmarcarse y alejarse de los corpulentos centrales. Es el máximo goleador de LaLiga de cabeza en 2017 con 4 tantos y el quinto de los que están en activo después de cuatro grandes especialistas. Ha marcado 20 de sus 96 goles en La Liga con la cabeza.

6. Real Sociedad 0-2 Athletic: primera victoria de Valverde en Anoeta
El Athletic de Bilbao ha sorprendido a la Real Sociedad en el derbi vasco y ha ganado en Anoeta con los goles de Raúl García e Iñaki Williams. Los rojiblancos se acercan a la zona europea (a 4 puntos precisamente de la Real) y Ernesto Valverde ha sumado su primer triunfo en Anoeta en seis partidos como técnico del Athletic. "Es un buen campo para ganar", ha comentado sobre la racha de su equipo a domicilio.

7. Deportivo de La Coruña 2-1 Barcelona: el invicto Mel iguala a Caparrós
Cuatro partidos de Pepe Mel al frente del Deportivo de La Coruña y ninguna derrota. El técnico ya es un ídolo en La Coruña tras empatar ante Atlético y Betis y ganar a Sporting y Barcelona. De estar al borde del descenso con Garitano a apear del liderato el Barça que le remontó un 4-0 al PSG. Mel iguala los números de Caparrós en sus primeros cuatro partidos en el conjunto gallego: dos victorias y dos empates.

8. Celta 0-1 Villarreal: Soldado debió ser expulsado pero dio el triunfo al Villarreal
En los instantes iniciales del partido, Roberto Soldado hizo una entrada criminal al tobillo de Marcelo Díaz, que de hecho salió llorando del terreno de juego. Las imágenes demuestran que merecía la tarjeta roja pero el delantero tan solo se llevó la amarilla, ante la que protestó. Marcelo Díaz pudo volver al terreno de juego y ver cómo el propio Soldado daba el triunfo a los visitantes. En una falta cabeceada por Musacchio, el cuero rebotó en la cabeza de Soldado para hacer el 0-1 definitivo. Así es el fútbol.

9. Real Madrid 2-1 Betis: Sergio Ramos hace historia para encaminar La Liga blanca
Una vez más otro cabezazo decisivo se Sergio Ramos. Keylor Navas se metió en su propia portería el balón tras un tiro de Sanabria y Cristiano Ronaldo puso el empate de cabeza antes del descanso. Los minutos pasaban y el Madrid no encontraba la fórmula para tumbar al Betis. Tuvo que ser Sergio Ramos, una vez más de cabeza en un córner, quien diese los tres puntos al Madrid. Se convierte en el defensa más goleador de la historia del Real Madrid con 69 goles y los blancos recuperan el liderato.

Esta noche se cierra la jornada con el choque entre Osasuna y Éibar.

jueves, 9 de marzo de 2017

UNA MAGISTRAL AYUDA PARA REMONTAR

Denis Aytekin, árbitro alemán de categoría internacional, pasará a los anales de la historia junto con la remontada del Barcelona al PSG tras perpetrar un arbitraje tan escandalosa como sospechosa

Antonio Blanca

La actuación del árbitro Denis Aytekin marcó la remontada del Barcelona. El juez alemán fue determinante en la victoria por 6-1 del Barcelona ante la escuadra parisina birlando dos penaltis al PSG, inventándose uno a Neymar y otro a Luis Suárez y descontando inexplicablemente cinco minutos que permitieron a los de Luis Enrique obrar el milagro.

El primer error arbitral grave llegó a los diez minutos de encuentro, cuando Javier Mascherano hizo un penalti muy claro al cortar un pase de Draxler al corazón del área con la mano dentro del área. Una infracción más que evidente que no fue señalado de manera incomprensible. Pero aún quedaba más.

Nada más comenzar la segunda mitad la verbena arbitral continuaba ayudando al Barcelona. El primero de los dos penaltis regalados a los azulgranas llegaba después de que Meunier se resbalase, Neymar le buscase y cayese sobre el césped. El árbitro señalaba penalti sin dudar, no podía ser de otra manera. Varios colegiados, como Iturralde González en la Cadena Ser y Andújar Oliver en Radio Marca, aseguraron que no fue infracción ya que es un resbalón fortuito.

Con 3-1 en el marcador Piqué cortaba un centro de Ángel di María con la mano. Este penalti podía generar alguna duda, pero la realidad es que el central del Barcelona tocó el balón con el brazo de manera ilegal. Una pena máxima más complicada de señalar, pero que podría haber cambiado otra vez el sino de la eliminatoria.

Aunque lo más grave llegaría cuando estaba el minuto 90 estaba a punto de cumplirse. Luis Suárez se ‘desmayaba’ en el área ante Marquinhos. El central brasileño ni le toca, pero el árbitro no dudó en señalar el punto fatídico. Neymar no falló para poner al Barça a un solo gol de la gesta con cinco minutos por delante. Los que se descontaron.

Otra jugada polémica se produjo cuando Di María se plantaba ante Ter Stegen. Su disparo se marchó arriba, pero Mascherano le hizo un claro penalti. El defensor del Barcelona lo reconoció tras el partido: “Está claro que hice falta a Di María, pero creo que ese no es el motivo por el que eliminaron al PSG”.  Además, hay que señalar que el penalti hubiera llegado acompañado de una tarjeta roja, por lo que hubiese influido en la eliminatoria notablemente.

El árbitro no dudó en dar de forma inexplicable cinco minutos de añadido cuando la realidad es que no había sucedido nada durante la segunda mitad como para dar tanto tiempo de alargue. Se habían producido seis cambios, equivalentes a tres minutos de extensión. Los otros dos fueron un regalo de Aytekin para entrar en la historia como el árbitro que empujó al Barça a la remontada.

El plan le salió a la perfección al germano, ya que Sergi Roberto hacía el 6-1 en el último minuto para firmar el pase a los cuartos de final. Hay que recordar que en la primera mitad también dio tres minutos de añadido de forma inexplicable. En total se jugaron ocho minutos más de los reglamentarios. De esto modo la UEFA que dio campeón al Barcelona seguirá pudiendo mantener su presagio. Sin duda, enhorabuena al Barcelona y a Aytekin. 

miércoles, 8 de marzo de 2017

SIEMPRE SERGIO RAMOS

Carlos de Blas

"Esto es fútbol, macho", respondió Zinedine Zidane en la previa del partido de este miércoles cuando fue preguntado por los problemas de su equipo para mantener su portería a cero (sólo lo ha logrado cuatro veces este curso). El técnico francés relativizó en conferencia de prensa el peso del equilibrio para pasar la eliminatoria y sería coherente, pues apostó por el 4-3-3 que prepondera el contragolpe ante el control de la posesión y del partido. Alineó Zizou el once con el que ganó la 'Undécima' y dispuso al tridente en ataque. Es decir, aceptaba el reto del Nápoles de intensidad, ida y vuelta y exigencia física.

Salió el Madrid a un San Paolo desatado (lleno hora y media antes del pitido inicial) con la voluntad de jugar sobre un compás congelado. Para ello necesitaría debatir el dominio del cuero, pero ni su esquema ni la intensidad y el rigor táctico de sus piezas responderían a ese anhelo, generando un primer acto que rápido se demostró de supervivencia para los españoles. No cabría más que luchar por evidenciar capacidad y efectividad de sufrimiento. Los locales sembraron de emboscadas y una energía desaforada un escenario continuado de presión que le entregó los balones divididos, la batuta del enfrentamiento (y de la eliminatoria) y la potestad de las sensaciones. No obstante, su estilo arriesgado de defensa muy adelantada encogió y atrincheró a los favoritos durante buena parte de los primeros 45 minutos.

Maurizio Sarri superpobló su mediapunta, con los laterales sumados al centro del campo, y los capitalinos no conseguirían neutralizar la continua superioridad numérica en el ecuador del terreno que alimentó la tormenta de llegadas partenopeas. No obstante, en los primeros minutos (en el 1 y en el segundo) acontecieron dos avisos de lo venidero: un pase interior de Diawara fue recibido por Mertens en la frontal y concluyó en chut desviado por la zaga, y una pérdida de Marcelo en su campo comprometió a su equipo ante la hiperactividad local. La disposición escalonada de Callejón, Insigne (maestro de ceremonias), Hamsik y Mertens dañaría a los merengues de manera impía, ya que Casemiro se veía desbordado para contener la espalda de Modric y Kroos (con la delantera ausente en fase defensiva).

Todo ello cocinó un monopolio del tempo napolitano que erigiría a Navas en el protagonista de los visitantes. La valentía posicional transalpina maniató la producción en estático de un Madrid impotente, que asistía a la conjunción de llegadas rivales sin ajustar su sistema. Así, Hamsik chutó desde la frontal rozando la madera -minuto 7-; Ghoulam hizo volar al meta 'tico' para evitar el gol olímpico; e Insigne recibió en la frontal, libre de marca, un pase vertical de Koulibaly -desde el centro del campo- que le patrocinó su disparo que Navas envió a córner -minuto 13-. Daba la sensación que Zidane trabajó el antídoto para evitar los avances exteriores de los laterales oponentes y que Sarri le jugó una mala pasada virando su modelo de ataque por la vía del falso nueve. El caso es que la movilidad ofensiva azzurra sacó de eje a un Madrid constreñido a ser el sujeto pasivo.

En el minuto 15 tomaría aire el conjunto merengue por primera vez. Fue por el cauce de una pérdida de Koulibaly ante Modric (primera presión coordinada visitante). El croata lanzaría una contra al galope de Bale, que detectó la incorporación de Kroos. El alemán desataría una voleaque estrenó los guantes de Reina. Y el teutón rompería el ritmo del Nápoles, a continuación, con un balón largo y a la espalda del mencionado zaguero francés. La pelota fue recogida por el extremo galés, con clase, para finalizar con un lanzamiento de zurda que atajó el internacional español -minuto 18-. Mezclaba la asociación en estático y el pase en profundidad un Madrid que reclamaba algo de control del juego. Pero su apuesta por la verticalidad sólo significaría una anécdota en el devenir. De hecho, Hamsik respondió con prontitud con un zurdazo demasiado cruzado, a la espalda de los interiores visitantes.

En torno al minuto 20 se tomó un respiro un Nápoles que parecía haber interpretado las dos transiciones madrileñas como una amenaza que les conducía a ceder metros y amainar el riesgo tomado con su iniciativa en ambas fases del juego. De este modo respiró la sufrida estructura de Zidane, que en este intervalo buscó las hectáreas a la espalda de la adelantada retaguardia local para recordar lo arriesgado de su planteamiento a Sarri. Pero sólo sumarían los españoles otra transición respetable hasta el descanso. Fue en el minuto 30. La maniobra nació de una división tejida entre Marcelo y Kroos que el alemán derivó hacia Benzema. El punta galo frotó su lámpara y filtró un pase al desmarque de Ronaldo, que ganó el cuerpeo a Koulibaly, regateó a Reina y se topó con la madera. Y Casemiro mandaría a las nubes un intento posterior desde larga distancia.

Pero, en el entretanto de este impasse descontextualizado de la trama, el Nápoles retomó su pentagrama de intensidad desbaratada y recogería fruto en el minuto 24. La jugada de gol se antojaría paradigmática: un balón supera a la línea ofensiva del Madrid por el centro y la combinación campana adquiere un frenesí que nutren Insigne y Hamsik hasta que Mertens queda en mano a mano con su par. El belga, iluminado en este tramo de temporada, batiría a Navas tras engatillar un zurdazo rasante que se coló pegado al palo largo. El 4-3-3 español hacía aguas y el goleador napolitano tuvo el 2-0 en el 40. Por el mismo método que convirtió a Modric en mártir y a Casemiro en la imagen de la soledad del destructor rebosado y desasistido (la distancia entre líneas visitante era nítida). El poste salvó al Madrid al repeler el chut de Dries, que había recibido un pase desviado e interior de Allan.

No reaccionó el conjunto que manejaba una ventaja de un solo tanto en el cruce y antes del descanso concedería otro puñado de llegadas claras. La primera, en el 33, tuvo a Insigne como ejecutor de un remate que atrapó Navas -sin marcaje entre líneas, por delante de la zaga visitante, de nuevo-. La segunda la tuvo Koulibaly, que perdonó al cabecear muy desviado un saque de esquina que remató totalmente fuera de marca. Y Hamsik clausuró la exhibición de las vergüenzas merengues con una huída, en desmarque individual, que le alcanzó para chutar desviado desde la frontal -minuto 40-. La relación estadística con que los futbolistas se condujeron a vestuarios resultaba esclarecedora (11 tiros locales por cinco visitantes). Se había jugado a lo que Sarri quiso. Zidane necesitaba activar a su delegación, pues no podía aguardar al factor cansancio y confiarlo todo a cazar una contra.

La línea defensiva napolitana era su gran debilidad. Su explícita debilidad. Y no se percibió en todo el primer tiempo. Este era el debe de un equipo que no presionó con convicción y regaló el autoritas de la eliminatoria a su engrandecido contendiente. Le urgía a los españoles una explosión del nivel de entrega y el entrenador francés supo hacer renacer este parámetro. No en vano, la reanudación asistió a una versión colectiva muy mejorada de un Real Madrid, ahora sí, decidido a recuperar la voz y jerarquía en el encuentro. Sobre la inyección de la convicción creció con celeridad el rendimiento merengue, que encerró al Nápoles a las primeras de cambio y subrayó la apreciación anterior con soberana rotundidad. El tiro inicial de Benzema, producto de una mayor velocidad asociativa visitante, confirmó el cambio de actitud y sirvió como aperitivo del empate. Las tablas hubieron de llegar de la frondosa testa de Sergio Ramos, que en el 52 retrató la endeblez ajena con un cabezazo certero al saque de esquina lanzado por Kroos.

No se frenaría ahí la metamorfosis animosa que convulsionó el partido, y la pareja Kroos-Ramos sentenció el billete madridista hacia los cuartos de final de la Liga de Campeones cinco minutos más tarde. Un córner parabólico ejecutado desde el lado opuesto al precedente fue impulsado por el sevillano hacia la red. El 1-2 subía al marcador, desvío involuntario de Mertens mediante, para apagar el incendio que retroalimentaba el equipo de Sarri y su tribuna. La pegada ganadora de los capitalinos tomó al escena para aleccionar a los ilusionados napolitanos (segunda presencia en octavos de esta competición) en un fogonazo que matizó la trascendencia de todo lo anterior. La espinosa lección que deglutió el tercero de la Serie A -esa que han digerido con ardores decenas de equipos que dominaron pero perdieron ante la obra pragmática de Zidane- le llevó a luchar sólo por su dignidad. Su superioridad se había sentido aplastante, pero había sido vaciada de contenido con un zarpazo terrible.

Desprovistos de la pulsión competitiva que había elevado el sabor de la partida a cotas exquisitas, ambos entrenadores movieron sus banquillos para repartir descansos y alternativas. Bale (inactivo y sin trascendencia) dejó su sitio a Lucas Vázquez, Benzema (irregular) chocó los cinco con Morata y Modric (sacrificado y gris, de actuación extrapolable a la de su conjunto) con Isco; además, Insigne y Hamsik (ovacionados y de más a menos) dieron su relevo a Milik y Zielinski, y Allan hizo lo propio con Rog, la perla balcánica en la que los locales tienen depositada su fe. Y este último certificaría con rapidez su reputación de llegador, con un par de remates puntiagudos a los pocos minutos de salir al verde. Aún así, el enfrentamiento se aproximaría hacia su desenlace con un compás anestesiado que, al fin, favoreció la posesión horizontal de un Madrid que ya contemporizaba y se limitaba a hacer correr el minutaje ante el agotamiento de un Nápoles fundido.


Antes del 90 se experimentarían intercambios de imprecisiones por las que los españoles sacarían mayor ventaja. Ronaldo, Vázquez, Morata y Carvajal dispondrían de opciones de remate en transiciones templadas a las que no podía domesticar un sistema de Sarri desdibujado. El centrocampismo daría por terminado el vibrante partido que repartió aplausos y reconocimiento. Los representantes de la urbe partenopea sudaron y sangraron para desestabilizar al orden de fuerzas del Viejo Continente (hasta que les llegó la gasolina), granjeándose la pleitesía de su graderío, y los defensores del título se llevaron lo que vieneron a buscar, ni más ni menos. El segundo clasificado de La Liga volvió a Chamartín con el trabajo hecho y arrastrando las dudas que recalcan su bipolaridad (dibujo con el tridente desconectado que repercute en el equilibrio y consistencia del global). Esta vez la desconexión no les supuso la zozobra definitiva, pero la soga del balón parado y el contragolpe (de ratio multiplicado en el tramo final de sistemas rotos, con sentencia operada por Morata) podría no bastar en futuros lances.

lunes, 6 de marzo de 2017

EL MADRID DA Y MESSI RESPONDE

Sendas goleadas del Real Madrid y el Barcelona ante el Éibar y el Sporting de Gijón para seguir líderes de la Primera división

Antonio Blanca

El primer fin de semana liguero de marzo subió el listón en cada trinchera de esta Liga. Ya fuera la batalla por el título, la pugna por alcanzar puestos con derecho a competición europea o la guerra por permanecer en Primera, en esta jornada han respondido todos los alumnos aventajados y han obligado a los rezagados a retomar sus deberes con una oportunidad menos en el calendario. De este modo desafían Barcelona y Real Madrid al Sevilla, que cierra la jornada con su partido de hoy ante el Alavés en Mendizorroza.

El Barcelona retuvo el liderato con una exhibición de colorido ofensivo y rigor defensivo que hizo retrotraerse al Camp Nou hasta tiempos de Guardiola. La seducción combinativa que ha recuperado Luis Enrique con un cambio de sistema acertado a todas luces (pasó el test del Calderón con éxito) diseñó el terreno sobre el que los resplandecientes chispazos de Neymar -el mejor del curso- y Messi elevaran la exquisitez estilística y acumularan pases y goles para sellar el rotundo 5-0 con el que el Celta se volvió a Vigo. Y, encima, Busquets volvió a corresponder a su prestigio. La impotencia de los pupilos de Berizzo se conjugó con el entusiasmo de una tribuna que ya vislumbra la remontada continental. Neymar hizo una obra de arte en forma de vaselina de seda y Messi, que no le fue a la zaga con su escapada virtuosa y chut ajustado con que abrió la lata (se marchó con dos dianas y dos asistencias), enarbolaron la jerarquía de Can Barça de cara a lo venidero. Rakitic y Umtiti redondearon una goleada en la que el entrenador asturiano no escatimó nombres ni esfuerzos. Sólo Iniesta se quedó en el banquillo de inicio.

No siguió Zidane esta pauta de preponderar las opciones domésticas a las continentales en el diseño de su equipo. El técnico galo ejecutó ocho cambios (Ronaldo, Bale, Kroos, Carvajal, Marcelo y Varane no jugaron, mientras que Isco fue suplente) y modificó el sistema para recuperar la línea de cuatro (y de 5, en intervalos) en el centro del campo. Con ello recobró el equilibrio y sembró para que el talento brotara. Los valiosos tres puntos que fue a buscar el Real Madrid a Ipurúa florecieron entregando la razón a Zizou. El preparador quiso restar importancia al físico y creyó posible domesticar el intenso toma y daca que propugna el Eibar con calidad. Entregó las riendas a Benzema, James y Asensio y los tres se salieron. Tanto en estático como en vuelo, la terna combinó con fluidez para deshilachar el partido en los primeros 30 minutos de soberbia del delantero francés. Anotaría dos goles y encauzaría el tercero en ese trance. Los azulgrana poco pudieron hacer, aunque en el segundo tiempo defendieron su dignidad a través de Pedro León (si bien el tanto fue de Peña) y un empuje que cerraría el resultado en el 1-4 definitivo (al comienzo de la reanudación sentenció la perla balear). La velocidad de ejecución y el compromiso de los suplentes solventaron la resbaladiza visita y allanó el camino hacia Nápoles.

Por detrás de ese dúo que presiona a los de Sampaoli emergen Atlético, Real Sociedad y Villarreal. Los dos últimos jugaron antes que los madrileños, por lo que incluso los txuriurdin durmieron en la cuarta plaza clasificatoria. Sin embargo, este domingo defendió el bloque de Simeone su billete a la previa de la Liga de Campeones al arrodillar al Valencia (3-0) por gracia de su guión prototípico: defensa, salida ardorosa y contragolpe. Los robos de pelota adelantados que dieron lugar a contras venenosas y Griezmann (doblete) y Gameiro se bastaron para agujerear el equilibrio de los de Voro y alegrar a un graderío -entre el que estuvo Fernando Torres- que hacía tiempo que no degustaba una exhibición defensiva semejante.

Por su parte, la Real Sociedad se impuso a un Betis cada vez más competitivo el viernes (2-3, con goles de Mandi, Sanabria, Bautista y dos de Xabi Prieto) y el Villarreal sacó a flote la visita del Espanyol con Diego López como protagonista pero con Roberto Soriano y Bakambu -espléndido- como goleadores (2-0). Este trío de triunfos deja la frontera de la Europa League a cuatro puntos. Y el primer perseguidor es un Athletic que padeció para sacar adelante el duelo ante el Málaga en San Mamés (1-0, obra de Raúl García, de penalti).

Por último, la lucha por la supervivencia ofreció este domingo un duelo dramático de resultado paradójico. Se enfrentaban Deportivo (puesto 17) y Sporting (puesto 19). El duelo directo estuvo marcado por la tensión y por dos estrategias diferentes: los asturianos, locales, dominaron la pelota pero no crearon peligro; y los gallegos, más encerrados, sacaron los tres puntos a través del balón parado (Mosquera, 0-1). Dispondrían de un penalti que Cuellar detuvo a Çolak pero abrirían los de Riazor una brecha con el descenso de cuatro puntos (y un partido menos).

Este resultado está encuadrado en la decisión del técnico gijonés -Rubí- de regalar al Barça el partido previo (reservó a su once de gala de cara al partido de este fin de semana) en contradicción con la decisión tomada por Pepe Mel, que compitió con todo en el duelo precedente (empate a uno contra otro gigante, el Atlético) y que en dos envites ha conseguido despegar a los coruñeses del infierno. Además, el Granada mantuvo su indigesto decimoctavo puesto al caer ante un Leganés (1-0, con gol de Machís, un jugador que cedieron a los pepineros) más despejado -seis puntos de distancia con respecto al descenso- y Osasuna desperdició un 1-2 en Las Palmas para acabar cayendo con estrépito (5-2), con un gol en propia meta, una lesión que generó una situación absurda y el primer doblete de Jesé con la elástica amarilla.