El
gaditano ya ejerce su nueva labor en la capital italiana y en una semana ha
generado para las arcas del equipo romano cien millones de euros
Antonio Blanca
Todavía
no han transcurrido dos meses desde que Ramón Rodríguez, Monchi, se
comprometiera con la Roma para las próximas cuatro temporadas. Después de
llorar a lágrima viva en el Sánchez Pizjuán, el ejecutivo y ex futbolista se
fue a Italia a construir un proyecto a largo plazo que permita a los 'giallorossi' luchar por fin un
'Scudetto' a la Juventus, a la que siempre persigue pero jamás alcanza. No le
ha costado implantar en aquel lugar extraño para él su forma de trabajar, su
capacidad para sacar oro de donde no lo hay. En apenas una semana ha colocado a
tres futbolistas romanistas y ha obtenido más de cien millones de euros para,
ahora sí, reinvertirlos en una nueva plantilla competitiva.
Monchi,
junto con el resto de estamentos del club, puso al Sevilla en el mapa del
fútbol europeo. Esta temporada abandonó la disciplina hispalense en busca de
nuevos retos.
Para
Monchi no era sencillo abandonar el Sevilla. No es solo una cuestión de sentimientos,
profundos hasta llegar al alma del ex portero hispalense, que vivió en ese club
más de la mitad de su vida. Salir de ese lugar donde había encontrado una
estabilidad profesional y un reconocimiento internacional suponía enfrentarse a
su propia reconstrucción, a afrontar el inmenso reto de aplicar su sensacional
método en otro lugar y obtener los mismos o mejores resultados. Al firmar por
la Roma aceptó ese desafío sabiendo de antemano que le iban a juzgar desde el
primer momento. En Sevilla había paciencia porque conocían su funcionamiento,
en la capital italiana no tienen por qué esperar a ver los réditos de su
fichaje.
Sus
primeras decisiones han contribuido a mantener su fama de creador de fortunas.
La Roma tenía una plantilla potente, al menos desde el punto de vista de la
Serie A, así lo dicta su subcampeonato. Lo que no parecía posible era sacar
tantísimo por tres futbolistas. La semana pasada, el extremo egipcio Mohamed
Salah confirmó su fichaje por el Liverpool. Los 'reds' pagaron por él 42 millones de euros, cifra que podría
aumentar hasta los 50 millones dependiendo de unos determinados objetivos a
cumplir. Salah fichó por la Roma del Chelsea el verano pasado por 15 millones,
después de haber pasado la temporada anterior ya cedido en el club romano. Es
decir, en un año, su valor se ha triplicado.
La
plusvalía con las otras dos ventas, todavía no oficiales, es incluso más importante.
El Zenit de San Petersburgo está ultimando los detalles con la Roma para el
fichaje conjunto de Konstantinos Manolas y Leandro Paredes por 60 millones de
euros más 7 de bonus, según la información que ofrece Gianluca di Marzio, un
experto en el mercado de fichajes. Dos futbolistas importantes dentro del
esquema de Luciano Spaletti, ex entrenador romanista, ahora en el Inter, pero
lejos de tener un mercado tan significativo que pudiera ofrecer tanto rédito.
El griego arribó a la Roma en el verano de 2014 a cambio de 13 millones,
mientras que el argentino fue fichado de Boca Juniors en 2015 por 6 millones.
Entre los dos suman una inversión de 19 millones, lo que hace una plusvalía de
41 millones, que puede llegar a ser de 48.
Parte
de la magia de Monchi ya está hecha: obtener liquidez a través de jugadores
revalorizados dentro del campo. La otra mitad del método mágico del gaditano es
contratar a jugadores relativamente poco conocidos que den un rendimiento
fantástico que, en un futuro próximo, puedan ser traspasados a cambio de una
millonada. O no, porque el objetivo de la Roma no es ese, sino el de crecer, el
de ser capaz de mantener a futbolistas con la construcción de un proyecto
atractivo y ambicioso.
La
primera (y hasta ahora única) adquisición de Monchi es un viejo conocido de la
Liga española. El mexicano Héctor Moreno llega a la Roma desde el PSV Eindhoven
por 5,7 millones de euros. Moreno jugó durante cuatro años en el Espanyol a un
buen nivel y es uno de los capitanes de México. Un prototipo de fichaje de
Monchi que en unos años multiplicará su valor. Pero claro, están por venir
muchos más. En Italia apuntan a que necesita, al menos, tres futbolistas que
puedan ser titulares. Y el ex sevillista está en ello.