Aránzazu Gálvez
Junto con Ángel María Villar, presidente de la Real Federación
Española de Fútbol, la Guardia Civil detuvo en el día de ayer a uno de sus
hijos, al vicepresidente económico de la Federación y a dos altos cargos de la
Federación Tinerfeña de Fútbol. Y es que, tal y como ha informado la Benemérita
en un comunicado de prensa publicado en su página web, si bien el caso se
encuentra todavía bajo secreto de sumario, a los detenidos se les acusa de
haber cometido presuntamente los delitos de "administración desleal,
apropiación indebida, corrupción entre particulares y falsedad
documental".
En el marco de esta operación Soule, cuya investigación
comenzó en 2016 a raíz de la denuncia presentada a estos efectos por el Consejo
Superior de Deportes (CSD), la Guardia Civil ha realizado varios registros en
las sedes de las organizaciones implicadas (incluyendo la madrileña de Las
Rozas), así como en los domicilios privados de los acusados y en las empresas
asociadas a los mismos. A grandes rasgos, lo que se investiga es si Ángel María
Villar se habría servido de la celebración de partidos amistosos de la
selección española de cara a lucrarse irregularmente mediante la adjudicación
de servicios a las empresas de su hijo Gorka. Al resto de los detenidos se les
acusa más bien del desvío de fondos de la RFEF hacia sus propias empresas.
Cabe destacar que el bilbaíno Ángel María Villar es
presidente de la RFEF desde 1988 (también ha ocupado otros cargos relevantes en
el mundo del fútbol, siendo en la actualidad vicepresidente de la FIFA), y que
no es la primera vez que su gestión se encuentra bajo el foco de la Justicia. Y
es que también tiene abiertas otras dos causas más, así como no pocas personas
relacionas con la organización ya habían afirmado en su día que durante su
gestión se han cometido múltiples irregularidades. Mientras que en la primera
causa pendiente de resolución se le acusa de trato de favor a ciertos clubes de
fútbol (a los que habría subvencionado irregularmente de cara a evitar su
desaparición), la segunda es mucho más grave, ya que presuntamente desvió
fondos de la RFEF destinados a la ayuda humanitaria en Haití.
Por su parte, desde el CSD se ha comunicado que este
organismo, dependiente del Ministerio de Cultura y Deportes liderado por Ínigo
Méndez de Vigo, ya había presentado a la Fiscalía las convenientes denuncias en
su momento, así como ha declarado que el fútbol no "se escapa del control
de la justicia". Por otra parte, la RFEF, que no ha querido hacer declaraciones
al respecto, ha aplazado las reuniones previstas para los próximos días, en las
que, entre otras cuestiones, se iba a decidir el calendario de la liga española
de fútbol.