jueves, 22 de octubre de 2009

EL OTOÑO REVITALIZA AL MILAN

Mal partido de un Real Madrid sin ideas que sólo pudo tirar del alma de Raúl en lo que supone la primera derrota de los de Pellegrini en Champions, segunda de la temporada

Antonio Blanca

El otoño es una estación triste, melancólica, de colores poco vivos, de aletargamiento, de lucir canas y arruga, no en vano los árboles pierden sus hojas hasta la próxima primavera donde volverán a reverdecer, jóvenes y vigorosos. No tuvo que esperar el peor Milan de los últimos tiempos la llegada de la jovial estación para rejuvenecer. Anoche en el Santiago Bernabéu, los pupilos de Leonardo, auspiciados por una segunda parte deplorable del Real Madrid, lograron salir a flote, tomar una enorme bocanada de oxígeno y no verse desahuciados a las primeras de cambio de la máxima competición continental.

Y eso, que en los primeros cuarenta y cinco minutos, los "rossoneros" estuvieron a merced del Real Madrid, que una vez más, con la ausencia de Cristiano Ronaldo, sólo tuvo a Raúl González Blanco, que aprovechó un regalo de Dida para poner el 1-0, un tanto de pillo, sólo al alcance de los más listos de la clase, aquellos que tienen el gol en la sangre. Mucho miedo de los italianos, agazapados atrás, regalando la pelota, con Ronaldinho desaparecido y sólo alguna galopada de Pato para inquietar la defensa merengue.

Pero el Madrid no quiso, no supo y también no pudo meterle mano a una defensa flojísima. Zambrotta y Nesta están para otras lides, pero ni Kaká ni Benzema, dieron el rendimiento que se esperaba de ellos. El brasileño desde luego jugó un partido pobrísimo, como si todavía tuviera algún vínculo espiritual con el equipo de Berlusconi, es curioso y preocupante que el "Harry Potter" merengue no haga magia en noches grandes, en Sevilla "ídem adem ídem". Karim por su parte está desconectado. No se entera de la misa la mitad. Es joven, aún tiene remedio, y la calidad que atesora posiblemente le haga salir del pozo, pero un jugador que ha costado la cifra de 36 millones de euros, no puede permitirse períodos de formación, para eso estaba Negredo o el mal aprovechado Huntelaar, o si no una inversión en una estrella ya consagrada, no futurible, el francés no ha hecho nada en el mundo del fútbol; o porque no, darle la alternativa definitiva a quien de verdad en el terreno de juego se lo ganó, Higuaín.

Con el 1-0 al descanso, el Real sin matar el partido, con el segundo tiempo desarrollándose en partido solteros contra casados, apareció la llamada "potra italiana". Primer tiro a puerta, desde su casa de Pirlo, Casillas a contra pie, y empate. Los blancos empezaban a jugar con fuego y lo pagaban. Acto seguido, contragolpe mal llevado por Ramos (no termina de encontrarse el sevillano), recupera el Milan la pelota, y en dos pases, se rompe la frágil defensa madridista, Pato entra por el medio ante una "cantada" de Iker, y 1-2. Ver para creer. El "inserso" le había dado la vuelta al partido frente al millonario Real Madrid.

La defensa tam mal como siempre, contagió hasta a Casillas, que en el primer gol reaccionó tarde, y en el segundo tuvo el 90% de la culpa del mismo. Pellegrini empieza dar síntomas de no saber que hacer, de poner alineaciones al azar, de no tener un concepto claro en la cabeza del fútbol que quiere desarrollar. Sus rotaciones empiezan a ser verdaderos juegos de lotería. Alguien le tiene que decir al chileno que los fallos en defensa y a balón parado se solucionan entrenando, no hay más matemática que esa básica premisa, se juega como se entrena.

Encontró el apático Madrid el empate 2-2. Fue en un córner, al que acudió Raúl, quien si no para sacarlo y darle el balón a Drenthe solo en la frontal que con un buen disparo marcó. El choque podía caer de cualquier lado. Sin medio campo, con los jugadores corriendo sin sentido por el campo. Dos goles anulados, el de Raúl bien, el de Silva mal. Seguro que el colegiado quiso descargar el clamoroso penalti que omitió sobre Benzema, Zambrotta le hizo un 3 en 1 monumental.

Finiquitándose el encuentro, el Madrid defendiendo cual banda de pueblo a las 5 de la mañana, Seedorf dio un pase a Pato, que sorpresa, por la banda de Marcelo, "aquí un amigo", entró solo ante Casillas y puso el 2-3. Campanada en el Santiago Bernabéu. El vejestorio vencía al rico y guapo.

Tres conclusiones, y las tres preocupantes para activar alerta como mínimo naranja. Una, que este Madrid de Pellegrini en sus dos partidos ante rivales de entidad ha caído, Sevilla y Milan, y siempre pasa apuros independientemente de la entidad del enemigo.
Otra, que tras una inversión bestial de 250 millones de euros, los blancos siguen sin jugar bien, y sin dar la talla en Europa. Me veo a Florentino yendo a Lourdes para rezar por la recuperación de Ronaldo.
Y la tercera, que ni Kaká, ni Benzema, ni gaitas. 15 años después, con más de 700 partidos, y sin costar nada, quien sigue partiéndose la cara y el alma es Raúl González Blanco, el capitán eterno.

El mérito de Pellegrini es hacer que este Real no funcione, desde luego para hacérselo mirar señor ingeniero.