jueves, 1 de julio de 2010

UN LEÓN PARA DEVORAR PORTUGAL

De nombre Fernando, de apellido Llorente, fue el revulsivo que cambió el panorama de la ‘Roja’ en los octavos de final abriendo la lata portuguesa


Antonio Blanca


Rubio, fornido, ojos azules, imponente planta, llevar un modelo de camiseta estrecha le ayudaba aún más. Podría pasar por un delantero del norte de Europa, o un gigantón alemán, pero no, es natural de Pamplona, un navarro de pura cepa, que ha crecido futbolísticamente en el regazo de la cantera del Athletic de Bilbao.

Hasta el martes no había debutado en el Mundial, sí que había jugado dos partidos amistosos con España, pero aún no había recaído el peso de la zamarra española sobre sus espaldas en competición oficial. Su doctorado fue en el minuto 60 en Ciudad del Cabo saliendo en sustitución de un desatinado Fernando, tocayo pero de apellido Torres. Gran responsabilidad, ser la referencia del ataque de la ‘Roja’ en la media hora final para meter a España 8 años después en cuartos de un Mundial.

Lo consiguió. Bien para Del Bosque que volvió a acertar. Creo que el bueno de Vicente debe dejar ya de justificarse ante tanta gente y pensar y obrar firmemente, no dar explicaciones sobre todas y cada una de sus decisiones. Genera dudas que él quiera disipar tantas incógnitas. Aquel que no comparta el estilo, que hable, critique, diga a las claras lo que piensa, está en todo su derecho, pero eso no quiere decir que en su afán de querer agradar a todos, es un bonachón Del Bosque, explique hasta el último milímetro cada uno de sus movimientos. Lo dicho, acertó el ex entrenador del Real Madrid (Florentino lo echó aconsejado por Valdano para traer a Queiroz, a la vista de la historia está su “acierto”) con la sustitución, Del Bosque venció en la pizarra claramente a Carlos Queiroz, y Llorente le respondió como él sabe generando peligro, aliándose con Villa y cumpliendo con su trabajo y por ende España clasificándose.

Nada más entrar al terreno de juego, Llorente estuvo a punto de inaugurar el marcador con un testarazo que paró Eduardo. El pase diagonal de Sergio Ramos sorprendió a los lusos y advirtió de lo que se les venía encima. Tendrían que pelear con el “león” de la selección.

Durante el resto del partido habían vivido cómodos ante Fernando Torres empeñado en caer a los costados para buscar regates sin chispa. Sigue sin estar en buena forma y se notó. Sin embargo, con Llorente, el planteamiento cambió.

Su brega y lucha permitió que los centrales estuvieran más pendientes de él y menos de las salidas de Villa o Iniesta. Además, España ganó el recurso de los balones aéreos ante los que Llorente era claramente superior. Bien fuera para rematar, bien fuera para bajar la pelota y aguantar la llegada de los mediocampistas, el ‘19’ español estuvo perfecto.

De hecho, parte del mérito del gol de España es suyo. Ayudó a que Xavi estuviera más libre en la frontal para asistir de tacón a Villa. El 'Guaje' remató sin fortuna en su primer intento, pero pudo recoger su rechace, en parte por su hambre por marcar, en parte porque Llorente frenó a Carvalho haciendo de pantalla.

En los últimos minutos de partido también ayudó a defender en los balones aéreos con los que Portugal quiso acosar a España. Pudo volver a marcar en otra segunda ocasión que se le marchó a la izquierda de la portería.

No le importó demasiado. Por fin debutó en el Mundial y lo hizo con una actuación soberbia. Su participación abre ahora una nueva pregunta en España. Ante Paraguay quién debería jugar: ¿Fernando Torres o Fernando Llorente? Del Bosque responde: "Torres es nuestro ariete titular".

¿Zanjado el nuevo debate?