Venció
y convenció el Madrid contra pronóstico después de cuatro años en el Camp Nou
para dejar la liga casi sentenciada a falta de cuatro jornadas
Antonio Blanca
Duelo
en la cumbre, con los dos colosos heridos por la contienda europea. Tanto Barça
como Madrid necesitan de noches mágicas este martes y miércoles para meter la
cabeza en la final del 19 de mayo de la Copa de Europa (puede ser momento vendetta para los de Guardiola). En la
tarde noche del sábado, el Madrid dejó casi cerrada una liga que está dominando
de principio a fin, batiendo los récords existentes y apabullando con unos
números históricos. Pero no todo fue un dulce y nectarino camino de rosas,
porque y yo el primero, intuía que los blancos iban a tirar por la borda una
ventaja de diez puntos y hacer campeón al Barcelona que había puesto la
velocidad de crucero, con Messi en estado de gracia y no iba a perder. La realidad
vino a reflejar una cosa bien distinta al ideario que la mayoría de aficionados
tenían en su cabeza a las ocho de la tarde del sábado, justo cuando arrancaba
el gran clásico. El Madrid jugó como su entrenador dispuso y lo bordaron.
Mourinho está a punto de ratificar su profecía, la que dice que cuando está al
frente de un equipo por segundo año realiza su temporada más brillante y
plagada de títulos (Oporto, Chelsea e Inter son referentes). Con la BBVA casi
en el bolsillo queda ahora por ver si el miércoles con el telón de fondo del
Bernabéu el Madrid certifica otra noche mágica europea y vuelve a Múnich,
sabiendo ya a esas horas si se encontrará al Barcelona, en lo que vendría a
significar el partido de los partidos, un Madrid-Barça en final de Copa de
Europa. El acabose.
Trigésimo
quinta jornada de liga. Poco para poner el broche a la competición, será el 13
de mayo. Dos partidos antes del clásico cuyo resultado decidiría la liga casi
al cien por cien. En Gijón el Sporting quiere seguir manteniendo el sueño de la
permanencia mientras las matemáticas se lo permitan. Contra nueve, sufriendo
una barbaridad pero con tesón y un gran gol de Bilic los asturianos se
impusieron al Rayo Vallecano por 2-1 y están a seis puntos del Villarreal. Mientras
hay vida hay esperanza.
En
Mallorca el equipo local venció 1-0 al Zaragoza que ve truncada su remontada y
de nuevo entra en la zozobra de más que un posible descenso. Los de Caparrós
vencieron y estuvieron con fuerza y muy seguros, sin casi sufrir. Por el
contrario los de Jiménez siguen viendo la escapada a seis puntos y quedando
doce se hace muy complicada la salvación.
Tras
los dos primeros canapés llegó el gran plato. El Barcelona ante el Madrid. La liga
en un brete. Los de Guardiola si ganaban se quedaban a un punto y ponían de
rodillas a su rival que habría visto reducida su ventaja en nueve puntos. Nadie
daba un duro por el Real, lo dijo Karanka y llevaba gran parte de razón. Le pesó
al Barça ser tan favorito y estar obligado a ganar para tener vida en la BBVA,
para meterle la gran duda al Madrid y para dejarlo muy tocado tanto para las
jornadas siguientes como para la Champions. No pasó. Justo lo contrario. El Madrid
de “Mou” estuvo muy bien plantado, con una maraña defensiva que valió para
cimentar los ataques, todos clarísimos con Benzema como principal referente. No
fue el día de Messi. El Madrid con Pepe a la cabeza lo anuló. El argentino no se
vio salvo en el gol del empate de Alexis. Antes Khedira en la primera mitad
anotó el tanto 108 (el histórico) para adelantar al Madrid. Con el gol del
empata y con veinte minutos por delante, se presagiaba vendaval para el Madrid,
la misma historia con el mismo rival. Pero apareció Ronaldo. “Aquí estoy yo”
dijo justo al marcar el 1-2 definitivo tras una exquisita asistencia de Ozil. El
portugués venció en su duelo particular a Messi. Se hace más “pichichi” y
anhela la Champions, pasaporte directo a un nuevo balón de oro. El Madrid
después de cuatro año volvió a reinar en el Camp Nou, para mandar al Barça a
siete puntos, para salir virtual campeón de liga insuflado de moral para la
vuelta de la Copa de Europa, para quitarse la losa de no ganar al Barça, de
creer en sí mismo y de incluso desear una final de Champions contra los culés,
que ahora son un inmenso mar de dudas.
Empate
a uno entre Sevilla y Levante. Golazo de Negredo que marró un penalti a cinco
minutos del final del encuentro. Los de Juan Ignacio Martínez siguen firmando
grandes actuaciones y quieren hacer historia con la cuarta plaza. Koné puso el
empate del partido que en sus prolegómenos vino marcado por un lanzamiento de
pelotas de tenis al césped del Pizjuán en protesta por la modificación del
horario del partido, a las 22.30 en lugar de las 22, horario de toda la
temporada. Pero ya sabemos las argucias de Roures y para que La Sexta pudiera
dar un amplio resumen del Barcelona-Real Madrid pues a molestar a toda la
afición del Sevilla. Protesta con mucha razón e incluso demasiado suave.
La
mañana soleada de domingo vio dos partidos. En Granada el equipo de Resino
venció 1-0 al Getafe en un gran partido de los andaluces y se aseguran al
noventa por ciento otro añito más en primera división. Los azulones con la
derrota ven más lejos el pasaporte europeo.
En
Anoeta un gol para paladear una y cien veces. El gol del empate marcado por
Carlos Vela para la Real Sociedad. El encuentro acabó 1-1 entre vascos y
Villarreal. Los de Lotina pudieron y debieron perder, pero el poco acierto de
los donostiarras cara a puerta les permitió sumar un punto y seguir con la
seguridad de tener dos partidos de distancia del abismo.
Por
la tarde el Racing de Santander a falta de que la próxima jornada las
matemáticas lo certifiquen va a descender a la liga Adelante. Cayó ante el
Athletic como estaba previsto en el guión. Una plantilla envejecida y corta es
lo que tiene. 0-1 el gol de Toquero. Salvo milagro y confabulación de todas las
galaxias del Universo, el próximo sábado el Racing de Santander será equipo de
segunda división, así que como único consuelo, disfrutar los últimos partidos
en la máxima categoría.
Gran
partido el vivido en el Calderón en duelo por Europa entre el Atlético de
Madrid y el Espanyol. La primera mitad fue buena con máxima igualdad entre los
dos equipos. La segunda parte fue aún mejor. Arda Turan se encontró inspirado
en dos minutos que valieron para poner el marcador de 3-1 para los de Simeone,
para que el Atlético mantenga vivas sus opciones de Champions League inclusive,
en la que se avecina una semana crucial para la historia reciente rojiblanca.
Como
crucial para el Valencia será también el choque de Liga Europa del jueves. Mestalla
recibió a Emery con pitos, a los jugadores con silencio. Animó el estadio che
tal vez conscientes de la importancia de meterse como terceros en la Champions
League. Ganó el Valencia que lo buscó más que el Betis, que habiendo conseguido
el objetivo básico de su temporada, la permanencia se dedicó a vivir pausada y
tranquilamente. El conjunto valenciano se impuso por 4-0 y ahora espera el
partido del jueves para intentar la proeza y meterse en la final de la Liga Europa.
La
jornada se cierra esta noche con el partido entre el Osasuna y Málaga.
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