jueves, 12 de abril de 2012

RONALDO CANTA LA MISMA CANCIÓN

Necesitaba el Madrid imperiosamente los tres puntos y que mejor que visitar el Vicente Calderón para siendo fieles a la tradición golear y poner al Barça a cuatro puntos

Antonio Blanca

Desde 1999 el Atlético de Madrid no sabe lo que es ganarle al Real Madrid. Trece largos años ya en los que el seguidor colchonero se arma de paciencia, casi infinita para suspirar y pasar el suplicio de tener que enfrentarse al eterno rival, ya sea en casa o en el Bernabéu. 16 victorias y 7 empates todo a favor del Real. Da igual quien esté en el banquillo del Atleti, da igual que la plantilla sea más o menos fuerte, que la distancia en la tabla clasificatoria sea de más o menos puntos, todo se resume en la misma cantinela, el Madrid sale victorioso y el Atlético con la cabeza gacha, con la misma sensación de cada derbi, nunca se le podrá ganar al Madrid. Más tarde que pronto esa ansiada victoria supongo que llegará, pero parece que los rojiblancos tienen insertos en sus genes una sensación de inferioridad, que bien es cierto en las últimas campañas tiene cruel reflejo en la clasificación, por ejemplo esta temporada hay 40 puntos de distancia ni más ni menos entre merengues y colchoneros, todo un mundo. Para consuelo Atlético, no hay mal que cien años dure.

El Real Madrid oxigenó su liderato, poniendo de nuevo cuatro puntos de ventaja sobre el Barcelona, gracias a la goleada por 1-4 infringida al Atlético y que vino fraguada con un 'hat-trick' de Cristiano Ronaldo, que marcó dos golazos y un penalti para superar el tanto de Falcao que había dado esperanza a la parroquia rojiblanca.

Mourinho rebajó la fantasía desde la alineación, dejando en el banquillo al etéreo Özil ante un partido que se vendía como una batalla decisiva por el título y optando para el lateral izquierdo por Coentrao. En el bando local, ni rastro de síntoma gripal en Adrián y Falcao, que se alinearon en ataque buscando los frutos sembrados por el talento de Diego.

Se cumplió la premonición del técnico portugués y en la primera parte se antepuso la brega al buen trato a la pelota, el grito y la pierna dura a la filigrana. Y tampoco fue por deseo expreso de un buen Atlético que, en vez de arracimarse en torno a Courtois como hizo frente al Barcelona, salió a disputarle la pelota a su vecino, una actitud acorde con lo que demandaba la hinchada 'colchonera'.

Convertido el partido en un paraíso de la imprecisión, el chispazo de calidad no llegó hasta que le pelota quedó detenida sobre el césped. Había arañado el Atlético con un tiro de Falcao bien respondido por Casillas, pero el golpe fue blanco por medio de Cristiano Ronaldo, entretenido en bagatelas hasta que llegó su momento. En un lanzamiento de falta muy lejano, el luso diseñó una poderosa 'folha seca' que sorprendió a Courtois por su palo. Medio centenar de goles para el '7' esta temporada.

Lejos de serenar al líder, el tanto espoleó al equipo local, fiado a la clarividencia de Diego y la velocidad de Adrián, que escarbó una otra vez en los defectos de Arbeloa por la banda derecha. Sin embargo, Pepe se bastó para frenar las acometidas, a las que siempre le faltó un último pase que filtrar, una última pared que culminar en el balcón del área.

Benzema, con un cabezazo franco que lamió el palo, y Cristiano, con un chut a la escuadra que esta vez sí respondió el guardameta belga, coquetearon con el segundo tanto antes del descanso, que murió con el primer amago de tángana tras un balonazo de Ramos con el juego parado y un tiro fuera de Diego.

Superado por el intenso ritmo de la primera parte, Kaká se quedó en la caseta y dejó su lugar a Özil; Mourinho fiaba el control del balón al juego esponjoso del alemán, pero su apuesta no tuvo tiempo de cuajar porque un cabezazo de Falcao sacudió el partido. Adrián y Diego juguetearon cerca del área madridista hasta que el asturiano se sacó un centro que el 'Tigre' mandó a la red con un escorzo de ariete puro.

El tanto enervó a la grada local y llevó la temperatura al punto de ebullición, convirtiendo al fin el partido en un derbi. El Madrid volvía sentir aliento azulgrana, se arrogó el papel de líder y el que más Cristiano Ronaldo, que empezó a torturar a Juanfran con rabia, descargando un par de latigazos que encontraron la respuesta de Courtois y un cabezazo, aperitivos antes del segundo misil de la noche que impactaba en el objetivo.

Anclado en el pico derecho del área, levantó la vista, endureció los músculo de su pierna y envío otro misil a la línea de flotación de Courtois. Otro órdago que no pudo ver el portero rojiblanco y otro golazo del portugués, que volvió a señalarse el muslo igual que en el Reyno de Navarra, reiterando que, cuando no pueda trenzar el juego, el equipo siempre podrá contar su fuerza.

Tras uno minutos en estado de 'shock' por el gol de su vecino, el Atlético tocó arrebato en busca del empate, que buscó primero con un cabezazo de Falcao que se fue alto y a continuación con una pared milimétrica diseñada en el área por Adrián que taponó Ramos en el último suspiro. Pero el esfuerzo de los pupilos de Simeone murió con el absurdo penalti que Godín le hizo a Higuaín a falta de de diez minutos; Cristiano cerró su 'hat trick' y el partido.

Al fin relajado tras un partido incómodo, el Madrid redondeó el marcador con una contra convertida por Callejón y Diego estrelló el balón el palo. Epílogos de un encuentro que otorga otro pedacito de Liga al Real Madrid, una dosis de oxígeno con la que diluir la presión del Barça e inyectar calma a un ambiente enrarecido tras el empate ante el Valencia.