Carlos de Blas
La selección española busca este miércoles en el Donbass Arena de Donetsk (Ucrania) el pase
a la gran final de la Eurocopa de Polonia y Ucrania ante la peligrosa y
crecida Portugal, liderada de la mano de Cristiano Ronaldo,
'hambriento' de gloria y revancha.
España está a un paso de jugar su tercera gran final consecutiva,
si no se cuenta la Copa Confederaciones de 2009, y en caso de ganar a
los 'tugas' sólo le quedaría un partido para lograr el que sería un
histórico 'triplete' al encadenar Eurocopa-Mundial-Eurocopa.
Sin embargo, un obstáculo de entidad se levanta ante los de
Vicente del Bosque, que han aparcado el fútbol espectacular por uno
sólido y de gran sobriedad, que ha vuelto a generar el enésimo debate
sobre la 'Roja' en este torneo. Portugal, crecida y que ha dejado atrás
cualquier atisbo de duda, amenaza el dominio de la actual campeona
continental y mundial que quiere volver a dar su mejor medida en la
penúltima ronda, escenario de grandes partidos en 2008 (Rusia) y, sobre
todo, en 2010 (Alemania).
El conjunto de Paulo Bento ha ido de menos a más en esta
competición, la que llegaba en un momento poco óptimo y sin su gran
estandarte y líder, Cristiano Ronaldo, con el 'olfato' demasiado fino.
Sin ganar en sus amistosos preparatorios y sin los goles del delantero
madridista, fallando incluso una de sus mejores suertes, los penaltis,
el combinado luso tenía que afrontar el durísimo 'grupo de la muerte',
donde su inicio ante Alemania tampoco fue positivo, cayendo por 1-0.
Pero a partir de ahí, las cosas fueron cambiando. 'CR7' fue
creciendo, y aunque siguió fallón en la sufrida victoria ante Dinamarca
(3-2), su protagonismo aumentó ante Holanda, con sus dos primeros goles,
que le volvieron a convertir en el gran líder de los suyos. Su
impecable cabezado ante la República Checa, ante la que cuajó un gran
encuentro, devolvió entre los mejores a los 'tugas'.
Así, con su voracidad y ambición como gran peligro, unido al deseo
de dar un paso de gigante hacia el 'Balón de Oro', el jugador del Real
Madrid es la gran amenaza para la sólida España, que hasta ahora sólo ha
encajado un tanto, el que le marcó Antonio Di Natale en el debut ante
Italia.
Además, Cristiano Ronaldo quiere la revancha de lo sucedido hace
dos años cuando perdió ante la 'Roja' en los octavos de final del
Mundial de Sudáfrica, con el tanto de David Villa en la recta final del
choque. El de Madeira no encajó bien aquella derrota, y la posterior
victoria en un amistoso por 4-0 en Lisboa tampoco le servirá.
Portugal ha vuelto a estar entre los mejores y desea repetir la
final de hace ocho años, cuando fue sorprendida por Grecia en 'su'
Eurocopa. El delantero blanco ya estaba en aquél equipo y ahora quiere
volver a liderar a los suyos, después de caer en las semifinales del
Mundial de 2006, y posteriormente no llegar más lejos ni en la Eurocopa
de 2008 (cuartos ante Alemania) ni en Sudáfrica.
Pero los de Paulo Bento no son el mismo equipo que hace dos años.
Mantienen su solidez defensiva, con la dupla Pepe, que en suelo
sudafricano jugó de mediocentro, y Bruno Alves, y dos laterales de
calidad como Joao Pereira y Fabio Coentrao. En el medio, el trabajo de
Raúl Meireles está respaldado por la calidad de Moutinho y Veloso y la
velocidad de Nani. Arriba, junto a Ronaldo, se perfila Hugo Almeida,
sustituto del lesionado Helder Postiga, en lo que será la única novedad
en un combinado que en el último choque oficial ante los de Del Bosque
jugó muy defensivo y cuyo principal peligro es su velocidad al
contragolpe.
Enfrente una España, que sólo ha perdido una vez en partido
oficial con Portugal, en la primera fase de la Eurocopa de 2004, y que
llega asentada a estas semifinales, el primer obligado objetivo para la
actual campeona, nuevamente entre las mejores, y reforzado por
mantenerse invicta y por haber dejado fuera con cierta solvencia a otra
seria aspirante, Francia.
La 'Roja' está ofreciendo un gran rendimiento defensivo, encajando
tan solo un tanto, y en sus últimos cinco cruces, los cuatro del
Mundial y el del sábado, nadie ha sido capaz de batir a Iker Casillas,
que tiene un nuevo examen ante su compañero de equipo. El mostoleño no
ha tenido excesivo trabajo, más en el debut ante la 'azzura' y en
esporádicas acciones ante Croacia, lo que enfatiza el buen trabajo atrás
de los de Del Bosque.
Sin embargo, pese a estar en la penúltima ronda, el entorno de la
selección mantiene alguna queja con el juego del equipo, que atesora
casi siempre la posesión del balón, pero que adolece por momentos de
falta de profundidad, en parte también por los defensivos esquemas de
los rivales, que en su mayoría han cambiado su estilo para batir a los
españoles, fieles a los que les ha dado mejores resultados.
Por ello, como en anteriores partidos, el técnico salmantino,
pausado ante las voces críticas y destacando la fiabilidad de los suyos,
no tiene previsto hacer excesivos cambios, salvo la duda del delantero o
el 'falso 9'. Fernando Torres ha sido casi siempre el elegido para el
primer papel, mientras que Cesc acapara el otro. Fernando Llorente,
inédito, pero clave en la victoria de hace dos años, espera su
oportunidad en un equipo donde el tándem Andrés Iniesta y Jordi Alba se
está mostrando como el más incisivo y peligroso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario