A
pesar de no haber logrado vencer a Francia en partido oficial, la “Roja” encara
el partido del sábado siendo la vigente campeona de la Euro y del Mundo
Antonio Blanca
El seleccionador nacional, Vicente del Bosque, dijo el
pasado martes que si España juega como sabe "no debe tener miedo a
nadie", incluida Francia. Ayer en rueda de prensa, el portero Víctor
Valdés ha ido más allá, mostrando una mentalidad ganadora que pocas veces hemos
visto. "Hay que ganar a Francia, jugando mejor o peor", ha
recalcado. Los nuestros están confiados y los aficionados también. Entonces,
¿debe España temer a Francia?
Contabilizando todos los partidos, incluidos los
amistosos, las dos selecciones se han medido en 30 ocasiones, siendo vencedor España
en 13 de ellos, perdiendo en 11 ocasiones y empatando seis veces. Sin embargo,
en los partidos importantes, en aquellos donde los nuestros se jugaban una
clasificación o incluso un título, España siempre perdió.
El maldito gol de Platini tras fallo de Arconada en la
Eurocopa de 1984, el penalti fallado por Raúl en la Eurocopa del 2000 y el
partizado de Zidane en el Mundial de Alemania del 2006, entre otras cosas,
demuestran que Francia es nuestra 'bestia negra'. Sin embargo, esta vez hay
razones para soñar y acabar con la maldición.
La última vez que España se enfrentó a Francia fue el
3 de marzo de 2010, unos meses antes del Mundial de Sudáfrica, cuando los de
Del Bosque ganaron 0-2 en Sant Dennis, con el público local ovacionando a los
nuestros y pidiendo la cabeza de sus jugadores.
Antes de la Eurocopa de Austria y Suiza, el 6 de
febrero de 2008, España también se impuso a la selección ‘bleu’ por 1-0,
en un partido disputado en Málaga. Y es que, en partidos amistosos, los nuestros
tienen tomada la medida a Francia, pero en partidos oficiales la cosa cambia.
Para hablar de los enfrentamientos entre las dos
selecciones, tenemos que remontarnos hasta el 27 de junio 1984. España
llegaba a la final de la Eurocopa después de un torneo en el que la suerte la
había acompañado y se enfrentaba a los Platini y compañía, que jugaban en casa
y tenían un mejor equipo. Los nuestros aguantaron, pero un fallo de Arconada,
tras una falta botada por el astro francés acababa con las esperanzas españolas.
Era el principio de la leyenda negra.
Ocho años más tarde, España y Francia se midieron en
la fase de clasificación para la Eurocopa de Suecia y España perdió en la ida
(3-1) y en la vuelta (0-2) con toda justicia, con Zubizarreta, Michel y Butragueño
en el once inicial.
El cuarto enfrentamiento oficial fue en 1996, en la
fase de grupos de la Eurocopa de Inglaterra. En ese partido, España empató con
un gol de Caminero el tanto inicial de Djorkaeff. Fue el único resultado
medianamente positivo en un partido importante.
El destino caprichoso hizo que nos cruzásemos con
Francia en la Eurocopa del año 2000, disputada en Bélgica y los Países Bajos,
en los fatídicos cuartos de final. Aquel caluroso día en Brujas, Raúl
falló un penalti en el descuento que hubiera supuesto el 2-2 y la consecuente
prórroga. Continuaba la maldición.
El último recuerdo de un partido oficial que tenemos
nos lleva hasta el Mundial de Alemania, donde el equipo francés venció a España
por 3-1 en octavos de final con un partidazo de Zidane, a quién el ‘Marca’
quiso jubilar antes de tiempo, y Ribery, que dejaron en agua de borrajas el gol
inicial de Villa.
El próximo sábado nos volvemos a ver las caras con
Francia, pero esta vez todo es diferente. Lo es porque ganamos la Eurocopa y
superamos los cuartos de final ante Italia, uno de los cocos, tras vencer en
los penaltis. Lo es también porque fuimos campeones del Mundo en Sudáfrica y
porque demostramos que con el balón en los pies no hay quien nos gane. Y lo es
sobre todo porque España es simplemente mejor, porque Francia no es lo que era
y porque los franceses, así lo han admitido, no nos querían ver ni en pintura,
lo que demuestra que nos tienen mucho respeto. Ha llegado el momento de cambiar
la historia.