jueves, 30 de agosto de 2012

BAÑO SIN GOLEADA


El Real Madrid le dio una auténtica lección de fútbol al Barcelona en la vuelta de la Supercopa de España que no se vio reflejada del todo en el marcador

Antonio Blanca


Una dosis de moral tan alta como la que ayer se insuflaron jugadores y afición del Real Madrid es la que se necesitaba. Para adquirir confianza, para despejar fantasmas de un comienzo liguero muy pobre, de fútbol, de actitud, de estado físico. El Mou’s eleven ayer sí fue el equipo apisonadora de la pasada campaña, aunque careció de lo que le sobró el año anterior, goles. Ni Ronaldo, ni Benzema, pero sobre todo el argentino Higuaín que marró tres mano a mano con Valdés, vieron puerta con facilidad. Una falta de acierto que hizo que el marcador se quedara corto, 2-1 final ante un rival que sobre todo en la primera parte fue un pelele en las manos de los hombres de Mourinho.

Salió el Barça de Vilanova a verlas venir al Bernabéu, tal vez algo confiados por el mal juego del conjunto merengue en liga y sobre todo porque la impresión que los blancos daban era la de hallarse aún en plena pretemporada. Pero el cuento cambió la noche de ayer. Los jugadores del Madrid, espoleados por un ambiente espectacular de un Santiago Bernabéu lleno hasta la bandera se dejaron la piel presionando, Ronaldo recordó por fases al eterno capitán Raúl, cuando perseguía con encono a los defensas para arrebatarles el cuero.

En la primera media hora el equipo de “Mou” ganaba 2-0 y le habían anulado un gol a Pepe (del que tengo mis dudas que cometiera falta sobre Mascherano). Higuaín y luego Ronaldo con una genialidad y un zambombazo ante Valdés hacían las delicias de la afición merengue. El Barcelona estaba desdibujado, roto, noqueado, sin pisar ya no el área de Iker Casillas, sino el medio campo madridista.

Si la primera mitad hubiera acabado 4 o 5 a cero no hubiese extrañado a nadie, máxime cuando el Barça se quedó con uno menos por clara expulsión de Adriano. La goleada de vendetta se intuía en el ambiente, pero apareció el mejor jugador del mundo, Leo Messi para al borde del descanso, sacarse un lanzamiento de falta de la chistera y acallar al coliseo blanco. 2-1, un gol más de los culés y otro título más arrebatado, encima en el campo del eterno rival.

Entró Montoya por Alexis para equilibrar la falta de un jugador en el conjunto catalán y lo consiguió. El segundo tiempo estuvo más disputado. El Madrid bajó el pie del acelerador, y empezó a pedir oxígeno, hecho que el Barcelona aprovechó para hacer que Casillas se luciera. Valdés anoche también estuvo impecable, pintándole la cara al “Pipa” Higuaín en no pocas ocasiones. Tuvo sus opciones el Barça, también el Madrid a la contra, pero ni uno ni otro estuvieron acertados cara a puerta.

Fue un gran partido que se llevó el Real Madrid con todo merecimiento. Un aperitivo de lujo para el inicio de la competición, ahora los blancos tendrán que ponerse las pilas en la BBVA y al Barcelona le bastará con seguir como hasta ahora, aunque también tiene que asimilar el cambio de entrenador, puesto que dos de cuatro partidos han sufrido más de lo que cabía esperar o de lo que estábamos acostumbrados.