Julio Candela
El FC Barcelona se impuso el jueves por
la noche en el Camp Nou al Real Madrid (3-2) en la ida de la Supercopa
de España, en un encuentro que deja todo por decidir para la vuelta en
el Santiago Bernabéu al no ser capaz el conjunto blaugrana de plasmar su
superioridad y mejor actitud ofensiva en el marcador, aunque el 3-2 fue
un regalo de Valdés a Di María cuando todo estaba ya decidido.
El 3-1, que pudo ser 4-1 a no ser por una intervención de
Casillas, fue respondida en el área contraria con un regalo de Valdés a
Di María cuando se resbaló al intentar driblarle en vez de despejar, en
una acción que ha marcado este partido ya que da alas a un Real Madrid
que no quiso, de nuevo, jugar al fútbol sino defenderse con todo para no
encajar goles.
Pese a que la contienda empezó igualada en sus primeros diez
minutos, pronto el Barça se hizo con el control total del balón y empezó
a buscar vías que llevaran a la portería defendida por Iker Casillas.
Fue complicado, ya que el Madrid se metió atrás con los diez hombres,
incluso un Karim Benzema que era como un islote en punta.
Con este planteamiento, la primera llegada al área del Madrid fue a
la media hora de juego y gracias a un córner, y es que Gerard Piqué
estuvo muy fino al corte con Mascherano como inmejorable compañero de
batallas, por lo que ni Cristiano Ronaldo, Ozil ni Benzema pudieron
hilvanar sus rápidos contraataques.
No obstante, ocasiones de peligro claro hubo pocas y fueron todas
blaugranas. Leo Messi en dos ocasiones y Pedro en otra fueron los que
más cerca estuvieron de abrir una lata que quedó inmaculada al descanso,
algo que no había pasado en los últimos 'clásicos'. Seguramente el
fuerte calor que hacía en el Camp Nou, casi lleno, influyó en los
jugadores.
En cambio, en la reanudación, el partido cambió por completo. El
Madrid estiró un poco sus líneas para intentar tener alguna oportunidad
más, amén de que Mourinho hizo entrar a sus ases en la manga; Higuaín y
Di María. Con el Barça con las riendas bien tomadas, llegó lo inesperado
visto lo visto con el gol de Cristiano Ronaldo, de cabeza y a la salida
de un córner, para poner el 0-1 en el marcador.
Pero el Barça reaccionó de la mejor forma posible. El agujón
venenoso que clavó el Madrid vía Cristiano les salió mal, ya que el
Barça se vino arriba y empató a los dos minutos gracias a Pedro, en un
gol en carrera. Con ello, el Madrid volvió a replegarse pero esta vez la
máquina blaugrana estaba más engranada y dio sus frutos.
Tras buenas jugadas con ocasiones claras para Alves y Piqué, Ramos
cometió penalti sobre Andrés Iniesta y Leo Messi cogió la
responsabilidad de tirar la pena máxima, sin fallar esta vez y volviendo
a marcar contra el Real Madrid tras una sequía considerable para lo que
es el argentino, que tuvo en sus botas el 4-1 pero se estrelló contra
Casillas.
Y es que Xavi, con el Madrid 'K.O', aprovechó una excelente jugada
de Iniesta, que caracoleó a su gusto y por donde quiso hasta encontrar
el pase milimétrico hacia un adelantado Xavi que, vestido de Messi,
controló, apuntó y superó a Casillas. Así, con el 3-1, el Barça se
disponía a amarrar el resultado pero en una acción desafortunada de
Valdés, que cometió un error que podría pagar caro, Di María puso el 3-2
y metió al Madrid de nuevo en la disputa de esta Supercopa de España.