Carlos de Blas
El Santiago Bernabéu será escenario este
miércoles del primer título de la temporada entre Real Madrid y FC
Barcelona, que pugnan por una Supercopa de
España viva tras el 3-2 de la ida en el Camp Nou que concede al club
blaugrana, vigente campeón, el papel de ligero favorito.
Tras la disputa de las dos primeras jornadas de la Liga BBVA,
este partido ha cobrado todavía más importancia ya que más allá del
título en juego, de que el Madrid pueda arrebatárselo al Barça o de que
los catalanes puedan celebrarlo en el feudo del eterno rival, podría
comportar en caso de derrota blanca uno de sus peores inicios de
temporada.
Con un empate y una derrota en Liga, más la encajada en el
Camp Nou en la ida de esta Supercopa, los de José Mourinho todavía no
conocen la victoria y afrontan este duelo con la necesidad de coger aire
y reencontrarse cuanto antes con su mejor versión, mientras que para
los blaugranas es una oportunidad única de asestar un golpe moral al
rival.
En la ida el juego fue para los blaugranas, que controlaron un
partido en el que el Real Madrid volvió a poner en práctica la táctica
que tan bien les funciona últimamente: cerrarse atrás y aprovechar las
contras y las acciones a balón parado. No obstante, el error de Valdés
ante Di María después de que Casillas salvara el cuarto gol catalán,
ante Messi, propició un 3-2 y no un 4-1 que habría dejado casi
sentenciado el título.
Así, con la emoción que da este resultado, y con todo el
entorno que rodea a este segundo 'clásico' de la temporada, ambos
conjuntos saldrán a por todas en 90 minutos en los que el Madrid deberá
cambiar de táctica para evitar que el Barcelona le siga tomando la
medida a un Bernabéu que hace demasiado que no se va contento a dormir.
Desde el 6 de mayo de 2008 no pierden los catalanes en la casa
blanca. Entonces, hicieron el pasillo al Madrid como campeón de Liga, y
perdieron para ya no hacerlo más en los cuatro años de Pep Guardiola en
el banquillo, y eso que han sido siete las visitas blaugranas a un
estadio del que han sacado cinco victorias y dos empates.
Con Messi y Alves como fijos en estos partidos, Pedro
inspirado de cara a gol y un Carles Puyol que es un baluarte defensivo,
está claro que el capitán blaugrana apurará sus opciones de jugar pese a
tener el pómulo roto. De momento no está para nada descartado, ya que
podría jugar con una máscara protectora como hiciera ya hace años en una
idéntica lesión. Sin bajas destacadas, podría llegar el turno para el
debut para Alex Song.
Por parte blanca, el único fichaje en lo que va de temporada,
Luka Modric podría ser la gran novedad. El croata aseguró en su
presentación que estaba "listo" para jugar, aunque lo reciente de su
llegada y el hecho de que lleve todo el verano entrenando en solitario
para forzar su salida del Tottenham merman sus opciones.
De esta forma, no se esperan novedades en un equipo obligado a
regalar una alegría a su afición que disipe este mal inicio de
temporada, sin una sola victoria en tres partidos oficiales. Mourinho
podría jugar una baza anímica importante con Pepe, ausente desde el
tremendo choque con Casillas que le causó traumatismo craneoencefálico,
aunque la presencia del portugués tampoco es segura.
Respecto al partido de ida, la novedad será Di María, que no
jugó de inicio en el Camp Nou por precaución y acabó dando vida a su
equipo cuando le 'robó' la cartera a Valdés. El equipo blanco, con la
eterna duda de Higuaín o Benzema en la punta de ataque, espera con ansia
la recuperación de Cristiano Ronaldo, que aún no ha marcado un gol en
lo que va de temporada.