Carlos de Blas
Los tantos del colombiano James Rodríguez, en
el minuto 80, y de Raúl García, en el 87, han determinado el empate en
el partido de ida de la Supercopa de España disputado en el Santiago
Bernabéu, un resultado que hará que el título se decida el próximo
viernes en el Vicente Calderón tras un primer duelo equilibrado y sin
demasiadas ocasiones.
Ancelotti trató de zanjar el primero de los debates sobre su once
tipo, pero lo hizo dejando tanto al argentino Ángel di María como al
colombiano James Rodríguez en el banco, apostando por un trivote más
estático con Xabi Alonso. Fruto de ello, el conjunto blanco movió el
balón con criterio, aunque sin verdaderas ocasiones de peligro durante
los primeros minutos. Mientras, el Atlético estrenó alineación con Moyà,
Siqueira y Mandzukic debutando en partido oficial desde el inicio -con
Ansaldi y Griezmann haciéndolo a lo largo del encuentro-.
Fueron los de Simeone los primeros en sorprender en un jugada
rápida, cuando tras un fallo de control de Sergio Ramos, Saúl atrapó el
esférico en la frontal; el canterano rojiblanco chutó muy centrado y no
pudo sorprender a Casillas. Poco antes, el guardameta mostoleño también
desbarató una ocasión en disparo de volea de Mandzukic, tras un error en
el despeje de Ramos y Pepe.
Y es que, sin un jugador capaz de sorprender entre líneas, el
cuadro madridista no hallaba los huecos necesarios para inquietar a
Moyà, aunque lograba aproximarse a las inmediaciones del área. La
circunstancia tampoco parecía incomodar a cuadro colchonero,
acostumbrado a ser paciente y esperar su oportunidad.
En un duelo huérfano de grandes ocasiones durante los primeros
cuarenta y cinco minutos, Mandzukic, que debutaba como rojiblanco en
partido oficial, obligó a actuar a Casillas pasada la media hora cuando
el delantero croata trató de superarle con una vaselina. El Real Madrid
tampoco acertó a meter miedo en dos saques de esquina consecutivos, con
los que se esfumó la primera parte y se llegó a la medianoche en el
Bernabéu.
El descanso trajo consigo el primer cambio de los de Ancelotti:
Cristiano, cuya presencia fue casi testimonial en la primera mitad, se
quedó en el vestuario con posibles molestias y James saltó al campo,
dando lugar al 4-4-2 con el que tan cómodos se siente el conjunto
blanco. En el primer minuto de la reanudación, Bale probó a Moyà con un
derechazo al que despejó el meta mallorquín, y minutos después Carvajal
sacaba un disparo desde la frontal que se iba a las nubes.
Fue a partir de ese instante cuando el partido se tornó bronco,
trabado. Primero, Mario Suárez se ganó la amarilla por una dura entrada a
destiempo sobre Kroos, justo antes de que Ramos y Mandzukic se
enzarzaran en una disputa que se saldó con cartulina para los dos.
Raúl García, tras adelantarse en el lanzamiento de una falta
blanca, vio también la amarilla, preludio de la mejor ocasión de los
locales, a balón parado. Bale armó un buen disparo que repelió Moyà,
pero Toni Kroos recogió el rechace y conectó una volea que,
incomprensiblemente, se fue por encima de la portería.
Cuando el partido se moría, a diez minutos del final, Kroos se
inventó un pase a Benzema que rompió la línea defensiva del Atlético
para que James aprovechase, llegando desde atrás, para batir la portería
visitante y marcar su primer tanto con el Real Madrid.
No se rindió el conjunto de Simeone, seña de identidad, que
primero, en un disparo de Koke, hizo actuar a Casillas, y que luego, en
el minuto 87, neutralizaría la contienda. De nuevo Koke inició la jugada
en un saque de esquina que no pudo despejar la zaga blanca; cuando el
balón parecía que iba a pasar de largo, Raúl García fusiló de espuela la
portería local. Con el duelo igualado, el título se decidirá el viernes
en el Vicente Calderón.