Julio Candela
El Atlético de Madrid se ha proclamado campeón
de la Supercopa de España después de vencer (1-0) al Real Madrid en la
vuelta de la final que enfrentaba al campeón de Liga con el de Copa,
celebrada en el Estadio Vicente Calderón, gracias a un tanto en el
minuto dos del croata Mario Mandzukic por lo que inicia la temporada
prolongando su buena racha de títulos desde que tomó las riendas Diego
Pablo Simeone.
Con esta Supercopa son cinco los trofeos que ha cosechado el
equipo del Manzanares desde la llegada del argentino al banquillo. La
Supercopa de España se une a la Europa League y la Supercopa europea del
año 2012, a la Copa del Rey del año 2013 y a la joya de la corona
'cholista': la liga conquistada el pasado mes de mayo, en la que se
instaló definitivamente entre la élite del fútbol español.
Solo le faltó a los colchoneros la Liga de Campeones que se les
escapó en el último suspiro en Lisboa ante el Real Madrid. Es posible
que esa derrota sirviera de estímulo en la casa atlética para acumular
motivación durante el verano de cara a este título. La importancia de
los dos trofeos dista mucho de ser la misma, pero que el eterno rival
empezase levantando un título ante su propia afición hubiera sido un
nuevo directo.
Por esa mezcla de venganza y motivación, y a pesar de que el
empate del Bernabéu le favorecía, empezó el Atlético de Madrid como un
ciclón, con un arranque que recordó al del día del Barça en la vuelta de
los cuartos de final de 'Champions' que les enfrentó el pasado abril.
Entonces, Koke hizo efectivo aquel eléctrico inicio en apenas cinco
minutos; este viernes, el croata Mario Mandzukic tardó tan solo dos, en
un gol en el que conectaron los dos fichajes más mediáticos: Griezmann
le ganó una acción aérea a Ramos y prolongó para el croata, que fusiló a
Casillas.
Por lo visto en esta Supercopa, no será el único gol rojiblanco
esta temporada al más puro estilo inglés. Aunque es más fácil que la
sociedad funcione a la inversa, con Mandzukic cabeceando para que sea
Griezmann el que aproveche el espacio. Lo que no es nuevo es el
despliegue físico colectivo que desempeñó el conjunto atlético durante
todo el partido. Una vez más, la defensa atlética, liderada por Godín y
Miranda, tuvo una actuación sobresaliente.
El que tampoco sorprendió a nadie por su rendimiento fue Raúl
García. El navarro cuajó un partidazo desde la posición de
centrocampista derecho. Incombustible en la pelea y en el juego aéreo,
suyas fueron las dos ocasiones más claras que tuvo el Atlético para
ampliar distancias: un cabezazo totalmente solo que echó alto cuando
agonizaba la primera parte y un remate al palo en el inicio de la
segunda.
En el Madrid, Ancelotti dejó fuera de la convocatoria a Di María e
introdujo a James Rodríguez por Cristiano Ronaldo, suplente este
viernes. Eso sí, sólo ocupó su posición en el esquema, porque en la
práctica acabó interviniendo más por la media punta, su hábitat natural.
Ahí se encontró a gusto y consiguió crear peligro tanto en disparos
-estuvo cerca de marcar en un par de ocasiones- como asistiendo a sus
compañeros.
Fueron esos los mejores minutos del partido y en los que pudo
empatar e incluso remontar el duelo antes del descanso. En el
intermedio, Ancelotti ordenó la salida de Cristiano Ronaldo por el
alemán Toni Kroos y ahí se desmoronó el conjunto blanco. James bajó al
interior y el Madrid perdió el fuelle que le había dado el teutón para
sujetar la medular del campo, además del criterio en la salida del
balón. Misión esa que no es la del sudamericano.
Eso provocó que los primeros minutos de la segunda parte fueran un
toma y daca en el que el equipo local se mostró más cómodo,
desplegándose al contraataque y enseñando por momentos que, en contra de
lo que muchas veces se le achaca, el conjunto del Manzanares sabe mover
el balón en corto y combinar para llegar a la fase ofensiva de una
manera más pausada. Eso sin Arda Turan, su jugador más técnico, que este
viernes siguió sin poder ser de la partida.
Las postreras entradas de Isco y Marcelo tampoco cambiaron el
devenir del partido -nunca volverían los blancos a encontrar su sitio- y
el Madrid solo metió miedo al Atlético en el descuento, cuando Ramos
casi remata de cabeza para empatar el partido. Esta vez no consiguió el
de Camas hacer el gol de Lisboa y el Atlético de Madrid conquistó la
Supercopa de España por segunda vez en su historia -la otra fue en
1985-. Para el Madrid, quedan las dudas que está dejando esta
pretemporada a pesar de conquistar la Supercopa de Europa.