El
tolosarra manda una carta a la Real Federación Española de Fútbol donde
comunica su adiós a la selección española el día en que puede dejar el Real
Madrid
Antonio Blanca
De
los que ya no quedan, de los que ya no hay en el mundo del balón. Xabi Alonso,
el hasta ayer ‘14’ de España, el que hasta hoy puede que ‘14’ del Real Madrid
toma decisiones basadas en la cordura y en principios que ya no están de moda
en el fútbol. Una pena que ya casi no existan jugadores de este tipo.
Alonso,
que llegó al Real Madrid hace seis veranos, se ha convertido en un emblema para
la afición, ha aprendido a amar al Real Madrid y ahora que su tiempo se agota
en la casa blanca, hay algunas guadañas esperando para reprocharle su amistad
con José Mourinho y Álvaro Arbeloa, alegrándose que el genial mediocampista
vasco, el señor del corte y confección abandone las filas merengues,
supuestamente por la puerta de atrás, cuando es al contrario, de irse, lo haría
con casi todo el madridismo llorando su adiós, a excepción de algunos
dirigentes que ahora han cambiado de mentalidad, cuestión de horas e ilógico. Puede
que tanto tira y afloja, que ser veletas lo paguen, la Décima no la ganaron ellos (aunque Florentino a veces piense lo
contrario), lo hicieron los futbolistas, y parece al menos poco inteligente desmantelar
el equipo un año después de la mejor conquista de todas.
Alonso se retira de la selección española en el
momento más oportuno y deberían tomar nota otros jugadores veteranos y anunciar
también su adiós, por el bien del fútbol español y por dar oportunidad a
las nuevas generaciones que vienen pisando fuerte. Xabi, el más listo de la
clase, es lo de los que piensan que una retirada a tiempo es una victoria, y
así ha hecho. El tolosarra se marcha de la selección por la puerta grande y a
hombros, como si de un torero se tratase, un jugador que lo ha dado todo por su
patria, que se ha dejado el alma cada minuto en el terreno de juego y que se ha
partido la cara en más de una ocasión para defender los intereses de España.
Dando una tremenda lección de comportamiento, compromiso y profesionalidad a
muchos jugadores del Barcelona que le hicieron el vacío durante más de dos años
en la selección, junto con Arbeloa. Ha luchado cada minuto como si fuese el
último, como un verdadero espartano y ejerciendo en numeradas ocasiones como un
capitán. El motor de la selección española, mucho se habla de que sin Xavi o
Iniesta la selección deja de funcionar. Lo cierto es que cuando no jugaba Xabi
Alonso, la selección andaba pérdida y el desequilibrio era brutal. Era el
sostén en el centro del campo.
Campeón de Europa en 2008 y 2012, y campeón
del mundo en 2010, siendo parte fundamental de los éxitos cosechados por una
generación dorada e irrepetible, Xabi ha decidido irse como un señor, con la cabeza
bien alta y sabiendo que se ha dejado el alma en cada encuentro que disputaba
la selección española. En su carta de despedida, afirmaba: “Lo más difícil es
saber cuando decir adiós”, y efectivamente es lo más difícil, pero también
demuestra la hombría de una persona que lo ha dado todo por su país y ha
logrado tanto en el mundo del fútbol. Se va un señor, un señor único e
insustituible, un señor de los pies a la cabeza. En el Madrid, ocurrirá igual.