Los
tres de arriba disputaron una jornada de fútbol pobre y rácano en la que el
mejor parado fue el Barça de Luis Enrique que sacó su partido adelante mientras
que el Madrid y el Atleti firmaron su oficioso adiós a esta Liga
Antonio Blanca
Punto
y final. Increíble pero cierto. Hay campeón (virtual) de Liga en el mes de
febrero. El Barcelona por méritos propios y por deméritos de sus dos
perseguidores. Los culés no han pinchado cuando han jugado mal, Madrid y
Atlético sí, o viceversa, que los de Simeone son segundos a expensas del
flamante derbi del sábado en el Santiago Bernabéu del que saldrá el gran
candidato a ser segundo en esta BBVA 2016. De entre los tres, el más regular,
más solvente y con mayor pegada está siendo el Barcelona, así que así está
líder sacando ocho y nueve puntos a colchoneros y merengues, tres partidos, por
lo que a falta de trece por concluir el campeonato empieza a teñirse por
completo de azul y grana.
Atlético
y el Real Madrid no fueron capaces de superar los escollos de Villarreal (0-0)
y Málaga (1-1) y allanaron el camino hacia el título del Barcelona, cuya
victoria el sábado en Gran Canaria ante Las Palmas (1-2) le permite disfrutar
de una ventaja ya más que importante.
El
conjunto de Luis Enrique Martínez, pese a pasar apuros en el feudo insular,
gozó de una jornada 'redonda'. Fue el único de los cinco primeros que consiguió
la victoria y su diferencia es ya de ocho puntos sobre el Atlético y de nueve
respecto al Real.
El
Villarreal, cuarto clasificado, sumó su duodécimo partido liguero seguido sin
perder al sacar un empate de mucho mérito en el Vicente Calderón.
El
cuadro de Marcelino García Toral, que el jueves disputó un partido europeo de
gran desgaste ante el Nápoles, volvió a dejar muestras de su potencial y frenó
en seco al Atlético. El 'submarino amarillo' encadenó su cuarto partido sin
encajar y ante un conjunto rojiblanco un tanto atascado y que no supo
aprovechar sus opciones.
A
primera hora de la tarde el Real Madrid ratificó en La Rosaleda los grandes
problemas que tiene en sus desplazamientos. Pese a la victoria en Granada y en
Roma, el cuadro de Zinedine Zidane volvió a dar una imagen discreta ante el
Málaga y no fue capaz de pasar del 1-1 que le ponen la lucha por el título más
que complicada con las matemáticas como únicas aliadas para no renunciar.
El
equipo malaguista arrancó con fuerza y ambicioso que amenazó a los madridistas.
En cambio, un tanto (en posición antirreglamentaria) de Cristiano Ronaldo de
cabeza poco después de la media hora puso el partido de cara para la escuadra
de Zidane.
Incluso
pudo hasta sentenciarlo justo después con un penalti del brasileño Weligton
sobre el propio delantero portugués, pero el lanzamiento de este lo adivinó el
camerunés Carlos Kameni.
Esta
acción alimentó las esperanzas de los hombres de Javi Gracia. Mientras, el Real
Madrid volvió a las andadas fuera de casa y el central Raúl Albentosa, a centro
de Weligton, firmó el empate (m.66).
A
partir de ahí, los hombres de Zidane no tuvieron recursos y de nuevo cedieron
un empate, con lo que el Barcelona se le aleja a nueve puntos en la víspera de
recibir al Atlético en el Santiago Bernabéu en un derbi quizá ya menos
trascendental que en otras ocasiones, aunque el ganador podría quedar como la
única alternativa a, si llegara el caso y se diera una remontada, pelear con
los azulgrana.
El
Sevilla tampoco aprovechó una jornada propicia para afianzar más su quinta
plaza e incluso acercarse a la cuarta. Y eso que lo tuvo muy de cara en
Vallecas con dos tantos antes de los veinte minutos del francés Steven N'Zonzi
y de Vicente Iborra.
Paco
Jémez, técnico del Rayo, volvió a ejercer de entrenador valiente. Hizo dos
cambios ofensivos y su equipo renació. El mozambiqueño Manucho antes del
descanso acortó distancias y el venezolano Nicolás Fedor 'Miku' firmó el 2-2
definitivo que sabe a poco a los de Unai Emery y que puede significar un punto
vital en la lucha por la supervivencia de los rayistas.
El
derbi vasco por excelencia, el Athletic-Real Sociedad, se decantó, una vez más
del lado guipuzcoano gracias a un tanto del brasileño Jonathas de Jesus a los
diecisiete minutos.
El
equipo de Eusebio Sacristán sumó su cuarto triunfo seguido y se ganó el derecho
a presentar su candidatura a los puestos europeos, en la que sigue el Athletic,
aunque su tercer encuentro sin ganar le ha relegado a la octava plaza a tres
puntos del Celta.
El
Valencia de Gary Neville completó su primera semana fantástica en mucho tiempo.
Tras estrenar el casillero de victorias con el inglés ante el Espanyol y
encarrilar el pase a octavos de la Liga Europa con goleada ante el Rapid de
Viena, en Granada volvió a ganar (1-2), aunque gracias a su pegada y acierto
ante un rival que mereció mucho más pero que perdonó y lo paga ocupando el
último puesto de la tabla.
El
conjunto de José Ramón Sandoval, cuya situación es más que complicada, hizo
todo lo posible para amarrar los puntos, pero esta temporada el Valencia es un
equipo gafe para el granadino, ya que le ha vencido en los dos encuentros de
Liga y en los dos de la Copa del Rey.
Dani
Parejo y Santi Mina, en el segundo periodo, aprovecharon sus ocasiones y
sepultaron las ilusiones del Granada. Edgar Méndez acortó distancias en la
última jugada y selló el 1-2 definitivo que realza la recuperación de los
valencianistas y deja a los locales en el pozo, últimos empatados con el
Levante y a cuatro puntos de la salvación.