Jordi Grimau
Valencia y Barcelona se enfrentaban en Mestalla para dirimir
el primer finalista de la Copa del Rey, pero el partido era un auténtico
trámite para los azulgranas. El 7-0 de la ida presagiaba un duelo desangelado
que se encargaron de entristecer todavía más los escasos 16.000 aficionados
presentes en el estadio.
Tan solo Negredo puso algo de mordiente con su gol y llevó
un ápice de alegría a los valencianistas, pero la sonrisa se borró en los
instantes finales con el empate de Kaptoum. El Barcelona jugará la final de la
Copa del Rey y el Valencia de Neville jugará su final el sábado ante el Espanyol.
El desangelado partido de Mestalla comenzó con los
canteranos azulgranas al mando. Quizás de los pocos a los que 'se les iba la
vida' en el partido.
La apuesta de Luis Enrique por Samper, Munir y Sandro dio
sus frutos en los primeros minutos. Sandro disparó alto desde la frontal y tras
otro disparo homólogo de Rakitic, Munir estuvo a punto de adelantar a los
suyos. Fue un disparo con rosca al palo largo del portero, pero el intento del
canterano de emular a Robben no salió bien.
En un Mestalla que parecía un teatro, el Valencia se enchufó
por fin en el encuentro. Puede que las continuas y severas indicaciones de Gary
Neville desde la banda tuviesen algo que ver.
Un error de Mathieu lo desaprovechó Vezo para darle un balón
de gol a Negredo, pero los ché estarían todavía más cerca de inaugurar el
marcador gracias a Fran Villalba.
El futbolista de 17 años hizo un escorzo idéntico al de
Munir. Dejó atrás a Mathieu con un recorte y buscó limpiar las telarañas de la
escuadra. El "uy" se cantó en un estadio que ansiaba el gol.
Un tanto que consiguió Negredo en la recta final de la
primera parte. Mano a mano con Ter Stegen y el delantero intentó picar el balón
por encima del alemán. Una picardía en un partido sin intesidad que no llegó a
buen puerto. Al menos, en un primer instante ya que el de Vallecas se hizco con
el rebote y subió el 1-0 al marcador a puerta vacía. Alegría tímida en Valencia
de un público todavía intentando superar la resaca del 7-0 de la ida.
El empuje del Valencia tras el intermedio no se materializó
en gol. La ocasión más clara la tuvo Santi Mina en un remate en plancha, pero
el vigués demostró tener la pólvora mojada toda la noche.
Después el choque se volvió tedioso y lento. El Barcelona
controlaba la pelota y el Valencia lo intentaba a base de acercamientos
fugaces.
Danilo gozó de la mejor oportunidad con una falta que
despejó a córner Ter Stegen haciendo una parada de mérito, y entonces llegó el
carrusel de cambios.
Un feliz Fran Villalba fue sutituido por Ibán y en el
Barcelona entró otro canterano. Sandro dejó su sitió a Kaptoum, un jugador
clave en el devenir del choque.
A falta de seis minutos para el cumplimiento del tiempo
reglamentario Kaptoum aprovechó un pase al corazón del área de Camara para
superar a Jaume. Era el 1-1, un gol 'made in' La Masía y que ponía a salvo el
récord de Luis Enrique: 29 partidos consecutivos sin perder.
El Barcelona es el primer finalista de la Copa del Rey y el
Valencia de Neville tendrá su verdadera final en la Liga el sábado ante el
Espanyol. La candidatura a reedición del triplete azulgrana sigue en pie.