Jaime Trevijano
Real Madrid y Atlético de Madrid acaparan una vez más la atención
en el fútbol mundial, enfrentados esta vez por la Supercopa de Europa en el
derbi en Tallin, sobre el césped del estadio Lillekula, con 12.500 espectadores
en sus gradas, con el condicionante que supone una pretemporada atípica, con
futbolistas casi recién aterrizados de sus vacaciones después del Mundial 2018,
pero con la dimensión que siempre tiene un derbi, más aún en una final, una más
entre ambos.
Nunca antes se han enfrentado dos equipos de la misma ciudad
en una Supercopa de Europa, al igual que nadie lo había hecho en una final de
la Liga de Campeones hasta la edición de 2014, repetida de nuevo en 2016,
cuando el Atlético y el Madrid también tomaron todo el protagonismo del fútbol
europeo, con sendos triunfos blancos.
En Lisboa, en 2014, en la prórroga por 4-1, con aquel gol
salvador de Sergio Ramos en el minuto 93 para el Real Madrid, cuando el
Atlético ya sentía suya la primera Copa de Europa de su historia; en Milán, en
2016, en la tanda de penaltis, después del empate a uno con el que concluyó el
tiempo extra en San Siro.
Dos años después, como campeones de la Champions, el equipo
blanco, y de la Liga Europa, el rojiblanco, vuelven a cruzarse los destinos de
dos bloques gigantes, dos aspirantes a todo para el nuevo curso, aunque ya no
estén Cristiano Ronaldo o Zinedine Zidane, en el Real Madrid, ni Gabi o
Fernando Torres, en el Atlético.
Keylor Navas, Thibaut Courtois, campeón de rojiblanco y
fichado ahora por el club blanco, Dani Carvajal, Sergio Ramos, Marcelo, Toni
Kroos, Luka Modric, Marco Asensio, Isco Alarcón, Gareth Bale o Karim Benzema
contra Jan Oblak, Diego Godín, Filipe Luis, Saúl Ñíguez, Koke Resurrección,
Thomas Lemar, Antoine Griezmann o Diego Costa.
Y Julen Lopetegui, en su estreno en el equipo blanco, contra
Diego Simeone, ante su última barrera europea, ante el rival que más le ha
ganado en la Liga de Campeones, el equipo que le frustró en cuatro de las cinco
ediciones que ha disputado su conjunto en el último lustro y el que le apartó
de conquistar dos Copas de Europa.
El Real Madrid aspira a su quinta Supercopa de Europa, la
tercera consecutiva; el Atlético, infalible hasta ahora en este torneo, a la
tercera de su palmarés, la más reciente en 2012 cuando destrozó todos los
pronósticos con una victoria memorable por 4-1 contra el Chelsea en el estadio
Luis II de Mónaco, ya con Simeone de técnico.
Es el inicio de una nueva era en Tallin para el club blanco.
Un reto mayúsculo para Lopetegui, enterrado el dolor de verse fuera del Mundial
de Rusia con una selección española que clasificó de la forma más brillante por
firmar el contrato de sus sueños con el Real Madrid más difícil de dirigir. El
listón altísimo de Zidane, la ausencia del devorador de récords Cristiano
Ronaldo.
A la espera de que Florentino Pérez guarde un as en la manga
para los últimos días de mercado, el proyecto de un equipo que escribió
historia con tres 'Champions' consecutivas, parece mermado sin los goles del
astro portugués y la ausencia de un fichaje de relumbrón. El liderazgo recae
sobre Gareth Bale y el paso al frente que deben dar Isco Alarcón y Marco
Asensio.
La Supercopa de Europa marcó a los tres. En 2016 disparó a
Asensio cuando con un golazo al Sevilla demostró que era jugador para altos
vuelos. En la última edición, Bale se cerró las puertas del Manchester United
tras su decisión de jugar e Isco dejó una exhibición para el recuerdo. El Real
Madrid repetía como campeón sin Cristiano en el once. Esta vez no podrá entrar
los últimos siete minutos como en Skopje.
Con la llegada de Courtois, que aún no ha debutado y será
suplente de Keylor Navas en el inicio de un pulso que marcará el año blanco en
portería, Álvaro Odriozola para mejorar el lateral derecho que se pierde la
cita por un problema muscular, más la esperanza depositada en el brasileño Vinicius,
se espera que hasta nueve jugadores del once repitan respecto a la conquista de
la última Copa de Europa y no haya ninguno de los fichajes en las dos
novedades.
Sin Cristiano tan solo Luka Modric, finalista en el Mundial
y con un ritmo menor de entrenamiento, parece el único con opciones de caerse
respecto al que fue inesperado último once de Zidane. El resultado del primero
oficial de Lopetegui será el que dictamine si el Real Madrid renuncia a un gran
desembolso o ve lagunas para lanzarse al mercado por un 9 de garantías.
Enfrente, le desafía el Atlético, con el proyecto quizá más
ambicioso de su historia, con la capacidad para retener a sus mejores
futbolistas, Jan Oblak o Antoine Griezmann, este último con una oferta
rechazada al Barcelona, y de complementar su plantilla con seis
incorporaciones, entre ellas Thomas Lemar y Rodri Hernández.
Ambos son los únicos dos fichajes que entrarán en la
alineación para la Supercopa de Europa; el campeón del mundo francés en la
banda derecha. "Tiene un talento que el equipo lo necesita", recalcó
el pasado sábado Simeone sobre el internacional galo, que ha demostrado
detalles, pero aún requiere quizá más adaptación.
Rodri, en su vuelta al Atlético tras triunfar en el
Villarreal, lo hará en el medio centro, como compañero ahí de Saúl Ñíguez, ya
sin Gabi Fernández, una referencia en ese puesto. A la izquierda estará Koke
Resurrección; por delante Diego Costa y Antoine Griezmann, el líder del equipo
por quinta temporada consecutiva.
Hace una semana, el lunes 6 de agosto, el francés comenzó la
pretemporada y nueve días después, este miércoles, formará desde el principio
en el ataque, según las pruebas de Simeone. Un ejemplo más de la transcendencia
y la condición de indispensable e indiscutible en el once del mejor goleador
rojiblanco en cada una de los cuatro años anteriores.
Por detrás, el portero Jan Oblak y los defensas Juanfran
Torres, José María Giménez, Diego Godín y Filipe Luis completan la probable
alineación titular de Simeone, que cumplirá el tercero de sus cuatro choques de
sanción en Europa y que sufrirá el partido fuera del banquillo y desde un palco
del estadio Lillekula, como ya le ocurrió en la final de la Liga Europa. Su
balance en esa tesitura es de nueve triunfos, dos empates y dos derrotas en
trece encuentros.