Aránzazu Gálvez
El estadio del Rayo Vallecano permanecerá cerrado hasta, al
menos, octubre. Así lo anunciaban tras una reunión entre la Comunidad de
Madrid, el propio club y La Liga con el fin de "garantizar la seguridad de los espectadores". Pero no es la
primera vez que los aficionados rayistas y los accionistas del club se quejan
del estado de conservación del campo y ya lo manifestaron en la junta del 30 de
mayo de 2017.
En esta reunión uno de los accionistas preguntó "por la situación del estado y la Inspección
Técnica de Edificios", tal y como recoge el acta de la junta. "Se le contesta que como ya se informó en su
momento no pasó la Inspección Técnica de Edificios y que la titular de la
instalación como todos ya conocen es la Comunidad de Madrid" afirman
en el documento, y continúa diciendo "esta
directiva lleva más de cincuenta reuniones para dar solución al tema (...)
manifiesta el Presidente".
La lucha de declaraciones entre unos y otros se aviva hasta
que uno de los accionistas pone sobre la mesa la reprobación pública que
realizó el Director General de Deportes diciendo que "el Rayo Vallecano es el responsable de la instalación". Según
el acta, "el Presidente matiza que
lo es del mantenimiento pero no de la regeneración y remodelación del estadio y
que ha estado reunido el Club con Pablo Salazar -Director General de Juventud y
Deportes de la Comunidad de Madrid- en
multitud de ocasiones".
Así, se produce una guerra de argumentos que se zanja con
una pregunta por parte de otro de los propietarios de títulos del club: "¿Se puede hacer cargo el club de los
gastos de acondicionamiento del Estadio?", a lo que el presidente le
responde que "El Club no puede hacer lo que quiera" y que "lleva múltiples reuniones para agilizar las
obras de acondicionamiento".
El Rayo Vallecano era conocedor por tanto de la situación de
mantenimiento en la que se encontraba el Estadio e incluso el presidente de
ADRV, una de las asociaciones de accionistas del club, le preguntó a Martín
Presa en esta junta sobre "la
tranquilidad cada vez que se celebra un partido". El presidente del
club fue tajante en este aspecto espetando un "los propios arquitectos y técnicos del IMDER han manifestados la
inexistencia de riesgo para la integridad de los espectadores".
Algunos de los propietarios de títulos llegaron a decir que
"tenemos el peor estadio de Primera
y Segunda División" y rogaban por una solución para la situación del
campo.
A pesar de ello, el Gobierno regional comenzó el pasado mes
de junio unos trabajos de mejora en el campo de su titularidad con un
presupuesto de 1,2 millones de euros con el fin de pasar la ITE. En medio de
estas obras el Estadio de Vallecas acogió un encuentro que enfrentaba al Rayo
contra Sevilla en un escenario de vallas y andamios. Al término del encuentro,
un niño se precipitaba por el hueco de una de estas estructuras a un foso en el
que se acumulaban materiales de construcción, afortunadamente sin consecuencias.
Ahora, tras una reunión entre Comunidad de Madrid, La Liga y
el Rayo Vallecano, se ha decidido cerrar el Estadio de forma cautelar hasta
poder "garantizar la seguridad de
los aficionados" tras las obras.