Julio Candela
El Real Madrid iniciará una nueva etapa en La Liga Santander
sin Cristiano Ronaldo, que abandonó el club blanco para fichar por el Juventus
después de nueve temporadas en las que marcó una época marcada por sus triunfos
europeos y su abrumadora estadística de cifras goleadoras.
El jugador portugués dijo adiós a un club que recibió por su
marcha algo más de 100 millones de euros, una cifra muy baja si se compara con
otros números que se manejaron en otras operaciones en las que estaban
implicados futbolistas de menor categoría.
El final de Ronaldo en el Real Madrid parecía un hecho
después de ganar al Liverpool en la final de la Liga de Campeones. La entidad
presidida por Florentino Pérez dio facilidades para satisfacer los deseos de su
jugador franquicia en la última década, y, en un mes, finalizó una relación
provechosa para ambas partes que comenzó en la campaña 2009/10.
Ahora, el cuadro madridista iniciará una nueva era marcada
por la salida de un hombre que en Liga marcó con el Real Madrid 311 goles en
292 partidos. Una cifra de escándalo que, sin embargo, sólo sirvió al conjunto
blanco para ganar dos campeonatos de Liga en los cursos 2011/12 y 2016/17.
Sin un sustituto de postín hasta el momento, el Real Madrid
intentará suplir su déficit de títulos en la Liga (sólo ha conseguido dos de
los últimos diez por siete del Barcelona) con una plantilla que por ahora es
continuista en sus nombres de campo pero con un cambio importante en el
banquillo: Julen Lopetegui.
El técnico vasco es la otra gran noticia del Real Madrid. Si
Cristiano has ido fundamental en la última década, el entrenador francés
Zinedine Zidane lo fue en las últimas dos temporadas y media, en las que ganó
una Liga, tres Ligas de Campeones, una Supercopa de España, dos Supercopas de
Europa y dos Mundiales de Clubes.
Lopetegui tendrá el reto de dar continuidad a los éxitos
europeos de su antecesor y de conseguir impulsar al Real Madrid en los títulos
caseros, de los que está más necesitado.
Será complicado para el ex seleccionador de España, que
llegó al cargo de forma convulsa tras ser destituido dos días antes del inicio
del Mundial de Rusia después de que se anunciara su fichaje por el conjunto
merengue durante la concentración de "la Roja". A Luis Rubiales,
presidente de la RFEF, no le gustaron las formas y prescindió de su entrenador
para colocar a Fernando Hierro.
Lopetegui gozará de toda la confianza de su presidente para
armar un bloque que recupere la Liga para el Real Madrid esta temporada y para
abordar con éxito el cuarto título consecutivo en la máxima competición
continental.
De momento, no cuenta con muchos refuerzos tras la salida de
Cristiano. Han llegado varios, pero no es seguro que todos se queden, salvo
Álvaro Odriozola, que competirá con Dani Carvajal por un hueco en el lateral
derecho de la defensa, y el guardameta belga Thibaut Courtois, que será el
rival del costarricense Keylor Navas en la portería blanca.
El brasileño Vinicius Junior, que ha dejado buenas
sensaciones en la pretemporada, podría ser otra de las sorpresas del curso si
finalmente se queda y no se marcha cedido, mientras que otros como el ucraniano
Andryi Lunin y Kiko Casilla están a la espera de saber si seguirán en el club
tras la llegada de Courtois.
Lopetegui también tendrá que decidir cuál será el futuro de
otros nombres que regresaron de sus cesiones y que están haciendo la
pretemporada con el Real Madrid. Es el caso del uruguayo Fede Valverde
(Deportivo), del noruego Martin Odegaard (Heerenveen) y del delantero Raúl de
Tomás (Rayo Vallecano).
Algunas incógnitas ya se han resuelto y nombres como los de
Theo Hernández o Mateo Kovacic, jugarán cedidos en la Real Sociedad y en el
Chelsea, respectivamente, mientras que Luka Modric finalmente seguirá en el
Real Madrid después de la oferta del Inter que estuvo a punto de crear un cisma
en la casa blanca.
El mago balcánico, mejor jugador del Mundial de Rusia, es
una pieza clave en el esquema blanco y ni Florentino Pérez ni Julen Lopetegui
querían su salida del Real Madrid. Al final, un aumento de sueldo y el
compromiso del jugador, mantendrán a Modric en un equipo que ya tenía
suficiente con la marcha de Cristiano.
Florentino Pérez aún tendrá que afinar su maquinaria para
traer algún nombre de relumbrón para completar una plantilla que quiere seguir
ganando en Europa y necesita recuperar el trono en la Liga.
Con seguridad, y eso no son especulaciones, lo tendrá que
hacer sin Cristiano Ronaldo. Y sin Zidane. La temporada 2018/19 será la primera
sin dos emblemas blancos. Lopetegui tiene trabajo.