Jordi Grimau
El Barcelona, con aires renovados, y el Sevilla, que
atraviesa un apretadísimo calendario de partidos oficiales, disputarán este
domingo el primer título de la temporada española, la Supercopa, que por
primera vez se jugará a partido único y en el extranjero, en el Estadio Ibn
Battuta de Tánger (Marruecos).
El encuentro, en el que el Barcelona podría adjudicarse la
decimotercera Supercopa de su historia, será también el primer partido oficial
del fútbol español en el que se utilizará el VAR.
Un torneo lleno de novedades que quiere ganar el Barça para
devolver el trofeo a sus vitrinas, después de perderlo el año pasado a manos
del Real Madrid. Entonces, el conjunto azulgrana, aun sin tiempo para digerir
la fuga de Neymar da Silva al PSG, nada pudo hacer ante el conjunto blanco, que
le pasó por encima en los dos partidos de la eliminatoria.
El equipo de Ernesto Valverde llega en esta ocasión a la
cita tras completar una intensa pretemporada, en la que no ha dejado malas
sensaciones, aunque los resultados no le han acompañado.
En la gira por Estados Unidos los azulgranas disputaron tres
partido de la Copa Internacional de Campeones que se saldaron con un empate
contra el Tottenham Hotspur (2-2) y dos derrotas ante el Roma (2-4) y el Milan
(0-1).
Sin los internacionales, Valverde tuvo que echar mano de los
no habituales y de muchos jugadores del filial, entre los que destacaron el
defensa Juan Miranda y el centrocampista Riqui Puig.
Ambos podrían entrar en la lista de convocados que el
técnico del Barcelona dará tras el entrenamiento de esta tarde y debutar mañana
con el primer equipo en partido oficial.
Con la baja del centrocampista Sergi Roberto -uno de los
destacados de la pretemporada- por sanción, Valverde confeccionará un once en
el que mezclará a algunos internacionales poco rodados con los hombres que más
minutos acumularon en la pretemporada.
Jasper Cillessen se perfila como el meta titular en
detrimento de Marc-André Ter Stegen y, en la zaga, el francés Clément Lenglet,
uno de los nuevos fichajes, podría formar en el eje con Gerard Piqué, mientras
que los laterales serían para Nélson Semedo y Jordi Alba.
En el centro del campo, otro de los nuevos, Arthur Melo,
probablemente acompañe a Sergio Busquets y Rafinha Alcántara y en punta de ataque
otra de las novedades de la plantilla azulgrana, Malcom Filipe Silva de
Oliveira, se perfila como el tercer hombre de un tridente en el que parecen
fijos Leo Messi y Luis Suárez.
Titulares habituales como Samuel Umtiti o Ivan Rakitic o el
propio Ousmane Dembélé han sido los últimos en regresar del Mundial de Rusia y
aún llevan muy pocos entrenamientos a sus espaldas, por lo que parece poco
probable que aparezcan en el equipo titular, al igual que otro de los nuevas
incorporaciones, el último en llegar, el chileno Arturo Vidal.
El Sevilla llega a la novedosa cita de Tánger en medio de un
agotador programa, pues será el cuarto partido de este nuevo ejercicio al tener
que disputar las previas en busca de la fase de grupos de la Liga Europa.
Al quedar séptimo en la pasada liga, la formación andaluza
debe pasar tres eliminatorias. La primera la superó con solvencia ante el
Ujpest húngaro y ahora está inmerso en la disputa de la segunda ante el
Zalgiris lituano, que no lleva tan encarrilada tras el 1-0 de la ida disputada
el pasado jueves en el Sánchez Pizjuán.
Ahora se encuentra con el potente Barcelona, rival que el
pasado mayo le barrió en la final de la Copa del Rey (5-0), lo que aún escuece
en todos los estamentos del club, sobre todo en la afición, muy dolida por la
'incomparecencia' de su equipo en ese encuentro.
El nuevo técnico del Sevilla, Pablo Machín, en pleno proceso
de inculcar su idea y estilo de juego y aún con la plantilla en fase de
transformación, ha reconocido que llegan al partido poco rodados por la altura
del curso en el que se encuentran.
El soriano ha destacado también el orgullo y prestigio que
da jugar este tipo de partidos, y que, desde que el jueves acabó el choque ante
el Zalgiris, sólo piensa en recuperar jugadores y "competir ante un
campeón de casi todo".
Ante los lituanos, Machín no sacó en el equipo inicial a
jugadores como Jesús Navas, los argentinos Gabriel Mercado y Franco Vázquez,
Sergio Escudero, Pablo Sarabia, el danés Simon Kjaer, el colombiano Luis Muriel
o Roque Mesa, por lo que muchos de ellos serán titulares el domingo.
Estas rotaciones indican que en Tánger Machín pondrá al once
mas competitivo posible, aunque es improbable que esté el medio francés Steven
Nzonzi, después de que el viernes se ejercitara por primera vez junto a sus
compañeros tras ser campeón de mundo en Rusia.
Sí tiene más opciones Aleix Vidal, que ante el Zalgiris jugó
el partido completo en su vuelta al Sevilla y que el domingo podría medirse al
equipo en el que ha estado las últimas campañas y ha desarrollado gran parte de
la presente pretemporada.
La Supercopa, fuera de lo deportivo, viene rodeada de
polémica después de que el club de Nervión considerara que la Federación
Española actuó contra sus intereses por trasladarla a la ciudad marroquí y no
seguir con el habitual formato de ida y vuelta.
El club y la federación de peñas han desestimado organizar
viajes para asistir al partido, aunque, pese a ello, serán varios miles los
sevillistas que se concentren en Tánger con la ilusión de ver al equipo ganar
su segunda Supercopa de España.