viernes, 27 de junio de 2008

DISFRUTANDO COMO JUVENILES

Antonio Toca

Eso es lo que han sentido todos los jugadores aterminar la obra de arte que han bordado durante la segunda parte. Lo comentaban al salir de la ducha. Como juveniles. Justo en la época en la que cualquier jugador ama este glorioso deporte llamado fútbol. Les pedíamos atrevimiento y derribar mitos, que fuesen capaces de demostrar todo lo bueno que atesoran estos jugadores. Han sido 45 minutos que han permitido que la afición crea ahora en el podemos, que siga soñando por algo que llevan esperando 24 años. Ver y oír a la gente en los balcones, unidas en un único grito de celebración, es algo que no había vivido, porque en esta ocasión había solo un color que defender, por eso los saltos y abrazos con un amigo atlético.

La segunda parte entra en la historia, como lo vivido la noche de Querétaro que encumbró al Buitre y a aquella selección, que hizo que por un momento pensásemos que se podía lograr algo. La diferencia es que hoy ha sido en la semifinal, que estos jugadores no han fallado, y que ha sido frente a una selección que había impresionado hace cuatro días. El golpe en la mesa que ha provocado el juego de magia, nos convierte en favoritos, aunque ellos no lo digan, aunque sigan siendo modestos y frenen la euforia.

La cara de Luis Aragonés (al que hoy me tengo que rendir, porque ha logrado hacerme callar, y así lo reconozco y se lo reconozco, piense lo que piense sobre él), en la rueda de prensa, era la de alguien que sabía que se había asistido a un monumento al fútbol total. Cierto que estos partidos no importa el cómo sino el qué. Se deben ganar, vale. Pero de semejante forma hipnotizan. Tal y como se encuentra hoy toda la prensa europea.

Por eso podemos, o vamos a armar la mundial, o estamos convocados o lo que se le ocurra al publicista de turno, eso da igual. Alemania tiene ya al rival que pedía. Lo decían porque piensan que nos tienen la moral comida, pues ellos mismos. Pero aquellas equipos eran grandísimas selecciones, no la de ahora, refiriéndome a Alemania. De ahí la importancia de esa segunda parte y el cómo que comentaba antes. Estamos tocados por una varita mágica.

Decían que no ganábamos a Italia, y lo hicimos a su manera. Que el juego prestaba a tener dudas, y se hizo juego de salón y de ilusión. Que vienen los alemanes, se comenta, y qué, nosotros este año tenemos el espíritu de Maceda de nuestro lado. Y el de Quini, y el de Santillana, y el de Camacho, y el de Dani, y el de Arconada, y el de la Quinta, y el de todos los jugadores que soñaron un día con hacer historia. Pues sí, puede ser cierto. Es posible que vea a mi selección de fútbol ganar un campeonato de selecciones importante. Eso sí que va a ser la hostia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que la ultima frase del comentario es la que esta en todas nuestras cabezas…. voy a ver a españa jugar una final, y puede que ganemos!… tendré algo que contarle a mis hijos y mis nietos!

La verdad es que me alegre cuando ganamos el mundial de baloncesto y llegamos a la final (frente a rusia… ) pero no lo vivia como algo historico… y esto si… tal vez porque es algo que lleva mucho sin pasar… y nunca se sabe cuando volvera a pasar.

Anónimo dijo...

Y yo que me voy a perder la final….¡Por que tendre que trabajar!!!, no!!!!!!!!!!!!!!!.

La moral la deberian de tener comida los alemanes despues de lo que vieron ayer.

Anónimo dijo...

siempre tendremos nuestros puntos de vista, lo cual es bueno. Hombre, ahora y tras esa segunda parte, ¿cómo no me voy a creer el podemos? Me sigue pareciendo que venden la moto, y mi comentario con el dichoso eslogan, como los otros, era irónico. De todas formas, disfrutemos, esto se vive cada poco tiempo, tanto como cada 24 años, y lo importante es que el domingo Casillas levante la copa, y ambos nos abracemos virtualmente. Es el juego, no la cuña publicitaria de marras… Pero bien apuntado, no había pensado en ello.