Uno de los delanteros más eficaces de todos los tiempos abandona la Liga española. Ruud van Nistelrooy se marcha al Hamburgo, después de tres años y medio marcando goles con la camiseta blanca. Sólo las lesiones han podido frenar la trayectoria de un jugador con un registro goleador casi inigualable.
Cuando llegó al Real Madrid, muchos decían que estaba acabado. Ya contaba con treinta años, dos lesiones graves a sus espaldas y un enfrentamiento con Alex Ferguson que parecía presagiar que Van Nistelrooy ya estaba de vuelta. Sin embargo, 'Van The Man' nunca había dejado de marcar goles.
Avalado por una exitosa trayectoria en el fútbol de su país, Van Nistelrooy 'explotó' en sus años vistiendo la elástica del PSV Eindhoven. Hizo dos temporadas perfectas, con un promedio de más de un gol por partido, y Ferguson se fijó en él. Pero Ruud decidió quedarse un año más en la Eredivisie. Fue la temporada de su primera lesión. Estuvo un año casi en blanco, pero Sir Alex no se olvidó de ése espigado delantero que le tenía maravillado, y en verano de 2001 le convirtió en un 'red devil'.
Ferguson sabía que la dupla formada por Andy Cole y Dwight Yorke ya lo había dado todo por el club y Van Nistelrooy debía ser su nueva estrella. Y muy pronto lo fue. En su primer año, se convirtió en el debutante extranjero más goleador de la historia de la Premier (mención que conservó hasta la llegada de Fernando Torres a la competición).
En sus cinco temporadas en Old Trafford, sólo el año de la lesión bajó de 20 goles en la Premier, y hasta en tres ocasiones se proclamó máximo goleador de la Liga de Campeones. Son números de auténtico 'crack', de uno de los jugadores con mejor promedio goleador de toda la historia.
Ese espíritu de "killer" es el que le hizo triunfar en la 'casa blanca'. Quizá cuando llegó al Bernabéu ya no tenía la velocidad de antaño, y sus apariciones se redujeron a un puñado de veces por partido. Pero nunca perdió el olfato goleador. Balón que tocaba, balón que acababa en las mallas del rival. Las Ligas conseguidas con Capello y Schuster tuvieron en Van Nistelrooy uno de sus principales artífices.
De comportamiento intachable en los entrenamientos, de efectividad demostrada en los partidos, el '17' blanco nunca tuvo la vitola de galáctico. Siempre fue un excelente profesional, que dio el máximo por el Real Madrid. Hasta que sus rodillas se lo permitieron. La lesión sufrida el año pasado truncó, por tercera vez, la trayectoria del delantero. Aunque en su interior, Van Nistelrooy siempre supo que aún le quedan goles por marcar.
Goles que ha logrado hasta el último instante. Sus últimos 11 minutos ligueros, los únicos que ha disputado esta temporada, dejaron disfrutar al Bernabéu de su último tanto. Un gol marca de la casa anotado ante el Xerez, en una jugada en la que sufrió su última recaída. Un último regalo para una afición que siempre le ha agradecido su esfuerzo.
Además, Ruud entró en la historia como jugador del Real Madrid con su trofeo Pichichi, conquistado el año de su estreno en nuestra Liga. Y es que es el único jugador de todos los tiempos, junto a Alfredo di Stéfano, que se ha proclamado máximo goleador en tres ligas distintas. La Eredivisie, la Premier y la Liga han sucumbido a las botas de 'Van Gol'. Casi nada.
Posiblemente, la decisión de continuar su carrera en Alemania también responde en parte a las ganas de continuar con este reto, de añadir la Bundesliga a su lista de conquistas. Y es que Ruud siempre ha logrado sobreponerse a las lesiones y seguir perforando las redes rivales. Y a pesar de sus 33 años y sus múltiples lesiones, él nunca pierde las ganas.
Objetivos no le faltarán. Sólo Raúl le supera en la tabla histórica de goleadores en Copa de Europa, y si el físico se lo permite, no dudará en intentar el asalto al cetro. Y que nadie dude que "The Beast" aún tiene hambre de títulos. Es la pieza que le faltaba al Hamburgo para volver a pelear por la Bundesliga, casi 30 años después de su último título. Y es el revulsivo perfecto para que la "Oranje", de una vez por todas, logre el ansiado éxito en el Mundial. Porque Ruud van Nistelrooy aún dará mucho que hablar. Aún le quedan muchos goles por marcar.