jueves, 14 de enero de 2010

UNA COPA SIN GRANDES

Primera gran derrota del Barcelona de Pep Guardiola que cayó en la eliminatoria de octavos ante el Sevilla que se postula ahora como el principal favorito a sucederle en el título

Antonio Blanca

Primero fue el Real Madrid con un espantoso ridículo, el mayor de su historia ante el Alcorcón quien dijo adiós a la competición del "KO", que este 2010 está deparando sorpresas agradables, devolviéndole una emoción devaluada temporada tras temporada. A la baja de los blancos, se une ahora la más sonada de la competición, el Barcelona es vencible, abandona el paraíso en el que se encontraba, para y no se sabe si de forma efímera, volver a besar el fracaso. Porque se quiera o no negar la evidencia, caer en octavos es un fracaso para un equipo que aspira conquistar todo.

El Barcelona jugó con todo su potencial en el Sánchez Pizjuán para remontarle al Sevilla el marcador adverso del Camp Nou. Pero los blaugranas se toparon con un excepcional Palop que frenó la tormenta culé en la segunda mitad con Messi impresionante muy bien secundado por Xavi (mejor jugador del mundo) e Iniesta. Tan solo alguna contra sevillista llevó el peligro a la meta de Pinto. Jesús Navas destacó junto a Palop sobre el resto de sus compañeros. Pep Guardiola ha caído eliminado por primera vez desde que es entrenador del Barcelona. Toca saber digerir el mal trago.

El Sevilla en crisis de resultados ligueros necesitaba la victoria, darle una alegría a su afición pasando a cuartos de final y de paso haciendo el más difícil todavía, eliminar al equipo "gana lo todo". Aún perdieodno 0-1, merced al valor doble de los goles en campo contrario, Manolo Jiménez respira. El Sevilla dio la sorpresa y se enfrentará al Deportivo de la Coruña en cuartos.

El Barcelona, obligado como estaba a marcar dos goles, batalló con los andaluces en un choque de trenes, vibrante, de ida y vuelta, en la que la pregunta era quién se quedaría sin gasolina primero. De hecho, la emoción subió enteros casi a la media hora de juego, cuando Ibrahimovic, solo ante Palop, tiró escorado, en la que sería la única acción reseñable del sueco en la primera mitad.

La gran esperanza blaugrana, Messi, apareció a renglón seguido, con su primer tiro peligroso a puerta, bien atajado por Palop. Los culés lo intentaron en varias ocasiones, aunque el Sevilla, muy seguro atrás, alcanzaba el descanso metido en su campo, sí, pero con la ventaja intacta y con un gol mal anulado a Navas que hubiera cambiado el planteamiento y devenir posterior del encuentro.

La segunda mitad fue un monólogo culé con Palop dando réplica, vaya noche la del portero valenciano, para enmarcar. Un gol de Xavi infundió el temor en la grada del Pizjuán, pero esta vez los nervionenses sí defendieron bien, y aguantaron las incursiones del Barça que lo intentó una y otra vez sin encontrar premio.

Tocaba perder, volver a manejar los tiempos de la derrota, ver como un vestuario habituado al elogio y a ganar sobrelleva este fracaso. Queda Liga y Champions (los dos "gordos") pero la posibilidad de otro año histórico se ha esfumado.

Junto al Sevilla, se meten en cuartos el Celta de Vigo que apeó al Villarreal con penalti injusto en el 91; el Deportivo de la Coruña que ha dejado en la cuneta al Valencia en lo que ha sido la mejor eliminación de Copa de lo que va de torneo; el Getafe que barrió en su campo al Málaga y le remontó la eliminatoria; Osasuna que despertó del sueño al Hércules; Racing de Santander, que sin merecerlo, con un planteamiento timorato hizo lo que el Real Madrid no fue capaz, cargarse al Alcorcón, un 2ªB con corazón de Primera. Junto a estos seis equipos, esta noche completarán el cuadro definitivo el Recretivo o Atlético de Madrid (apuesto por el Decano si bien no sería descartable un partido memorable de los colchoneros en el Calderón) y el Rayo Vallecano o el Mallorca.

Una Copa descafeinada a doble partido, mal diseñada, sin apenas interés hasta la final y que se ha quedado casi sin grandes.