lunes, 18 de enero de 2010

EL BARÇA CAMPEÓN DE INVIERNO

Goleada a modo de venganza ante un Sevilla plagado de suplentes que sirve al equipo de Guardiola para proclamarse campeón de invierno y poner tierra de por medio respecto al Real Madrid


Antonio Blanca


Tras el fiasco del pasado miércoles en la Copa del Rey, cayendo eliminado ante el Sevilla, el Barcelona se ha rehecho de caer en una eliminatoria (no lo hacía en 18 meses) en sólo tres días, los que han mediado del choque del Pizjuán al del Camp Nou, y que han valido para certificar que en una ronda directa los de Pep Guardiola sí pueden ser derrotados, pero que en un torneo como la Liga, donde el factor fundamental es la regularidad, va a ser muy pero que muy difícil que alguien le quite la corona. El Madrid sólo ha sacado un punto en sus dos últimas salidas, Reyno de Navarra y San Mamés, y ya mira al Barça a 5 puntos, o lo que es lo mismo, dos partidos, con lo que la teoría de ganar por más de 1-0 en el Santiago Bernabéu por aquello de la derrota en el campo catalán, de momento no sirve. Los de Pellegrini han mejorado con respecto al equipo que eran a comienzos de campeonato, pero hay una sensación general que todavía no les ha llegado para alcanzar el nivel de fútbol del Barça. Cristiano vuelve a pecar de ansiedad, Benzema está cada vez más cerca de Anelka que de Ronaldo y Kaká está a punto de convertirse en un fichaje “fracaso”, si no fuera porque todos sabemos de la calidad impresionante que el brasileño atesora. El Valencia por el momento es el único que le puede hacer sombra al Real Madrid, porque el Barcelona lo tiene a 8 puntos, y si el líder no baja el pistón, estoy seguro que se contarán más los puntos de ventaja, que los que le recortan.

Con tal plantel, la décimo octava de la BBVA se abrió en Pamplona. El equipo de Camacho venció con solvencia al Espanyol. 2-0 para los navarros en un partido en lo que contó más fue el oficio y buen saber de los jugadores de Osasuna, que supieron jugar el partido para que el conjunto de Pochettino apenas si inquietara a Ricardo.

Uno de los partidos con más sabor y tradición, que por un día transforma a la afición del Athletic, es uno de los clásicos del fútbol español. Athletic de Bilbao-Real Madrid, que este año, y tras cinco temporadas consecutivas en la que los blancos se llevaban con mayor o menor facilidad los tres puntos del campo bilbaíno, la noche del sábado no fue así, y de nuevo, los pupilos de Caparrós, que gran entrenador el sevillano, deleitaron a su parroquia en un partido de gran intensidad, donde primó el otro fútbol, y en el que Gorka Iraizoz se convirtió en Iker Casillas. Un Madrid que salió desconectado lo pagó muy caro. En el minuto dos, los blancos ya perdían 1-0, a la postre resultado final. Salió en tromba el Athletic, que anotó su gol, y se dedicó a defender con uñas y dientes su renta. El Madrid por su parte, realizó una irregular primera parte, donde Benzema fue el jugador más incisivo de los blancos, pero el francés no está demostrando para nada el dinero que Florentino desembolsó por él. Kaká anduvo perdido todo el choque a excepción de una jugada en la segunda mitad, hilvanada por Benzema y Ronaldo, que el carioca dilapidó con su remate en pseudo escorzo a las nubes. Estos partidos de mono de trabajo y pelea no van mucho con el buen carácter de Kaká. Y Cristiano, que no encuentra portería, y lo intenta de todos sitios, pecando de individualista. Pelea, corre, dribla, se entrega, pero 1 contra 11, siempre ganarán los otros. El portugués debe volver al colectivo y no querer hacer siempre la guerra por su cuenta. No encontró el Madrid fluidez de juego la noche del sábado, muy estático en los movimientos ofensivos, hecho que facilitó en demasía el gran trabajo de la defensa vasca, que tributó un partido como los de antes a los suyos. Ganar al Madrid en Bilbao es cuestión casi de estado, y este 2010 se ha logrado. Enhorabuena Athletic, las gracias a don Joaquín Caparrós.

Visitaba el Camp Nou el Sevilla. Plagado de bajas, lleno de suplentes, en lo que venía a ser el tercer enfrentamiento entre Barcelona y Sevilla en diez días, con el agravante o el éxito enorme que los pupilos de Jiménez atesoran, en 18 meses, han sido los únicos capaces de hacer que los de Guardiola vean punto y final a su triunfal racha “gana lo todo”. Con todos los ingredientes, el Barcelona saltó al césped a hacer puré a su rival y vaya si lo consiguió. 4-0 ante un Sevilla al que de antemano se le vio apagado y derrotado. Se le volatilizó el espíritu copero con el que lograron la hazaña. Los Messy, Pedro y compañía volvieron a bordar el fútbol, dar toda una lección, alejar al Madrid en la tabla y en el juego y a demostrar, con este importante golpe de autoridad, que posiblemente la eliminación de Copa fue producto de un accidente y para nada el decaimiento de un gran equipo. Son humanos y evidentemente pueden cometer un error, lo que está claro es que va a ser una tarea casi imposible evitar que los de Guardiola no se proclamen de nuevo campeones de liga.

Si tienen sombrero, por favor, quítenselo ante el Mallorca del profesor Gregorio Manzano, a día de hoy posiblemente el mejor entrenador español de fútbol, pues con la plantilla que dispone, tener al Mallorca en puestos de Champions es más que un logro un milagro, que a base de trabajo y sapiencia, el jiennense está sacando con matrícula de honor. 2-0 ante el Deportivo de la Coruña, novena victoria de manera consecutiva en el Ono Stadi, para batir registros, los de un equipo que va a cerrar una primera vuelta colosal.

El Málaga, con un gol del francés Nabil Bahá en el minuto 84, derrotó al Getafe y traspasó la tercera plaza de descenso al Tenerife. Mucha polémica en el partido de la Rosaleda, en el que los madrileños terminaron con un hombre menos por expulsión de Boateng y que deja cerradas heridas coperas en la capital de la Costa del Sol.

El Tenerife, que pese a adelantarse con un gol de Juanlu Hens a los dos minutos de juego. tuvo que contentarse con el empate en Almería, cuyo tanto fue conseguido por el sueco Goitom en el 60. Quedan así en una posición comprometida los isleños, pues la caída a la Adelante les ha atrapado.

En otros empates de la jornada, el Zaragoza, penúltimo, igualó a cero con el colista, el Xerez, que espera como agua de mayo la llegada de su nuevo entrenador, pero me da a mí que los milagros esta temporada no se van a dar en la ciudad andaluza. Mal que pese a la afición jerezana, su equipo apunta directamente a la segunda división.

Se doctoró ante su público Sergio Canales. Al chaval parece no importarle que su fichaje por el Madrid esté apunto de cerrarse, y sigue jugando a las mil maravillas. El Racing de Santander pese a ello cedió dos puntos en casa al empatar a un gol con el Valladolid, que cobró ventaja con una diana en propia puerta de Pablo Pinillos. En el segundo período, Canales, la promesa de moda del fútbol español en las últimas jornadas, equilibró con un muy buen tanto el partido.

Otra noche de fiesta en el Calderón, que lleva varios partidos cambiando las protestas airadas contra su equipo, por una perfecta comunión con sus jugadores. El cántico Atleti, Atleti, Atlético de Madrid, vuelve a estar de moda en el Manzanares. Los jugadores de Quique Sánchez Flores ratificaron su recuperación venciendo 3-2 sobre el Sporting de Gijón. Abrió la cuenta rojiblanca el uruguayo Diego Forlán, que luego se retiró lesionado, igualó, de penalti, Diego Castro, el brasileño Paulo Assunçao puso el 2-1 (redimiendo en parte el susto de la Copa), incrementó la ventaja el senegalés Ibrahim Balde y Luis Morán en el 91 cerró el marcador con el 3-2. Poco a poco, y con las convulsiones típicas de los rojiblancos, el panorama del Atlético ha abandonado el color negro.

En el último encuentro la jornada, el Valencia se situó a tres puntos del Madrid (41 contra 38) después de golear 4-1 en Mestalla al Villarreal, en un duelo regional que resolvió con goles del argentino Ever Banega, David Villa (2, uno de penalti) y David Silva. El brasileño Nilmar firmó el tanto del "submarino amarillo", que jugó desde el minuto 27 con uno menos tras la expulsión del debutante Kiko, autor del penalti a Villa, junto con Messi, “pichichi” del campeonato BBVA, y Benzema mientras sin olerla en el Madrid.