Barça y Madrid vencieron en sus respectivos duelos ligueros por lo que la diferencia entre nuestros dos colosos en la parte alta de la tabla se mantiene
Antonio Blanca
Jugó el Barcelona primero en la vigésimo séptima jornada de liga. Lo hizo el sábado, el Real Madrid ayer domingo. Por tanto, los de José Mourinho ya sabían lo que su rival había hecho, vencer al Zaragoza y enviarle la obligación de sumar los tres puntos en Santander para volver a la diferencia de siete puntos y no quedarse lastrados definitivamente a nueve o diez de distancia. La duda en los blancos estaba en la ausencia de Cristiano Ronaldo, la primera en toda la temporada en el Madrid de “Mou”. Y fue entonces cuando la plantilla merengue se unió, se puso el esmoquin, Ozil cogió la batuta, y todos sonaron armónicamente. El Real desplegó en la primera parte ante el Racing el mejor fútbol de lo que lleva de temporada. Rapidez, paredes, combinaciones, pausa, poca prisa, solo la necesaria. Todo sinfónico, bello, el primer gol de los blancos es una verdadera obra de arte. Magníficas las vibraciones emitidas por los blancos sin Ronaldo (siempre directo a la puerta contraria). Claro, que como dijo Mourinho en rueda de prensa, no espera que el Barcelona pinche, y yo tampoco. El Real Madrid enterró sus posibilidades fuera de casa en partidos ante el Mallorca, Levante, Almería, Osasuna y Deportivo, sumando cuatro de quince puntos posibles, y eso condena a un equipo que se bate el cobre con el Barça de Pep Guardiola, que no machaca como antes, pero que suma y sigue siendo líder y ya ve la meta más cerca manteniendo la misma diferencia. La tercera consecutiva cada vez más cercana.
La jornada liguera empezó el sábado, y como viene siendo habitual terminará esta noche en Riazor, Deportivo-Real Sociedad. Lo habitual desde los cuartos de final de Champions será que comience los viernes. Al menos eso esperan Barça, Madrid y Valencia.
El Valencia remontó en Mallorca, ganando 1-2 y sumando tres puntos que consolida a los de Emery terceros en la clasificación. El primero después de Barcelona y Real Madrid. Puntos de líder en otra época ahora solo basta para ir tercero. Una temporada buenísima la de los ches que entrarán en Fallas a son de mascletá y muy bien clasificados. El Mallorca ve Europa algo más lejos, concretamente a seis puntos, pero aún hay tiempo.
1-0 en el Camp Nou con gol de Keita (antes le anularon uno válido) venció el Barcelona del convaleciente Pep Guardiola, que salió de la cama del hospital para ir al banquillo culé, y tras ver ganar a los suyos, de nuevo al hospital. Todo un ejemplo de profesionalidad, no lo borra ni una lesión de espalda. Messi no marcó esta vez pero sirvió en bandeja, pase de la muerte para que Keita marcara el gol que tiraba por tierra el buen trabajo defensivo del Zaragoza de Aguirre. Una derrota que vuelve a asomar a los maños al abismo. Los culés pensarán que sumar de tres en tres es lo mejor para mantener al Madrid a raya y sobre todo tras haber guardado el saco de goles que esperarán endosar mañana noche al Arsenal en la vuelta de los octavos de la Copa de Europa. Yo apostaría a ello.
El Atlético necesitaba un partido como el que desplegó el sábado ante un rival fuerte, el Villarreal de Garrido (en la grada). 3-1, los goles colchoneros marcados por Reyes (acreedor al mejor gol de la jornada, que zurdazo desde la frontal del área y colocado), Agüero y Forlán dieron alas a los de Quique Sánchez Flores que fueron bastante superiores a los castellonenses (marcaron merced a una gran falta de Rossi). Esta victoria calma las aguas del Manzanares y permite al Atlético mirar los puestos de Liga Europa a dos puntos.
A los tres partidos del sábado se sumaron seis más ayer domingo. El Málaga vuelve a ocupar el farolillo rojo tras sumar una nueva derrota en La Rosaleda, esta vez ante otro conjunto necesitado de puntos, Osasuna, que no ganaba fuera de casa desde el 31 de enero de 2010. El central “rojillo” Sergio decantó un igualado choque en el descuento con un golazo de cabeza tras un saque de córner que deja muy tocado al conjunto andaluz y a su técnico Manuel Pellegrini, que reservó jugadores importantes en el Bernabéu pensando en este duelo. El tiro por la culata al chileno.
El puesto que ahora ocupa el Málaga lo abandonó el Almería gracias a la importantísima victoria 1-2, conseguida en Alicante ante el Hércules. Los levantinos, con Valdez lesionado, se adelantaron en el marcador, pero el empate de Sofiane Feghouli les obligó a irse hacía arriba, lo que aprovechó M'Bami para poner la puntilla tres minutos después. Y el Rico Pérez pidió la cabeza de Esteban, no lo comprendo, ¡me lo expliquen!
Otro equipo que salió de los puestos de descenso fue el Sporting de Gijón, que se deshizo del Getafe por 2-0, con goles de Miguel de las Cuevas y André Castro, ambos en un inspirado cuarto de hora justo antes del descanso. Los madrileños, que todavía no saben si mirar hacía arriba o hacía abajo en la clasificación, mejoraron en la segunda mitad, pero fueron incapaces de hacer daño a los asturianos, que pudieron marcar algún gol más al contra ataque.
Por su parte, el Levante sigue con su momento dulce y acumula cuatro victorias seguidas en su estadio, esta última ante un rival que lucha por entrar en Europa cómo es el Espanyol. Aunque los 'pericos' dominaron casi todo el encuentro, fue el levantinista Caicedo el que entró en la historia al filo de la media hora con su undécimo gol de la temporada y convertirse así en el jugador del Levante que más tantos consigue en un año.
2-0 ganó el Athletic de Caparrós a su ex equipo, el Sevilla. Ganó jugando a su manera, aguerridos, duros, potentes, como se muestran los leones en su feudo, amarrando al rival bajo sus fauces y no dándole alguna oportunidad de escapatoria. Los de Manzano, que dan una de cal y otra de arena, perdieron. Victoria que pone quinto al Athletic con 41 puntos y deja al Sevilla con 38 a dos del Espanyol que cierra la Liga Europa. La pugna por meterse en Europa va a estar disputadísima e interesantísima. Habrá que seguirla desde la primera fila con el refresco y las palomitas.
Fueron los mejores cuarenta y cinco minutos del Madrid esta temporada. Casualidades de la vida, en el primer partido que Cristiano Ronaldo se pierde estando Mourinho en el banquillo. Fue un Real Madrid que jugó por momentos excelsamente bajo la dirección en plaza de Ozil. ¡Qué talento tiene el alemán! Dijo Valdano que Ozil marcará una época, y puede que sea así. Si se conjugan los mejores años del alemán de ascendencia turca, junto con los de Cristiano y Di María, el Real puede tener muchas tardes de gloria. Tiempo al tiempo. De momento anoche en el Sardinero, con Ali (jefe indio) de testigo, el Real Madrid bordó el fútbol en el primer tiempo. Un vendaval de paredes, centros, disparos y dos goles (Adebayor que culminó el gol del Madrid esta campaña, y Benzema, los dos a pase de Ozil). En la segunda parte el Madrid sesteó y los de Marcelino con gol de Kennedy hicieron sobrevolar el empate, todo un espejismo. Porque Di María acto seguido galopó por todo el tapete del Sardinero para habilitar a Benzema su segundo tanto y poner el 1-3 definitivo. Pinillos por el Racing y “Manolo” Adebayor por el Madrid marraron un penalti. Peor no se puede lanzar. El Real también estrelló dos postes (ya van quince esta temporada), Alonso y Benzema. El francés esta cada vez mejor y puede que tras año y medio empiece a rendir al nivel esperado. Lo que me deja todo esto es si Ronaldo se imbuirá en el fútbol colectivo de gran clase demostrado por los blancos en la primera mitad, o volverá a su pasional manera de jugar, directa y contundente, sin esperar ni elaborar. Ante el Lyon se empezará a despejar mi interrogante.